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Edades y Etapas

Desarrollo emocional del niño en edad preescolar

La vida llena de fantasía de su hija de tres años le ayudará a explorar y aceptar una amplia gama de emociones, desde el amor y la dependencia hasta la ira, la protesta y el miedo. No solo asumirá identidades diferentes, sino que a menudo asignará cualidades y emociones de vida a los objetos inanimados, como un árbol, un reloj, un camión o la luna. Pregúntele por qué la luna sale por la noche, por ejemplo, y ella podría responder: “Para saludarme”.

De vez en cuando, no se sorprenda si su niño en edad preescolar le presenta a uno de sus amigos imaginarios. Algunos niños tienen un solo compañero de fantasía hasta por hasta seis meses, algunos cambian sus compañeros de juego imaginarios todos los días y otros nunca llegan a tener uno o en su lugar prefieren animales imaginarios. No debe preocuparle que estos amigos fantasmas puedan ser señal de soledad o malestar emocional, en realidad son una forma muy creativa para que su hijo represente diferentes actividades, líneas de conversación, comportamiento y emociones.

También notará que, a lo largo del día, su niño en edad preescolar pasa libremente de la fantasía a la realidad. En ocasiones, puede llegar a involucrarse tanto en su mundo de fantasía que no pueda distinguir dónde termina y empieza la realidad. Su experiencia de juego incluso puede extenderse a la vida real. Una noche, llegará a la mesa del comedor convencida de que ella es Cenicienta, otro día puede que se acerque a usted llorando después de escuchar una historia de fantasmas que ella cree que es verdad.

Si bien es importante tranquilizar a su niña cuando está asustada o molesta por un incidente imaginario, tenga cuidado de no restarle importancia o burlarse de ella. Esta etapa en el desarrollo emocional es normal y necesaria, y no se debe desalentar. Sobre todo, no bromee con ella sobre situaciones como "encerrarla si no come su comida" o “dejarla si no se apresura”. Ella cree todo lo que usted le diga y se sentirá aterrorizada el resto del día o durante más tiempo.

De vez en cuando, trate de participar en el juego de fantasía de su niña. Al hacerlo, usted puede ayudarla a encontrar nuevas formas de expresar sus emociones e incluso resolver algunos problemas. Por ejemplo, puede sugerir “enviarla a la escuela con su muñeca" para ver cómo se siente sobre asistir a la escuela preescolar. Sin embargo, no insista en participar en estas fantasías. Para ella, parte de la alegría de la fantasía es poder controlar estos dramas imaginarios, por lo que si usted le propone alguna idea de un juego imaginario, espere deje que ella haga con esto lo que más le guste. Si ella le pide que juegue con ella, es clave que su participación sea menor. Deje que el mundo de su juego sea el único lugar donde ella decida.

De vuelta a la vida real, hágale saber a su niña en edad preescolar que está orgulloso de su nueva independencia y creatividad. Hable con ella, escuche lo que dice y muéstrele que su opinión importa. Dele opciones siempre que sea posible, sobre los alimentos que come, la ropa que usa y los juegos que juegan juntos. Hacerlo le dará un sentido de importancia y la ayudará a aprender a tomar decisiones. Sin embargo, mantenga sus opciones simples. Por ejemplo, cuando vayan a un restaurante limite sus opciones a dos o tres elementos. De lo contrario, podría sentirse abrumada y no podrá decidir. (Un viaje a una heladería o tienda de yogur helado que vende varios sabores puede convertirse en algo muy doloroso si no limita sus opciones.)

¿Cuál es el mejor enfoque? A pesar de lo que ya hemos dicho, una de las mejores maneras de cultivar la independencia es mantener un control bastante firme sobre todas las áreas de su vida, sin dejar de darle al mismo tiempo cierta libertad. Hágale saber que usted sigue estando a cargo y que no espera que ella tome las decisiones importantes. Cuando su amigo la reta a subirse a un árbol, y ella tiene miedo, será reconfortante que sea usted quien diga no, de manera que no sienta la necesidad de admitir sus temores. A medida que vence muchas de sus ansiedades tempranas y se vuelve más responsable en la toma de sus propias decisiones, naturalmente, puede darle un poco más de control. Mientras tanto, es importante que se sienta segura y protegida.

