Por Amanda Cox, MD, FAAAAI y Michael Pistiner, MD, MMCs, FAAP
Muchos padres tienen preguntas y preocupaciones sobre cuándo pueden incorporar a la dieta de su hijo alimentos como el huevo y la mantequilla de maní (cacahuete) sin que sea perjudicial para el niño. Si bien estos son alimentos básicos comunes en la dieta estadounidense, también forman parte de los que tienen mayores probabilidades de desencadenar reacciones alérgicas.
Pautas actuales para incorporar posibles alérgenos alimentarios a la dieta de los bebés
Durante muchos años, los expertos consideraron que la mejor forma de combatir la alergia al maní era evitar el consumo de productos con maní en los primeros años de vida. En ese momento, se pensaba que demorar su incorporación posiblemente evitaría el desarrollo de otras afecciones alérgicas, en especial el
eccema. Sin embargo, las
investigaciones más recientes han demostrado que demorar la incorporación de alimentos alergénicos no produce ningún beneficio.
De hecho, las investigaciones más recientes revelan que una vez que su bebé está preparado para comenzar a ingerir alimentos sólidos, puede resultar sumamente útil empezar a ofrecerle pequeñas cantidades de alimentos que tengan mayores probabilidades de causar alergias.
Incorporación temprana del maní, prevención duradera de alergias
En el año 2015, un importante estudio determinó que la incorporación temprana del maní, con porciones continuas y habituales, prevenía la alergia al maní en bebés con "alto riesgo" de desarrollarla (aquellos que tienen eccema grave o alergia al huevo). Más recientemente, en un estudio de seguimiento del mismo grupo de niños se demostró que la protección es duradera. Los estudios han descubierto, además, que la incorporación temprana del huevo, al igual que productos lácteos adecuados para bebés como la fórmula a base de leche de vaca, tiene efectos protectores.
Cómo comenzar a incorporar alimentos alergénicos a la dieta de su bebé
Hasta alrededor de los 6 meses, los bebés obtienen la nutrición que necesitan de la
leche materna o de la leche de
fórmula, o de una combinación de ambas. Por lo general, en ese momento, los bebés están listos para probar sus primeros bocados de
alimentos sólidos.
A continuación, se brindan algunos consejos para comenzar a incorporar alimentos sólidos teniendo en cuenta las alergias alimentarias, siempre que su bebé esté listo:
Comience a incorporar alimentos sólidos con algunas comidas que tengan bajo riesgo de provocar alergia, por ejemplo, cereales para bebés, puré de bananas o puré de ciruelas. Dele a su bebé un alimento nuevo por vez y espere al menos un día antes de incorporar otro. Después de cada alimento nuevo, preste atención a reacciones alérgicas como
diarrea,
erupción o
vómitos. Si algo de esto ocurriera, deje de darle el nuevo alimento y consulte con el pediatra de su hijo.
Si su bebé tolera algunos de los primeros alimentos, y no hay motivo para pensar que corre un mayor riesgo de tener alergia alimentaria, puede comenzar a incorporar los alimentos más altamente alergénicos. Estos incluyen alimentos comunes como el huevo, productos que contengan frutos secos, yogur u otros productos lácteos, trigo, sésamo, soja, pescado y mariscos. Lo ideal es incorporar productos que contengan maní a la dieta de estos bebés a partir de los 4 a 6 meses. Los estudios sugieren que esperar más tiempo puede aumentar las probabilidades de desarrollar una alergia.
Comience con bocados pequeños. Si su bebé no muestra signos de intolerancia o síntomas de alergia, la cantidad puede aumentarse gradualmente. Continúe manteniendo estos alimentos en su dieta de forma rutinaria en porciones adecuadas para su etapa del desarrollo (por ejemplo, 2 cucharaditas de mantequilla de maní, mantequillas de frutos secos, como castañas de cajú y pasta de sésamo, aproximadamente 1/3 de un huevo bien cocido, como huevo revuelto o duro).
