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Edades y Etapas

Detrás del volante: cómo ayudar a su adolescente a ser un buen conductor

La licencia de conducir solía ser un rito de iniciación para los adolescentes. El permiso de conducción era la clave para tener más independencia de los adultos y abría un nuevo mundo de posibilidades. Sin embargo, la idea de conducir un brillante automóvil convertible (descapotado) por la carretera abierta ya no refleja las condiciones tipicas para manejar de hoy, con los altos costos de seguro, gasolina y los molestos embotellamientos de tráfico, y hace que otras opciones de transporte o de vivienda sean más atractivas para los adolescentes y los adultos jóvenes.

Un estudio del 2016 examinó el porcentaje de personas con permiso de conducción de acuerdo con su edad.

  • En 1983, 46,2 % de las personas de 16 años de edad tenían licencia. En el 2014, sólo 24,5 % de las personas de 16 años tenían licencia, un declive de 47 % desde el año 1983.

  • En 1983, 87,3 % de las pesonas de 19 años de edad tenían licencia. En el 2014, 69 % de las personas de 19 años tenían licencia, un declive de 21 % desde el año 1983.

De todas formas, la mayoría de los adolescentes optan por conducir, y para algunos obtener el permiso es algo para lo que cuentan los días, y entre más pronto pase mejor.

Algunos adolescentes no están lo suficientemente preparados en su desarrollo para manejar de forma segura

En el 2013, las personas jóvenes entre 15-19 años de edad representaban sólo un 7 % de la población de los Estados Unidos. Sin embargo, representaban un 11 % (10 mil millones de dólares) del costo total de las lesiones en accidentes automovilísticos.

De acuerdo con el Insurance Institute for Highway Safety (Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras o Seguridad Vial) los adolescentes entre las edades de 16 a 19 años tienen tres veces más posibilidades que los conductores de 20 años de edad o mayores de verse implicados en un accidente/collisión mortal. La principal razón para este registro de seguridad vial tan bajo es su falta de experiencia manejando el auto, dimensionar y reaccionar de forma adecuada a las maniobras peligrosas, tales como entrar a las autopistas, voltear a la izquierda en una intersección concurrida o manejar en mal estado del tiempo.

Además, los adolescentes pueden no haber desarrollado cierta coordination motriz y criterio necesarios para realizar las maniobras físicas complejas requeridas para conducir normalmente. Por ejemplo, conducir puede ser una de las primeras destrezas en las que hayan tenido que coordinar los movimientos de los ojos, manos y pies. Los adolescentes también tienden a miscalcular las condiciones del tráfico y se distraen más fácilmente que los adultos y tienden a manejar con más velocidad, manejar pegados al auto de adelante, enviar mensajes de texto, no usar los cinturones de seguridad y cometer errores críticos que conllevan a accidentes. Los adolescentes, en particular los varones, tienden a sucumbir a la presión de sus pares (compañeros), sobreestimar sus habilidades y sufrir altibajos emocionales que pueden resultar en accidentes automovilísticos.

Qué pueden hacer los padres

  • Poner a su hijo a practicar más al volante. Los programas escolares de manejo y las clases particulares de conducción normalmente imparten un total de seis horas de práctica en la carretera, cuando lo que se necesita realmente para convertirse en un conductor razonablemente experimentado son aproximadamente cincuenta horas, o aproximadamente dos horas a la semana a lo largo de un período de seis meses.

  • Cuando un adolescente obtiene su permiso de aprendiz, con solo pasar un examen de la vista y un examen escrito puede conducir en compañía de un conductor de 21 años o más que tenga licencia. Se comienza con destrezas básicas, luego se introducen otros escenarios, como conducir de noche, en carretera, en tráfico pesado, en supercarreteras, en la tarde, cuando llueve, etc. Es buena idea que le pregunte al instructor de manejo de su hijo qué áreas ha logrado dominar y cuáles son las que necesitan más práctica. Además, habitúese a darle las llaves del auto a su hijo adolescente cuando salgan juntos a hacer mandados. No hay ningún sustituto para la experiencia.

