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Vida sana

Las alergias más comunes a los alimentos

​Cualquier alimento puede causar una reacción alérgica, pero 90% de las alergias a los alimentos en los niños son causadas por sólo 6 alimentos o grupo de alimentos: leche, huevos, cacahuetes o maní, nueces de árbol, soja y trigo. En los adultos, un porcentaje similar de las alergias graves se debe apenas a 4 alimentos: cacahuetes o maní, nueces de árbol, pescados y crustáceos. Las alergias a las frutas y a las verduras no son tan comunes y generalmente son menos severas.

Leche de vaca

La alergia a la leche de vaca está entre las hipersensibilidades más comunes de los niños pequeños, probablemente porque es la primera proteína externa que muchos bebés ingieren en grandes cantidades, especialmente si los crían con biberón. Si existe una alergia a la leche de vaca, incluso algunas veces un bebé que se amamanta puede sufrir de cólico o de eczema hasta que la madre elimina la leche y los productos lácteos de su dieta. Entre 2 y 3 de cada 100 niños menores de de 3 años tienen síntomas de alergias relacionadas la leche de vaca.

El vómito después de alimentar al bebé es la forma más común que indica que un niño tiene alergia a la leche, pero pueden ocurrir reacciones más severas. El cólico, el llanto y el gas o flatulencia pueden ser a veces las únicas manifestaciones de la alergia a leche de vaca en los bebés más pequeños. (Debe decirse, que aunque en la gran mayoría de los bebés no se determina la causa del cólico y el llanto inconsolable, eventualmente se mejora sin tratamiento y para nunca volver antes de que el bebé cumpla los 6 meses de edad). Otros síntomas iniciales y más sutiles de la alergia a la leche a menudo se manifiestan con la picazón que causa el sarpullido seco de la eczema  (dermatitis atópica). Por supuesto el tipo más obvio de reacción a la leche es cuando el niño bebe leche o consume un producto lácteo y de inmediato manifiesta problemas respiratorios o urticaria. La mayoría de los niños con alergia a la leche de vaca son también alérgicos a la leche de cabra o de oveja, así que no existe un buen substituto.

La fórmula a base de soja puede o no ser adecuada para los bebés con alergias a la leche porque algunos que son sensibles a la leche de vaca tampoco pueden tolerar la proteína de soja. Si su bebé tiene una alergia a la leche de vaca y no tolera la fórmula de la soja, su pediatra puede recomendarle una fórmula especial hecha de la proteína extensivamente hidrolizada o una fórmula a base de aminoácidos.

A muchos niños se les pasa la alergia a la leche a medida que su sistema inmunitario madura. Sin embargo, su pediatra sugerirá probablemente que las pruebas de alergias se le hagan antes de que su niño intente tomar leche de nuevo. Si la prueba demuestra que ya no hay alergia, se le puede dar leche al niño moderadamente en cantidades gradualmente mayores y en el consultorio del doctor, en donde cualquier reacción se puede supervisar y en caso de necesidad, se puede tratar. Si su niño sufre solo de una intolerancia a la lactosa, normalmente la prueba de alergia no es necesaria  y puede volver a incluir los productos lácteos en su dieta de forma gradual y en la casa mientras usted observa si se presentan síntomas. En los supermercados, hay varios productos con contenidos reducido del azúcar de la leche (lactosa) que ayudan a que los niños con intolerancia a la lactosa puedan añadir leche en sus dietas.

La leche y los alimentos derivados de la leche son fuentes importantes de calcio, un mineral esencial para tener los huesos y dientes fuertes, para la función de los músculos y nervios y para la salud de todos los sistemas del cuerpo. Las verduras frondosas de color verde oscuro, conservas o enlatados de pescados con huesos (por ejemplo, sardinas, salmón), jugo de naranja fortificado con calcio, higos y ciruelas deshidratadas, tofu (requesón de soja) y legumbres o alubias secas están entre los muchos productos que no son lácteos y son fuentes ricas de calcio para los niños más grandes que no pueden tolerar la leche, el queso, ni el yogur.

Huevos

Los niños que son alérgicos a los huevos están reaccionando ante todo a la proteína en la clara del huevo. Sin embargo, debido a que la yema de huevo se puede contaminar con la clara de huevo, es más seguro que los niños alérgicos al huevo eviten el huevo del todo. Afortunadamente, mientras que los huevos son un alimento de un valor nutritivo y una fuente óptima de proteínas, no son esenciales para la buena nutrición. La carne, el pescado, los productos lácteos, los granos y las legumbres son excelentes fuentes alternativas de proteína, minerales y vitaminas similares. Si su niño es alérgico a los huevos, tenga cuidado con los ingredientes ocultos en algunos productos tales como los glaseados hechos con huevos en ciertos panes y los huevos que se usan con la harina para empanar los alimentos fritos.

 Los substitutos del huevo hechos para dietas de bajo colesterol no deben ser usados. No contienen colesterol (porque no contienen la yema de huevo, la parte del huevo donde se halla el colesterol) sin embargo contienen proteína de huevo porque se hacen con la clara del huevo, la parte del huevo responsable de causar alergias. Algunas vacunas pueden contener proteínas de huevo y deben ser evitadas o tomadas con precaución por parte de aquellas personas con una severa alergia al huevo. La vacuna contra el sarampión-paperas-rubéola se considera segura para los que sufren de alergia al huevo, pero consulte con su médico sobre qué vacunas estacionales contra la gripe y qué otras vacunas pueden tener proteínas del huevo.

