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Seguridad y Prevención

Inundaciones repentinas: seguridad y recuperación para familias afectadas

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Las inundaciones son uno de los desastres naturales más comunes en los Estados Unidos. Generalmente ocurren después de lluvias intensas o prolongadas, o por el derretimiento rápido de la nieve. En los últimos años, las inundaciones se han vuelto más frecuentes, en parte debido a la deforestación, la urbanización y el cambio climático.

Si bien los efectos de una inundación pueden ser devastadores, existen medidas que las familias pueden tomar para ayudar a proteger la salud y seguridad de sus hijos.

¿Qué son las inundaciones repentinas?

Las inundaciones repentinas son diferentes a las inundaciones comunes. Ocurren de forma más súbita (en cuestión de 6 horas, o incluso minutos) durante lluvias torrenciales o marejadas ciclónicas, o cuando ceden presas o diques.

¿Por qué son tan peligrosas las inundaciones repentinas?

La intensa fuerza del agua en movimiento, junto con los escombros como árboles y rocas que arrastra, hacen que las inundaciones repentinas sean extremadamente destructivas.

Un galón de agua pesa 8 libras, por lo tanto, cientos de galones de agua en movimiento ejercen una fuerza de miles de libras. Tan solo 15 centímetros de agua en movimiento pueden derribar a una persona, y 60 centímetros pueden arrastrar un vehículo.

De hecho, el Servicio Meteorológico Nacional considera a las inundaciones repentinas la principal causa de muerte relacionada con el clima en Estados Unidos.

Conozca el riesgo de inundaciones repentinas en su zona y prepárese

Las inundaciones repentinas pueden ocurrir en casi cualquier lugar, pero el riesgo es mayor en pendientes pronunciadas, zonas bajas, áreas urbanas con mucho pavimento y regiones recientemente afectadas por incendios forestales. Consulte los mapas actualizados de inundaciones de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) para saber si su zona está en riesgo de inundación. En este artículo también encontrará información sobre el riesgo de inundaciones y otros desastres naturales en su zona, además de consejos para que su familia esté preparada.

Esto es lo que puede hacer antes, durante y después de una inundación:

Cómo proteger a los niños durante una inundación repentina

  • Manténgase informado a través de la radio meteorológica o los sistemas de alerta locales para recibir actualizaciones e instrucciones de emergencia. Evacúe de inmediato si las autoridades así lo indican.

  • No permita que los niños caminen ni jueguen en agua de inundación en movimiento, incluso si se trata de un área dentro de su hogar, como el sótano.

  • Si queda atrapado dentro de un edificio, busque subir al nivel más alto disponible.

  • Si su hijo o hija adolescente conduce, recuérdele el peligro de conducir durante una inundación:

  • Dé la vuelta, no se arriesgue: nunca conduzca por áreas inundadas o con agua estancada. El agua en movimiento, aunque sea poco profunda, puede arrastrar un automóvil. Además, el pavimento podría estar dañado o haberse erosionado.

  • Si el nivel del agua sube alrededor del vehículo pero no está fluyendo, abandónelo y diríjase a un terreno más alto. No salga si el agua está en movimiento. Si el agua empieza a ingresar al automóvil, suba al techo si es posible.

  • Tenga especial precaución durante la noche, cuando los peligros son más difíciles de detectar.

  • No acampe ni estacione cerca de ríos, arroyos o canales durante lluvias fuertes. Estas áreas pueden inundarse rápidamente sin previo aviso.

  • Evite cruzar puentes sobre aguas rápidas. El agua en movimiento puede destruir puentes de manera repentina.

  • Si queda atrapado en un vehículo rodeado por agua en movimiento, permanezca dentro del automóvil. Suba al techo si el agua está ingresando.

Qué debe hacer después de una inundación repentina: consejos para la recuperación

Las consecuencias de una inundación repentina pueden ser tan peligrosas como la propia emergencia. Entre los principales riesgos se encuentran los peligros eléctricos, el moho y el agua contaminada. Los niños son especialmente vulnerables a estos factores ambientales.

Limite la participación de los niños en las tareas de limpieza tras la inundación. Tampoco deben participar adolescentes ni mujeres embarazadas. Antes de permitir que los niños regresen a un área afectada, asegúrese de que todo haya sido limpiado y desinfectado adecuadamente, incluyendo juguetes, ropa y objetos de uso frecuente.