Solo ofrezca estos alimentos, y todos los alimentos, en formas y texturas adecuadas para bebés. Por ejemplo, si bien la leche entera de vaca no se recomienda antes del año de vida, puede incorporar productos lácteos procesados como el yogur entero o yogur griego mezclado con una fruta que el bebé ya haya incorporado a su dieta.
Si su bebé tiene o tuvo eccema grave y persistente o una reacción alérgica inmediata a algún alimento, en especial los que son altamente alergénicos como el huevo, se considera que tiene "alto riesgo de ser alérgico al maní". Debe hablar con el pediatra de su hijo primero para determinar mejor cómo y cuándo incorporar alimentos complementarios altamente alergénicos.
Cómo evitar la asfixia al incorporar alimentos sólidos
No le debe dar maníes ni frutos secos enteros a los bebés o niños pequeños, ya que representan un riesgo de asfixia. Cuando están enteros pueden obstruir las vías respiratorias, y si se inhalan maníes enteros o parcialmente masticados hacia los pulmones, pueden causar una neumonía por aspiración química grave y posiblemente mortal. Evite los maníes enteros hasta que su hijo sea lo suficientemente grande para estar seguro de que los mastica bien (en general a partir de los 4 años).
Una forma segura de incorporar el maní a la dieta de un bebé es mezclar y diluir una pequeña cantidad de mantequilla de maní en cereal, puré de fruta o yogur. Otra buena opción es disolver mantequilla de maní en leche materna o de fórmula y dársela con una cuchara.
Recuerde
El momento en que cada niño estará listo para incorporar
alimentos sólidos dependerá de su propio ritmo de desarrollo. Una vez que esté listo, por lo general alrededor de los 6 meses, no hay ninguna evidencia que indique que demorar la incorporación de alimentos alergénicos, como el huevo, el maní, los productos lácteos y el sésamo evite las alergias. Si tiene alguna pregunta sobre la dieta de su bebé, no dude en consultar con el pediatra.
Nota: la American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda exclusivamente la
leche materna como única fuente de alimentación para su bebé durante aproximadamente los primeros 6 meses. Cuando agregue alimentos sólidos a la dieta de su bebé, continúe amamantándolo todo el tiempo que usted y su bebé deseen, durante 2 años o más. Consulte con el médico de su hijo sobre los
complementos de vitamina D y
hierro durante el primer año.
Más información
Acerca de la Dra. Cox
Amanda Cox, MD, FAAAAIes profesora adjunta de Pediatría en la División de Alergia e Inmunología Pediátrica de Icahn School of Medicine de Mount Sinai en Nueva York y alergista pediatra en
Jaffe Food Allergy Institute. Fue presidenta de la New York Allergy & Asthma Society y es miembro de la American Academy of Allergy, Asthma & Immunology donde forma parte del Comité de Reacciones Adversas a los Alimentos. La Dra. Cox es escritora y colaboradora en el libro
The Pediatrician's Guide to Feeding Babies and Toddlers (La guía del pediatra sobre la alimentación de los bebés y niños pequeños), ha escrito varios capítulos del libro y revisado artículos relacionados con las alergias alimentarias.
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Acerca del Dr. Pistiner
Michael Pistiner, MD, MMSc, FAAP es alergista pediatra y Director de Food Allergy Advocacy, Education, and Prevention en Mass General for Children, Harvard Medical School.
Se especializa en el control y la prevención de alergias alimentarias en bebés y niños pequeños, con un enfoque en estrategias para la incorporación temprana y el desarrollo de herramientas de apoyo para médicos. El equipo del Dr. Pistiner ha propuesto criterios modificados para identificar la anafilaxia en niños pequeños y ha desarrollado la Food Allergy Management and Prevention Clinician Support Tool for Infants and Toddlers (FAMP-IT.org) para ayudar a proveedores de atención primaria a prevenir y controlar alergias alimentarias en este grupo etario. Es miembro del Departamento de Alergia e Inmunología de la American Academy of Pediatrics.
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