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Vida sana

En búsqueda de un refugio seguro: la detención de niños y familias inmigrantes

Los niños no migran. Los niños huyen. Muchos de estos niños han sido víctimas de violencia indescriptible y han sido expuestos al trauma. Están huyendo de sus países que tienen los índices más altos de violencia en el hemisferio y de una pobreza desesperada. Las familias no tienen más opción que enviar a los niños solos. Estos niños son vulnerables, están atemorizados y necesitan de nuestra compasión. Y, sobre todo, merecen tener buena salud y sentirse a salvo.

Cuando los niños y las familias llegan a la frontera de los Estados Unidos y piden protección, se enfrentan a un sistema de inmigración complicado que incluye el ser detenidos en un centro de detención donde con frecuencia son separados de sus seres queridos.  

La American Academy of Pediatrics (AAP) publicó una declaración de política, “La detención de niños inmigrantes” en respuesta al aumento de menores no acompañados y de familias inmigrantes en las fronteras de los Estados Unidos. Este comunicado hace un llamado a cumplir con las siguientes "normas de atención" a los niños inmigrantes y refugiados:

  • Los niños se merecen nuestra compasión y ayuda

  • Los niños nunca deben ser separados de sus padres o de sus familias

  • Los niños nunca deben ser puestos en centros de detención

Una mirada a la vida en la frontera

En el 2016, varios pediatras de la AAP visitaron algunas de las instalaciones para el procesamiento y detención donde los niños son detenidos en la frontera de los Estados Unidos. Descubrieron que ninguna de ellas cumplía con las normas básicas de atención y cuidado mencionadas anteriormente.

El Dr. Alan Shapiro es un pediatra que trabaja en el Sur de Bronx en Nueva York y presta atención a cientos de niños que cruzan la frontera, la mayoría de Centro América. Estos niños vienen aquí buscando un refugio seguro en los EE. UU. —a veces solos, algunas veces con sus padres. El Dr. fue invitado a visitar el Centro Residencial del Condado Berks, localizado a 3 horas por carretera de la ciudad de Nueva York para entrevistar a madres y a niños.

"Después de oír infinidad de historias sobre lo que les pasa a los niños y a las familias una vez que llegan a la frontera, quería ver por mí mismo estos centros de detención. En uno de los viajes, entrevisté a mujeres y niños que habían sido detenidos hasta por un año. Me sorprendió enterarme de que hubiera niños pequeños que habían pasado la mitad de sus vidas en un centro de detención. Me partía el corazón ver a los adolescentes que habían logrado escapar de amenazas contra sus vidas solo para terminar prisioneros en los Estados Unidos, esperando para saber si un juez les permitiría reunirse con sus familias".

La Dra. Julia Linton presta atención a niños de familias inmigrantes en Winston Salem, Carolina del Norte.

"Siempre recordaré los brazos de ​una pequeña​ niña aferrados a la madre ​en mi clínica, que días después de haber sido reunida con su madre después de haber sido separada de ella en la frontera, no perdía de vista a su madre ni un momento. Y nunca olvidaré el valor y la resiliencia de un niño pequeño que vestía pijamas de rayas de tigre y que intentaba hacer sonreír a su madre dentro de los confines a modo de jaulas del centro de procesamiento".

La Dra. Marsha Griffin presta atención a los niños inmigrantes y a sus familias de Centro América y México en una camioneta médica ambulante y en un centro de atención de relevo para los padres recientemente liberados a lo largo de la frontera de Texas y México. Ella no puede olvidar a un padre que lloró cuando le contó que había sido separado de su hija de 12 años cuando llegaron al centro de procesamiento. Se le permitió quedarse con sus dos hijos varones, pero a su hija la colocaron en una celda con otras mujeres. Ella no podía ver a su padre o hermanos desde su celda y allí pasó tres días atemorizada, llorando sola en una celda con extraños.

​​​"Nunca olvidaré las lágrimas que corrían por el rostro de otro padre cuando le pregunté a dónde estaba la madre de su hijo. Me dijo que los agentes de la patrulla fronteriza los habían separado y enviado a su esposa e hija a otro lugar. No tenía idea dónde estaban ni cómo encontrarlas. Estas historias y cientos de otras me atormentan".    

Por qué el proceso de detención es perjudicial para los niños

La AAP cree firmemente que ningún niño debe ser puesto en detención. Los niños en los centros de procesamiento no tienen camas adecuadas, alimentos o agua y pueden en algunos casos dormir en pisos de cemento. Las temperaturas son muy frías y las luces están prendidas las 24 horas del día. Incluso los períodos cortos de detención pueden causar trauma psicológico y problemas de salud mental a largo plazo.

