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Vida familiar

Use su pasado como referencia

No tuve una niñez muy buena. ¿Cómo me aseguro de que mis hijos tengan una mejor experiencia que yo?

Cuando la mayoría de los padres crean sus expectativas para criar a sus hijos, toman en cuenta los recuerdos de su propia juventud. Como primer paso para entender su propio método de crianza, y para usar esa información de manera positiva, examínela a través del prisma de su propia niñez.

Para empezar, responda las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué recuerda de la familia en la que creció, particularmente sus relaciones con su madre y padre? ¿Qué le gusta más de la forma en que lo educaron?
  2. ¿Qué era lo que más disfrutaba hacer con cada uno de sus padres? La respuesta a esta pregunta podría darle una pista sobre las actividades que su propio hijo podría disfrutar hacer con usted.
  3. ¿Cuáles fueron las mayores dificultades que tuvo con sus padres? Esta información puede ayudarle a evitar áreas problemáticas con su propio pequeño, al mismo tiempo que entiende por qué responde a ciertas situaciones de padres en la forma que lo hace. Por ejemplo, si siente que sus padres fueron demasiado estrictos, usted podría volverse demasiado permisivo con su propio hijo; o si cree que su madre y padre fueron demasiado retraídos y callados, es posible que insista en hablar mucho con su hijo.
  4. ¿Cuáles cree que fueron las principales deficiencias que ellos tuvieron como padres? Si su propio padre maltrataba cuando se enojaba, por ejemplo, podría sentir ansiedad siempre que el mal genio estalla en su propia casa, y usted podría intentar evitar confrontaciones molestas.

Su experiencia familiar

También puede aprender mucho de relaciones de la niñez con sus hermanos y hermanas. Hágase preguntas como: ¿Cuáles fueron los mejores aspectos de su relación con sus hermanos? ¿Qué disfrutaba más hacer con ellos? ¿Qué problemas y conflictos tenía con ellos? ¿Cómo considera que sus padres manejaron estos conflictos?

Si fue hijo único, podría tener dificultad para ajustarse a la forma en que sus propios pequeños se relacionan entre sí; podría molestarle cuando pelean, aunque si creció con hermanos, entenderá que las peleas entre hermanos son bastante normales. O si era el hijo mayor (o menor) en su familia, de manera inconsciente podría identificarse más con su propio hijo mayor (o menor).

Cómo usar los recuerdos de su niñez

Piense en los eventos significativos que tuvieron lugar en su niñez. ¿Qué recuerda sobre los traslados o mudanzas a una ciudad nueva? ¿Empezar la escuela? ¿Enfermedades o lesiones? ¿Pérdidas (la muerte de una mascota, un amigo que se mudó, una bicicleta robada)? Estos recuerdos de la infancia pueden afectar cómo se relaciona con sus pequeños ahora. Si la pasó mal cada vez que se mudaban a un vecindario nuevo cuando era pequeño, podría ser difícil para usted hacer pasar a su propio hijo por la misma experiencia. Si el primer día en la escuela nueva siempre fue difícil para usted, podría sentirse especialmente ansioso cuando su hijo cambia de escuela.

Además, examine sus propios recuerdos de maestros y compañeros de clases, su rendimiento académico, lo que le gustaba y disgustaba de la escuela y los eventos escolares importantes (exámenes, informes orales, excursiones, ferias científicas). Piense en sus amistades de la niñez también: mejores amigos, adversarios, actividades con otros niños y cómo se ajustó a los cambios en las amistades.

A medida que se refleja en estas experiencias de la niñez, posiblemente reconozca cómo han influenciado sus respuestas a las interacciones de su propio hijo con otras personas, y no siempre de una forma positiva. Por ejemplo, su hijo más pequeño prefiere regresar a casa después de la escuela, tocar un instrumento musical, hacer las tareas escolares y no pasar mucho tiempo en actividades sociales. Sin embargo, si usted añoraba ser más popular cuando era pequeño, podría empujar a su hijo a que participe en más deportes o actividades de Scouts, aunque posiblemente él no tenga ningún interés en ello. Estos son temas en los que tiene que volverse más sensible.

Hable sobre su pasado

Como parte de esta autoevaluación, hable con su hijo pequeño acerca de sus recuerdos de la niñez. Le encantará escuchar historias sobre cómo era la vida cuando usted era de la edad de él. Le dará un sentido de historia y pertenencia. También le ayudará a pasar por los momentos difíciles cuando se entere de que a usted, también, posiblemente no lo invitaron a una fiesta a la que realmente quería ir, o que, como él, le daba miedo presentar un informe oral frente a la clase.

Última actualización
4/25/2016
Fuente
Caring for Your School-Age Child: Ages 5 to 12 (Copyright © 2004 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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