Durante las visitas a estos médicos, su médico llevará a cabo una serie de evaluaciones, como la medición de la altura, el peso y la presión arterial, una revisión de las funciones vitales, una evaluación de la vista y la audición y un examen físico completo. El médico se asegurará de que las vacunas de su hijo estén al día, y preguntará acerca de la dieta de su hijo, los hábitos de ejercicio y los patrones de sueño. Él o ella también pueden remitirlo a otros profesionales de la salud: Por ejemplo, los niños deben tener chequeos dentales regulares que comienzan a los tres años. Si un pediatra detecta problemas en los ojos durante la revisión de rutina, él o ella pueden remitir a su niño a un oftalmólogo para una evaluación y atención adicional.
El pediatra está interesado no solo en la salud física de su hijo, sino también en su bienestar mental y emocional. Es apropiado discutir cuestiones como las experiencias escolares de su hijo, las relaciones con los compañeros, las dificultades familiares y las tensiones diarias.
Durante estos años intermedios, también anime a su hijo a adoptar buenos hábitos de higiene personal: bañarse con regularidad, lavarse las manos rutinariamente antes de comer y después de ir al baño, como una forma de prevenir la propagación de enfermedades infecciosas; cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental una vez al día.
A través de estas medidas preventivas usted puede reducir el riesgo de enfermedades y de lesiones de su hijo y, en el proceso, mantener bajos sus gastos médicos.