La separación de las familias puede ser muy aterrorizante y estresante para los niños. Cuando los niños están creciendo y desarrollándose, sus cerebros cambian en respuesta a sus entornos y experiencias. El miedo y el estrés, especialmente si ocurre por largo tiempo, puede afectar al desarrollo del cerebro. Esto se conoce como estrés tóxico.

El estrés tóxico puede ocasionar los siguientes problemas de salud en los niños:

  • Problemas para usar el inodoro, problemas de sueño, alimentación, aprendizaje y concentración.

  • Depresión, ansiedad y síntomas de estrés postraumático.

  • Aumento en el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y depresión en el futuro.

La alternativa recomendada para la detención:

En lugar de detención, la AAP recomienda dejar a estos niños y a sus familias en libertad en la comunidad mientras su caso de inmigración es tramitado. Mantener a las familias juntas es crítico —especialmente cuando tienen que enfrentar nuevas y desconocidas experiencias. 

Cómo ayudar a los niños a entender y sobrellevar estas situaciones

En tiempos de incertidumbre, es comprensible que muchas familias de inmigrantes sientan mucho estrés, ansiedad y miedo. Sin embargo, hay cosas que los padres y cuidadores pueden hacer para cerciorarse de que los niños se sientan a salvo y protegidos en sus vidas cotidianas.

  • Hable. Hable con sus niños sobre los recientes cambios en las políticas de inmigración y dígales lo que podrían significar para su familia y sus amigos. La cantidad de información que usted les dé dependerá de las edades de sus hijos. Por ejemplo, los niños mayores por lo general están más preparados a escuchar más detalles que los niños más pequeños.

  • Ponga atención. Esté pendiente y alerta de lo que están viendo sus hijos en la televisión, el internet y en las redes sociales. Cuando los niños ven las noticias, mírenlas juntos para que puedan hablar sobre lo que ven y cómo los hace sentir.

  • Escuche. Si sus niños están siendo víctimas de discriminación, acoso escolar o han visto a alguien de su familia ser sacado del hogar para ser deportado, anímelos para que le comuniquen cómo se sienten —incluyendo sus miedos, ansiedades o indignación. Escuche a sus niños hablar al respecto —una y otra vez si es necesario— y tranquilícelos comunicándoles lo que están haciendo para mantenerlos a salvo.

  • Cuide de sí mismo. Los niños se dan cuenta cuando sus padres o sus seres queridos están ansiosos o enfadados. Si usted está preocupado o tratando de lidiar con sus propias emociones, busque a alguien en quien confíe para ayudarlo con sus inquietudes personales. Los niños dependen de los adultos a su alrededor para sentirse a salvo y seguro

Consejos para las familias que les preocupa su estado de inmigración

Las medidas para el cumplimento de las leyes de inmigración pueden resultar en la separación de un padre o un cuidador principal sin previo aviso o sin tiempo para prepararse. Si está preocupado por su estado legar o teme ser separado de su familia, es sumamente importante que elabore un plan para garantizar la salud y la seguridad de sus hijos.

La AAP recomienda tomar las siguientes medidas:

  • Pídale a un adulto de confianza que firme un poder notarial para que él o ella puedan cuidar de sus hijos en el caso de que lo separen de sus hijos o sea deportado.

  • Mantenga copias de todos los registros médicos, incluyendo el de las vacunas, medicamentos y cualquier otra información de la salud. Dele una copia a un adulto de confianza.

  • Mantenga copias de los registros de nacimiento de su hijo, su tarjeta del seguro social y pasaporte. Dele una copia a un adulto de confianza.

  • Mantenga copias de los registros de la escuela de su niño. Dele una copia a la persona que ha designado con un poder notarial.

Las familias que necesitan ayuda con casos de inmigración pueden hablar con un abogado licenciado. A continuación, le brindamos más recursos útiles.

Un último llamado a la compasión

Esta no es la primera vez en la historia de nuestra nación que las personas han buscado refugio cuando huyen de la guerra o la violencia. Debemos garantizar que los niños que están buscando un refugio seguro en este país sean tratados de manera adecuada. Debemos tratarlos con humanidad y compasión y evitar causarles trauma adicional —particularmente a los más vulnerables, nuestros niños.​

Información adicional:


 
Última actualización
6/8/2020
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright © 2017)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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