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Seguridad y Prevención

Seguridad de las vacunas: conozca los hechos

Algunas personas expresan preocupación acerca de la seguridad de las vacunas. El hecho es que las vacunas salvan vidas y protegen A TODOS contra la propagación de enfermedades. Si usted decide no vacunar a su hijo, no solamente lo está poniendo en riesgo de contraer una enfermedad que es peligrosa o mortal, sino que también está poniendo en riesgo a otros que están en contacto con su hijo. Vacunarse es mucho mejor que contraer enfermedades.

De hecho, algunas de las enfermedades más devastadoras que afectan a los niños han sido reducidas considerablemente o erradicadas por completo gracias a las vacunas. Hoy en día, protegemos a los niños y a los adolescentes de 14 enfermedades.

Las vacunas protegen a los niños de enfermedades mortales como polio, sarampión, rubéola, paperas, varicela, meningitis, neumonía, tétanos, hepatitis A y B, influenza, infecciones diarreicas, cánceres reproductivos y más.

Su pediatra sabe que usted se preocupa por la salud y la seguridad de su hijo. Y su pediatra también se preocupa por su hijo. Por eso es importante obtener todos los datos científicos de un profesional médico en el que pueda confiar. Es mejor no tomar decisiones basadas en historias que haya visto o escuchado en la televisión, Internet o de otros padres.

Esto es lo que su pediatra quiere que sepa sobre vacunar a su hijo:​

1. Las vacunas funcionan​

Estas han mantenido saludables a los niños y salvado millones de vidas durante décadas. La mayoría de las vacunas infantiles son de 90 a 99% eficaces en la prevención de enfermedades. Y si un niño vacunado se enferma, los síntomas suelen ser menos graves que en un niño que no ha sido vacunado. Podría haber efectos secundarios leves, como hinchazón en el lugar de la inyección, pero no duran mucho. Es poco común que los efectos secundarios sean graves.

2. Las vacunas son seguras

Antes de administrar una nueva vacuna a las personas en los Estados Unidos, los expertos en salud deben revisarla. Esto implica varios pasos.

Una vacuna debe pasar por ensayos clínicos específicos antes de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) la apruebe para su uso en niños. Los ensayos analizan la seguridad, los efectos secundarios y la eficacia de la vacuna. Luego, un grupo de expertos llamado Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados informa a la FDA si la vacuna debe ser aprobada para su licencia. La FDA solo autoriza una vacuna si es segura y eficaz, y si sus beneficios son mayores que cualquier riesgo.

Luego, si la vacuna tiene licencia, los CDC convocan a otro grupo de expertos, llamado Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés). Este comité hace recomendaciones sobre el uso de vacunas aprobadas por la FDA. El ACIP también advierte si la nueva vacuna debe agregarse al Programa de vacunación recomendado para niños y adolescentes (en inglés).​

Incluso después de que una vacuna es aprobada y recomendada para su uso, los CDC y la FDA continúan monitoreando la seguridad y eficacia de la vacuna. Esta vigilancia "poscomercialización" les permite identificar cualquier efecto secundario raro que no se pudo detectar durante los ensayos clínicos.​

¿Causa o coincidencia?

Estados Unidos se toma muy en serio la seguridad de las vacunas. De hecho, cualquier persona puede reportar cualquier problema de salud después de recibir una vacuna al Sistema de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés), incluso si el problema de salud no fue causado por la vacuna.

Los proveedores de atención médica, los pacientes o los miembros de la familia pueden enviar informes. Debido a que VAERS es un sistema abierto, los informes varían en calidad e integridad. A menudo carecen de detalles y pueden tener información que contenga errores.

El beneficio de este sistema abierto es que los eventos adversos de vacunas nuevos, inusuales o raros se pueden detectar de inmediato.

Recuerde: VAERS acepta todos los informes sin juzgar si el evento fue causado por la vacuna. No se requiere prueba de que el evento fue causado por la vacuna antes de que se acepte el informe.

3. Las vacunas refuerzan la inmunidad natu​ral

Es razonable pensar que la inmunidad natural es todo lo que necesita su hijo. Los bebés nacen con un sistema inmunológico que puede combatir muchos gérmenes. Y cuando los bebés son amamantados, obtienen protección adicional contra enfermedades menores como los resfriados. Sin embargo, esta protección no dura mucho.

A veces, una o dos dosis de una vacuna pueden enseñar al sistema inmunológico de su hijo cómo responder a una infección de por vida. ¿Qué pasa si nuestro sistema inmunológico olvida cómo deshacerse de la infección con el tiempo? Es entonces cuando nuestro sistema inmunológico necesita ser recordado. Esto se conoce como "inyecciones de refuerzo". Las vacunas de refuerzo son tan importantes como las primeras vacunas de su hijo. Refrescan la memoria del sistema inmunológico de su hijo basándose en las instrucciones aprendidas de las vacunas anteriores. Si se omiten las vacunas de refuerzo, el sistema inmunológico del niño tiene menos memoria para responder cuando está infectado con la enfermedad prevenible por vacunación.​

4. Las vacunas son necesarias

Su pediatra sabe que su hijo debe recibir todas las vacunas infantiles recomendadas. En muchas partes del mundo, las vacunas no están tan comúnmente disponibles.

Las personas que visitan áreas con brotes de enfermedades actuales pueden traer enfermedades que rara vez se ven en los EE. UU. Ésta es otra razón por la que es importante que su hijo esté completamente vacunado. Estar vacunado protegerá a su hijo, pero también ayudará a proteger a otros en la comunidad. Esta protección de la comunidad se conoce comúnmente como inmunidad colectiva o de rebaño.

Cuando se vacuna a un número suficiente de personas, todos reciben cierta protección contra la propagación de enfermedades. Esto incluye a aquellos que no pueden vacunarse (como los niños que son demasiado pequeños u otros inmunodeprimidos). Pero confiar en la inmunidad de rebaño para mantener a su hijo a salvo es riesgoso. Y, si nuestra tasa de vacunación desciende demasiado, las infecciones prevenibles con vacunas volverán. Lo hemos visto muchas veces en los últimos años con brotes de tosferina, sarampión y paperas.​

Recuerde

Si tiene alguna pregunta o inquietud sobre las vacunas, hable con su pediatra.

Información adicional:

Última actualización
11/23/2021
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright © 2021)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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