La depresión posparto (PPD, por sus siglas en inglés) se produce en aproximadamente
1 de cada 7 mujeres. Puede comenzar en cualquier momento dentro del primer año después de dar a luz. Mientras la madre busque ayuda para sus necesidades de salud mental, sigue siendo posible
amamantar.
¿De qué manera afecta al bebé la PPD?
No se puede negar que la
salud mental de una madre es fundamental, no solo para ella, sino también para el bebé. Una madre que tiene depresión o ansiedad, sin embargo, no puede brindar el cuidado que necesita el bebé para crecer y desarrollarse. Es menos probable que comprenda, abrace e interactúe con su bebé, lo que lo deja en riesgo de diversos resultados de salud negativos, como los siguientes:
Tenga en cuenta que estos síntomas generalmente demoran años en aparecer. Además, muchos estudios también demostraron que las madres con PPD se niegan a seguir el programa de la American Academy of Pediatrics (AAP) para las
visitas médicas de control y los consejos de cuidados de la salud, entre ellos las medidas de seguridad, como asientos para el automóvil y medidas de protección para niños.
Identificación de la PPD: ¿quién debe realizar la detección y cuándo?
Si bien los pediatras están capacitados para tratar a los niños, en ocasiones también deben ocuparse de los padres.
La mayoría de las mujeres solo tienen 1 o 2 visitas posparto con su obstetra, y la detección de la depresión generalmente no se produce en ese tiempo. Dado que el pediatra ve al bebé hasta 6 veces dentro de los primeros 6 meses de vida, es posible que tenga más probabilidades de identificar si la madre sufre PPD. Es por este motivo que la
AAP recomienda que los pediatras detecten la PPD en las nuevas madres durante las visitas de control del bebé de los meses 1, 2, 4 y 6.
La herramienta de detección que usa la mayoría de los pediatras es la
Escala de depresión de posparto de Edinburgh (EPDS, por sus siglas en inglés): un cuestionario de 10 puntos para que complete la madre.
Ayuda para cumplir con sus objetivos de amamantamiento
Si una madre experimenta PPD, es natural que el médico le pregunte en qué momento del día siente alegría y paz, y qué hace que sus síntomas empeoren. Al hacerlo, es importante saber dónde se encuentra la lactancia.
La
AAP recomienda la lactancia materna exclusiva durante 6 meses, con la continuación de la lactancia durante 2 años o más, según deseen mutuamente la madre y el bebé.
Si la lactancia ayuda a establecer el vínculo entre la madre y su bebé, pero empeora sus síntomas, su tratamiento para la PPD puede y debe desarrollarse en torno a la protección de esa relación de amamantamiento. Si amamantar empeora los síntomas de PPD de la madre, ella no se debe sentir culpable si elige buscar formas de alimentación alternativas.
Medicamentos antidepresivos y lactancia
El tratamiento para la PPD generalmente incluye una combinación de
medicamentos antidepresivos y psicoterapia. El apoyo de pares, como en los grupos de apoyo, y el sueño son también aspectos importantes de la terapia.
Muchos medicamentos para tratar trastornos posparto de ansiedad y de estado de ánimo son seguros para usar mientras está amamantando. A la madre no se le debe negar un tratamiento con medicamentos.
Consulte
Consejos para la madre lactante sobre la seguridad de los medicamentos para obtener más información.
Recuerde
Todos los niños merecen la posibilidad de tener una mamá sana. Y todas las madres merecen la posibilidad de disfrutar de su vida y de sus hijos. Si se siente deprimida durante el embarazo o después de tener el bebé, no sufra en soledad. Comuníquelo a un ser querido y llame a su médico de inmediato.
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