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Vida sana

Una canción de cuna para la buena salud

Muchas veces, los adultos nos privamos de lo único que puede ayudarnos a mantener frescos nuestra mente y nuestro cuerpo por la noche: el sueño. Y, como adultos, algunas veces tomamos decisiones que provocan que nuestros patrones de sueño nos dejen sin ánimo para nada.

Pero, ¿tienen sus niños una opción cuando se trata de la cantidad de sueño que obtienen? Es nuestra responsabilidad ayudarles a adoptar hábitos de sueño saludables mientras están pequeños para que puedan crecer y convertirse en adultos felices, energéticos y saludables.

Sueño saludable

Debido a que sus cuerpos están creciendo, los niños necesitan más sueño que los adultos. Una parte importante del sueño saludable de un niño es una rutina consistente para la hora de ir a dormir, dice Judith Owens, M.D., FAAP, coautora de Take Charge of Your Child’s Sleep (Hágase cargo del sueño de su hijo): The All-in-One Resource for Solving Sleep Problems in Kids and Teens (Hágase cargo del sueño de su hijo: el único recurso para resolver problemas del sueño en niños y adolescentes).“Al final del día el cuerpo y la mente necesitan descansar, relajarse y prepararse física y mentalmente para el sueño”, dice. “Una rutina para la hora de dormir es la mejor manera de asegurarse que haya tiempo suficiente para hacer esa transición”.

Los ciclos naturales de sueño y conciencia del cuerpo algunas veces se denominan ritmos circadianos. Estos patrones de sueño son regulados por la luz y la oscuridad. Los niños comienzan a desarrollar un ciclo aproximadamente a las seis semanas de edad y la mayoría tienen patrones regulares entre los tres y seis meses.

Sueño inquieto

¿Qué es lo que mantiene despierto a nuestros hijos? La encuesta de 2004 Sleep in America (El sueño en América) de National Sleep Foundation (Fundación Nacional del Sueño, NSF) demostró que aproximadamente el 69 por ciento de los niños menores de 10 años experimentan algún tipo de problema del sueño. Algunos de los más comunes incluyen las condiciones y ocurrencias siguientes.

  • El insomnio ocurre cuando un niño se queja de tener problemas para dormir o permanecer dormido o despertarse muy temprano en la mañana.
  • Las pesadillas ocurren tarde en la noche durante el sueño MOR (movimiento ocular rápido) y despiertan a los niños.
  • El síndrome de piernas inquietas (RLS) es un trastorno del movimiento que incluye sensaciones incómodas en las piernas que ocasionan una necesidad agobiante de moverse.
  • Los temores del sueño (también denominados terrores nocturnos) ocurren temprano en la noche. Un niño puede gritar y sentirse angustiado, aunque no esté despierto ni consciente durante un terror nocturno. Los terrores nocturnos pueden ser ocasionados por no dormir suficiente, un horario de sueño irregular, estrés o dormir en un ambiente nuevo.
  • Hablar dormido ocurre cuando el niño habla, se ríe o llora mientras está dormido. Como con los terrores nocturnos, el niño no se da cuenta y no recuerda el incidente al día siguiente.
  • 40 por ciento de los niños son sonámbulos, usualmente entre las edades de 3 y 7 años.
  • Los ronquidos ocurren cuando hay un bloqueo parcial de las vías respiratorias que ocasiona que la parte posterior de la garganta vibre, provocando el ruido que todos conocemos Aproximadamente de 10 a 12 por ciento de los niños normales ronca habitualmente.
  • La apnea del sueño ocurre cuando los ronquidos son muy fuertes y el niño tiene problemas para respirar. Los síntomas incluyen pausas en la respiración durante el sueño ocasionadas por el bloqueo de los conductos de las vías respiratorias, lo que puede despertar al niño varias veces.

Falta de sueño = problemas de salud

La falta de sueño en los niños se vincula con  problemas de salud potencialmente severos. Estos pueden incluir algunas de las enfermedades más apremiantes que enfrentan los niños estadounidenses en la actualidad.

  • Ansiedad y depresión : El insomnio puede contribuir con la ansiedad al incrementar los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Los problemas del sueño también pueden empeorar otros síntomas de depresión y son mucho más comunes que el sueño excesivo en personas con depresión.
  • Obesidad: “Aproximadamente dos tercios de los niños diagnosticados con apnea del sueño en nuestra clínica tienen sobrepeso o son obsesos”, dice Owens. Los niños obesos tienden a tener más tejido graso alrededor de su cuello, lo que le pone más presión a las vías respiratorias y bloquea aún más el aire que sale de los pulmones.
  • Diabetes: Nuevas investigaciones presentadas en una conferencia de American Diabetes Association (Asociación Americana de la Diabetes) demostraron que el sueño inadecuado puede acelerar el desarrollo de la resistencia a la insulina, un factor de riesgo muy conocido de la diabetes.
  • Problemas inmunes: Varias noches de descansar mal pueden obstaculizar la producción de interleucina-1, un importante impulsor inmunológico. Una buena noche de sueño ayuda a la lucha del cuerpo de su hijo contra las enfermedades y a mantenerle saludable.
  • TDAH: Un estudio de la Universidad de Michigan publicó en la edición de marzo de 2002 de Pediatrics que se descubrió que los jóvenes que roncan con frecuencia o que tienen problemas del sueño tienen el doble de probabilidades de sufrir TDAH que los que duermen bien. Otra investigación demostró que los niños que no duermen suficiente tienden a tener más problemas de concentración durante el día.

¿Qué pueden hacer los padres?

Hable con su pediatra si observa cualquiera de los síntomas siguientes:

  • Un bebé que se irrita extremada y constantemente
  • Un niño que tiene problemas para respirar
  • Un niño que ronca, especialmente si es muy fuerte
  • Si se despierta en forma poco usual
  • Dificultad para dormir y mantenerse dormido, especialmente si ve que durante el día tiene somnolencia o problemas del comportamiento

Sugerencias para dormir

A continuación, se detallan algunas cosas importantes que puede hacer para ayudar a su hijo a dormir suficiente.

  • Establezca una hora para dormir regular para todos, todas las noches, y respétela.
  • Establezca una rutina de relajamiento para la hora de dormir, como darle a su hijo un baño caliente o leerle una historia.
  • Permita que su niño elija un muñeco, cobija, animal de peluche u otro objeto suave como compañero de sueño.
  • No permita que haya una televisión o computadora en la habitación de su hijo.
  • Evite dar a los niños cualquier cosa con cafeína seis horas antes de ir a dormir y limite la cantidad de cafeína que consumen los niños.
  • Mantenga los niveles de ruido bajos, las habitaciones oscuras y las temperaturas interiores ligeramente más frescas.
  • Hable con su pediatra si su hijo tiene síntomas de RLS. Hay varias opciones para tratar esta condición.
  • Hable con su pediatra si su hijo tiene síntomas de apnea del sueño. También hay tratamientos comprobados para esta condición.
Última actualización
11/14/2016
Fuente
Adapted from Healthy Children Magazine, Summer 2007
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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