  • Inicie un programa de otorgamiento de licencias de conducir. Aunque muchos estados permiten que los niños y niñas obtengan licencias de conducir al cumplir los 16 años de edad, La American Academy of Pediatrics recomienda que los jóvenes no reciban su licencia de conducir hasta cumplir los 18 años o hasta que hayan conducido con la supervisión de un adulto al menos durante dos años.

  • Varios estados han agregado un paso intermedio como parte de un sistema de otorgamiento de licencias de conducir. Pasar el examen práctico le otorga a los conductores principiantes de dieciséis años o mayores (la edad mínima y las restricciones varían dependiendo del estado) una licencia de conducir provisional. Durante el año siguiente, estos pueden conducir de forma independiente durante el día. Pero para conducir durante la noche, deben ir acompañados de un adulto. Al final del período de prueba, se les otorga una licencia de conducir completa, siempre que en su historial no haya infracciones ni accidentes. Los estudios de investigación también revelan que los accidentes son más frecuentes cuando el conductor adolescente lleva de pasajeros a otros adolescentes; algunos programas especifican la edad de los pasajeros para los nuevos conductores menores de 18 años. 

  • No necesita esperar a que su estado publique una nueva ley de otorgamiento de licencias de conducir para introducir un programa similar en su hogar. Tal vez decida instituir un período de prueba de seis meses en lugar de doce meses; o, por el contrario, podría prolongar la etapa de aprendiz del período normal de seis meses a un período de doce meses, como sucede en Georgia y en Carolina del Norte. Extienda los privilegios de manejo a un ritmo que pueda controlar su adolescente.

  • Pase una tarde enseñándole cómo realizarle el mantenimiento de rutina a un auto; es decir, a verificar la presión de los neumáticos, el nivel de agua de la batería, el nivel de aceite y líquido de la transmisión y el líquido de los limpiavidrios. También enséñele a cambiar un neumático desinflado. Si tiene la oportunidad de pagarlo, considere inscribirse en un club automotriz que le brinde servicio en la carretera.

  • Asegúrese de que el auto de su hijo adolescente cumple con los estándares de seguridad. Aunque es una bonita meta que un adolescente quiera ahorrar para comprar su propio auto, los modelos más nuevos con funciones de seguridad modernas son más de lo que los presupuestos de los jóvenes pueden pagar.

  • Idealmente, los jóvenes deben conducir autos medianos o grandes equipados con bolsas de aire. De hecho, es mejor un auto que no sea tan nuevo pero que sea grande, a un moderno compacto, ya que ofrece más protección contra accidentes. El Instituto de Seguros para la Seguridad Vial en las Carreteras sugiere que se evite adquirir vehículos inteligentes y de alto rendimiento, que pueden tentar a los adolescentes a conducir a alta velocidad. Por lo general, los vehículos utilitarios deportivos también llaman la atención de los adolescentes; sus centros de gravedad más altos los hacen menos estables y más propensos a volcarse. Instalar una barra antivuelco los hará más seguros.

  • Dé un buen ejemplo a sus hijos. Como padre, usted es un importante modelo a seguir. No conduzca a alta velocidad, no se escabulla entre el tráfico, no beba mientras conduce, no mande mensajes de texto mientras conduce, no se ponga a buscar el disco compacto para introducirlo al reproductor de discos compactos, no hable por teléfono, no se exalte porque el conductor del auto que va delante suyo está impidiéndole hacer alguna maniobra, y use los cinturones de seguridad siempre.

Cómo enseñarle a conducir a un adolescente (sin que ni usted ni el adolescente enloquezcan)

A continuación algunos consejos prácticos para que las lecciones de manejo sean productivas:

  • Antes de comenzar, discuta la ruta que tomará y las destrezas que estarán practicando.

  • En un tono tranquilo (no suba la voz como sargento de regimiento), proporcione instrucciones claras y simples: “Gira a la derecha al llegar a la esquina”. “Frena”. “Acércate a la acera”.