Cacahuetes o maní y nueces de árbol

¿Cuándo una nuez no es una nuez? Cuando es una legumbre—como los cacahuetes o maní, que son "primos" de los guisantes (arvejas) y las alubias (frijoles).  Porque los cacahuetes y las nueces de árbol vienen de diversas familias de las plantas, un niño que es sensible a los cacahuetes puede con frecuencia comer nogales, pacanas y otras nueces de árbol sin problema. Sin embargo, es necesario tener precaución porque los niños alérgicos a los cacahuetes o maní, por razones desconocidas, también pueden sufrir de alergias aparte a las nueces de árbol.

Como los huevos, los cacahuetes o maní son deliciosos y nutritivos pero no son esenciales para una dieta sana. No son necesarios los substitutos nutricionales. La mayoría de las personas que sufren de alergia al maní toleran otras legumbres tales como la soja y las alubias, aun cuando a veces las pruebas de piel o los análisis de sangre salen positivos para estas legumbres.

El maní, aunque por lo general es sumamente fácil de evitar, puede a veces aparecer en los alimentos que menos sospechamos. Con frecuencia el maní se muele y se usa como un agente para añadir volumen a los alimentos tales como los dulces/golosinas. La mantequilla de maní la usan los restaurantes y los proveedores de alimentos preparados (caterers) como un "adhesivo" durante la preparación de alimentos para mantenerlos juntos/compactos. Por lo tanto, es imprescindible que usted no sólo lea las etiquetas cuidadosamente para cerciorarse del que el maní no es un ingrediente insospechado de los alimentos comerciales, pero usted también debe preguntar y clarificar el contenido del alimento que es compra y consume en los restaurantes, o que son preparados y consumidos en otros lugares que no sean su propia casa.

Las alergias a las nueces de árbol—pacanas, anacardos, nueces de Brasil, almendras, avellanas, todas las nueces de cáscara dura—pueden ser tan severas como la alergia al maní, y se aplican las mismas advertencias. Un niño puede tener una alergia sólo a una nuez de árbol, mientras que otro puede tener alergias a varias nueces del árbol. Lo que puede ser confuso a veces son los diversos tipos de nueces del árbol, así que las personas alérgicas a las nueces de árbol, a menudo las evitan todas, para estar seguros. Comuníquele al proveedor del cuidado infantil, los profesores, los amigos  y a los miembros de la familia que su niño debe evitar terminantemente todos los productos con siquiera un rastro de nueces o maní porque en general las alergias a las nueces de árbol son de las alergias más severas.

Soja

Los bebés alimentados con fórmula de soja, como los que son alimentados con leche de vaca, les puede salir un sarpullido, o sufrir de goteo nasal, diarrea o vómito debido a una alergia a la proteína de la soja. Cuando se cambian a la fórmula de soja, algunos bebés que son alérgicos a la leche de vaca resultan también ser alérgicos a la soja. Si éste es su caso, el pediatra puede recomendarle una fórmula hipo alergénica hecha con proteína extensivamente hidrolizada o una formula elemental a base de aminoácidos. Los niños con alergias a la soja toleran generalmente el aceite de soja porque contiene cantidades mínimas de la proteína. La lecitina de soja es un derivado graso de la soja con un contenido mínimo de la proteína y generalmente es tolerada por las personas con alergias a la soja.

Trigo y gluten

El arroz y la avena son generalmente los primeros cereales que se le dan al bebé porque estos granos tienen menos probabilidad de causar alergias. Si no tiene problemas con la avena, se le puede dar trigo después. El trigo es el grano que con más frecuencia se asocia a las alergias; sin embargo, la alergia al trigo no es común.  Esto es un hecho afortunado ya que el trigo es un ingrediente de muchos alimentos preparados.

Existen 2 clases de reacciones adversas de tipo inmune al trigo. La primera es la alergia clásica a un alimento, con síntomas tales como urticaria o sibilancia que ocurra inmediatamente después que el niño ingiere el alimento hecho con trigo. La segunda se llama enfermedad celíaca. El gluten es una proteína que contienen ciertos granos tales como el trigo, el centeno y la cebada. En un niño sensible, el gluten daña el revestimiento del intestino delgado e interfiere con la absorción del nutriente. Este daño pueden pasar desapercibido por algún tiempo. Los síntomas típicos de la enfermedad celiaca son dolor abdominal, diarrea, irritabilidad, aumento lento del peso y del crecimiento. La enfermedad celíaca puede manifestarse poco después de que el bebé prueba su primer plato de cereal, pero en algunos casos, los síntomas son tan leves que la afección puede mantenerse sin ser detectada y sin un diagnóstico hasta la adolescencia o incluso hasta la edad adulta.

Notas sobre las alergias a los alimentos

  • Si su niño tiene síntomas que indican una alergia después de ser haberle dado cierto alimento, no lo incluya en su dieta y discuta los síntomas con su pediatra.
  • Algunos niños con alergia a la leche o al huevo puede tolerar una pequeña cantidad de leche o de huevo si son ingredientes de productos horneados como el pan o los panecillos (muf​fins). Sin embargo, otros niños reaccionan incluso a pequeñas cantidades aunque hayan sido horneadas a altas temperaturas.
  • Un niño que evita varios alimentos debido a alergias alimentarias podría correr el riesgo de desnutrición. Hable con el médico sobre la posibilidad de consultar con un nutricionista registrado, para obtener información de un experto sobre cómo alimentar con sensatez al niño que tiene restricciones alimentarias significativas.
  • El niño que sufre de alergias alimentarias puede participar en todas las actividades como cualquier otro niño con la excepción de consumir el alimento que le causa la alergia. Hable con su pediatra o alergista sobre cómo evitar el alergénico, así como sobre estrategias dietéticas y de tratamiento para mantener un estilo de vida sano y seguro.
Última actualización
11/21/2015
Fuente
Allergies and Asthma: What Every Parent Needs to Know (Copyright © 2011 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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