Al igual que cuando tenía tres años, la vida de fantasía de su hijo de cuatro años seguirá siendo muy activa. Sin embargo, ahora está aprendiendo a distinguir entre la realidad y la fantasía, y podrá pasar de la realidad a la fantasía una y otra vez sin sentirse confundido.

A medida que los juegos de representación se vuelven más complejos, no se sorprenda si los niños experimentan con juegos de fantasía que implican alguna forma de violencia. En esta categoría están juegos como los de guerra, matando al dragón e incluso juegos de atrapada. Algunos padres prohíben a sus hijos jugar con armas que se compran en la juguetería, solo para descubrir que cortan, pegan y crean armas de cartón o simplemente apuntan con el dedo y gritan “bang, bang”. Los padres no deben entrar en pánico por estas actividades. Esto no evidencia que estos niños sean "violentos". Un niño no tiene idea de lo que es matar o morir. Para él, las armas de juguete son una manera inocente y entretenida de ser competitivos y aumentar su autoestima.

Si quiere un indicador del desarrollo de la autoconfianza de su hijo, escuche la forma en que le habla a los adultos. En lugar de vacilar, lo que pudo haber hecho dos o tres veces, ahora probablemente sea amable, conversador y curioso. También es probable que sea especialmente sensible a los sentimientos de otras personas, adultos y niños por igual, y disfrute al hacer felices a las personas. Cuando ve que están lastimados o tristes, lo que hará es mostrar compasión y preocupación. Esto probablemente se manifestará como un deseo de abrazar o "besar donde se lastimaron", porque esto es lo que él más desea cuando se lastima o está triste.

A la edad de cuatro y cinco años, su niño en edad preescolar también puede comenzar a mostrar un gran interés por la sexualidad básica, tanto la propia como la del sexo opuesto. Él podría preguntar de dónde vienen los bebés y sobre los órganos implicados en la reproducción y la eliminación. Es posible que quiera saber de qué manera los cuerpos de los niños y las niñas son diferentes. Cuando se enfrente a este tipo de preguntas, responda con términos sencillos pero correctos. Un niño de cuatro años, por ejemplo, no necesita saber los detalles acerca de las relaciones sexuales, pero debe sentirse en libertad para hacer preguntas, seguro de que va a recibir respuestas directas y precisas.

Junto con este aumento de interés en la sexualidad, probablemente también juegue con sus genitales e incluso puede demostrar un interés en los genitales de otros niños. Estas no son actividades sexuales adultas, sino signos de curiosidad normal y no justifican un regaño o castigo.

¿En qué punto los padres deben establecer límites a esa exploración? Esto es propiamente un asunto de familia. Probablemente es mejor no exagerar por este hecho a esta edad, ya que es normal si se hace con moderación. Sin embargo, los niños deben aprender lo que es socialmente apropiado y lo que no lo es. Así, por ejemplo, puede decidir decirle a su hijo:

  • El interés en los órganos genitales es sano y natural.
  • La desnudez y el juego sexual en público no son aceptables.
  • Ninguna otra persona, incluidos los amigos cercanos y familiares, puede tocar sus "partes privadas". Las excepciones a esta regla son los médicos y enfermeros durante los exámenes físicos y sus propios padres cuando están tratando de encontrar la causa de cualquier dolor o molestia que él sienta en el área genital.

Casi al mismo tiempo, su hijo también puede llegar a fascinarse con el progenitor del sexo opuesto. Es de esperarse que una niña de cuatro años compita con su madre por la atención de su padre, al igual que un niño pueda competir por la atención de su madre. Este comportamiento llamado edípico es una parte normal del desarrollo de la personalidad a esta edad y desaparecerá con el tiempo por sí solo si los padres lo toman con calma. No hay por qué sentirse amenazado o celoso por ello.

Última actualización
11/21/2015
Fuente
Caring for Your Baby and Young Child: Birth to Age 5 (Copyright © 2009 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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