  • Si su hijo comete un error, pídale que se orille y luego explique con calma qué fue lo que hizo mal.

  • Motive a su adolescente a que le cuente qué es lo que observa a medida que va conduciendo.

  • Después de cada sesión, pregúntele, “¿Cómo crees que has conducido hoy”? Deje que opine sobre alguna discrepancia de juicio u otros errores. Luego evalúen juntos su progreso. Asegúrese de elogiarle cuando sea apropiado.

  • Mantenga un registro de las rutas y anote comentarios y sugerencias sobre las distintas destrezas que se vayan practicando.

Normas viales

Aunque un joven ya haya recibido su licencia de conducir, todavía se encuentra en proceso de aprendizaje. Con la ayuda de su hijo, deben desarrollar varios lineamientos de seguridad y castigos (consecuencias) apropiados antes de que comience a conducir. Estas “normas viales” pueden incluir:

  • No conducir ni viajar de pasajero cuando el conductor está bajo la influencia del alcohol u otras drogas, incluyendo a la marihuana. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de los EE. UU. informa que las personas que conducen con el ingrediente activo de la marihuana, THC, (tetrahidrocannabinol)  en su sangre tienen dos veces más de posibilidad de causar un accidente automovilístico mortal que aquellos conductores que no consumen drogas o alcohol. La marihuana se puede detectar en los fluidos del cuerpo días y hasta semanas después de haberse consumido. Niveles más altos de THC se encuentran en los conductores que tienen accidentes.

  • Debido a que los adolescentes se distraen fácilmente, se debe insistir que no lleven más de dos amigos a la vez (si lo permite la licencia). Considere implementar la regla de no amigos durante los primeros meses de obtener el permiso de conducción.

  • No comer ni beber mientras conduce.

  • Mantener el volumen de la música de bajo a moderado y no debe ser causa de distracción mientras conduce. No se deben manipular los teléfonos inteligentes, radios, reproductores de CD, ni los reproductores MP3 mientras conducen.

  • Todos los que viajan en el vehículo deben usar cinturón de seguridad todo el tiempo. No usar cinturón de seguridad triplica el riesgo de sufrir lesiones en un accidente automovilístico grave.

  • No conducir de noche. Conducir de noche, por naturaleza, es más demandante, especialmente para los adolescentes, quienes tienen cuatro veces más probabilidades de morir en un accidente automovilístico durante las horas del día. En las ciudades que tienen toques de queda para jóvenes, se ha reducido el índice en un cuarto.

  • No conducir cuando está cansado, con hambre o molesto.

  • No conducir a lugares que queden a más de cierta distancia del hogar. Si su hijo desea ir más lejos de lo establecido, debe pedir permiso.

  • No hablar por el celular cuando el vehículo esté en movimiento. Los conductores inexpertos (adolescentes) no deben ni incluso usar dispositivos manos libres o con tecnologías con reconocimiento vocal (de voz) mientras conducen.

  • No mandar mensajes de texto cuando el vehículo esté en movimiento.

  • Tomar mucha precaución cuando usan o miran pantallas de teléfono para usar el localizador GPS para evitar distracciones. Lo mejor es aparcar de manera segura en una área protegida para verificar dónde se encuentran y las direcciones a donde van.

  • No llevar a nadie que esté pidiendo un aventón, a menos que sea alguien que su hijo conozca bien y no pedir aventón.

No cumplir alguna de estas normas implica recibir algún tipo de castigo/consecuencia. Las ofensas menores requieren una advertencia severa. Las violaciones recurrentes e infracciones graves implicarán la restricción del uso del auto. La duración del castigo debe determinarla usted.

Los padres tienen la obligación y la responsabilidad de ayudar a los hijos a crecer, en este caso en particular a ser parte del aprendizaje para enseñarles a ser responsables cuando conducen.

Información adicional:


Última actualización
3/3/2017
Fuente
Council on Communications and Media (Copyright © 2017 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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