¿Es seguro regresar a su hogar?

  • Regrese solo cuando las autoridades locales hayan indicado que es seguro hacerlo.

  • Antes de entrar, observe si hay cables eléctricos caídos, tuberías de gas dañadas, grietas en los cimientos u otros signos de daño estructural.

  • Algunas partes de la vivienda podrían haber colapsado. Acerque con precaución y verifique techos, aleros y otras estructuras inestables.

  • Esté alerta ante la posible presencia de animales salvajes, como serpientes venenosas, que podrían haber ingresado con el agua.

  • Si detecta olor a gas natural o propano, o escucha un sonido de fuga, evacúe de inmediato y llame al 911.

  • Si hay cables eléctricos caídos cerca de su hogar, no camine sobre charcos ni agua estancada.

Limpieza posterior a la inundación

  • No permita que los niños jueguen en el agua de la inundación ni con lodo, piedras o escombros que hayan estado en contacto con esa agua. Podrían contener bacterias, productos químicos o aguas residuales.

  • Si usted o su hijo tienen una herida abierta que entra en contacto con agua contaminada, podría ser necesario recibir una vacuna de refuerzo contra el tétanos.

  • Use botas y guantes de goma para realizar las tareas de limpieza. Proteja y cubra todas las heridas o llagas abiertas. Utilice un respirador N95 aprobado por NIOSH si debe limpiar moho u otros desechos.

  • Las personas con enfermedades respiratorias subyacentes o inmunodeprimidas deben evitar las áreas de remediación.

  • Practique una higiene rigurosa: lávese las manos con frecuencia o use desinfectante, especialmente antes de manipular alimentos o utensilios.

Agua potable contaminada

  • Si recibe agua potable de un sistema público, esté atento a los anuncios oficiales sobre la seguridad del suministro. Si su hogar utiliza un pozo privado, siga las recomendaciones de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA).

  • No utilice agua contaminada para lavarse las manos, cepillarse los dientes, preparar alimentos, lavar utensilios, hacer hielo ni preparar fórmula para bebés. Si es posible, utilice fórmula lista para consumir.

Alimentos contaminados

  • Deseche todos los alimentos o productos que hayan estado en contacto con agua de inundación, incluidos enlatados, botellas, utensilios de cocina, superficies de preparación de alimentos y tetinas para biberones. Si tiene dudas, deséchelo.

  • Si su hogar estuvo sin electricidad por un período prolongado, deseche los alimentos que puedan haberse descompuesto o contaminado. Recuerde apagar la máquina de hacer hielo si las autoridades indican que no debe consumir agua del grifo. Si no abre la puerta del congelador, este puede mantener los alimentos congelados durante 2 días. El refrigerador mantiene los alimentos fríos por aproximadamente 4 a 6 horas.

Superficies contaminadas

  • Las superficies contaminadas deben desinfectarse para eliminar gérmenes. El cloro doméstico es eficaz, económico y fácil de conseguir. Aplique la solución con cloro y déjela actuar al menos 2 minutos antes de limpiarla.

  • No utilice productos de limpieza, desinfección o sanitización cerca de los niños. Asegúrese de contar con buena ventilación para evitar la exposición a vapores tóxicos.

Juguetes y áreas de juego

  • Limpie y desinfecte las áreas de juego, así como todos los juguetes, libros, ropa y objetos de uso frecuente.

  • No permita que los niños jueguen con objetos que hayan estado en contacto con agua de inundación y que no puedan desinfectarse adecuadamente, como peluches o almohadas.

Impacto emocional de las inundaciones en los niños

Además de los riesgos físicos, los desastres naturales pueden afectar la salud mental de los niños. Limite la exposición a noticias o imágenes del desastre. Anime a sus hijos a expresar sus dudas o inquietudes, y respóndales con honestidad. Muchos temores se basan en información incompleta o malinterpretada. Brinde tranquilidad cuando sea posible, pero evite dar falsas esperanzas si el riesgo es real.

Si le preocupa el comportamiento de su hijo o hija, comuníquese con su pediatra, proveedor de atención primaria o un profesional de salud mental calificado. Para más información, consulte nuestro artículo Cómo hablar con los niños sobre desastres.

Más información:

Última actualización
11/14/2025
Fuente
Adapted from Flash Floods and Flood Recovery: Disaster Management Resources (American Academy of Pediatrics Copyright © 2024)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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