Los trampolines suelen considerarse una gran fuente de diversión y ejercicio para los niños. Sin embargo, miles de personas resultan lesionadas en trampolines todos los años. Las lesiones pueden ocurrir aun cuando el trampolín tenga instalado una malla protectora y tenga protectores acolchados y en la misma presencia de los padres.
Lesiones comunes
Miles de personas se lesionan en trampolines todos los años. La mayoría de estas lesiones ocurren en trampolines instalados en las casa.s Los niños menores de 6 años tienen el riesgo más alto de sufrir lesiones.
Las lesiones comunes incluyen:
Fractura de huesos (que a veces requieren de cirugía).
Conmociones cerebrales y otras lesiones al cráneo.
Esguinces/torceduras.
Moratones, raspones y cortaduras.
Lesiones del cuello y la médula espinal (que pueden llevar a parálisis permanente o a la muerte).
Cómo ocurren las lesiones:
La mayoría de las lesiones ocurren cuando hay más de una persona usando o saltando en el trampolín.
Cómo se pueden lastimar los niños:
Aterrizan mal al saltar.
Aterrizan mal cuando están intentando volteretas y piruetas (éstas no deben ser permitidas debido al riesgo que corren de lesiones del cuello y la cabeza).
Chocan con otra persona.
Caen o saltan fuera del trampolín.
Aterrizan en los resortes o en el marco.
Recomendación de la AAP
¡No compre un trampolín para su casa! Los trampolines están de moda y son una forma divertida de hacer ejercicio, pero hay otras maneras más seguras para exhortar a sus niños a que practiquen la actividad física como lo es jugar a la pelota, montar en bicicleta (con un casco protector), o participar en un deporte de equipo.
La AAP recomienda que los mini-trampolines y los de tamaño regular no se instalen en las casas, en clases de gimnasia de rutina o en parques de recreo. Éstos sólo deben usarse en programas supervisados de entrenamiento para gimnastas, clavados u otros deportes competitivos. Sólo se debe permitir que una persona salte a la vez.
Si usted decide comprar un trampolín para su casa, la AAP le recomienda que tome las siguientes precauciones:
Saltar sólo cuando está siendo vigilado por un adulto.
Permitir saltar sólo a una persona a la vez.
No permitir piruetas.
Instalar protectores acolchados de la forma recomendada y que estén en buena condición.
Revisar el equipo con frecuencia.
Reemplazar el protector acolchado, la malla protectora o cualquier otra pieza cuando se averíen.
Los padres deben revisar su póliza de seguro para el hogar y obtener cobertura para las lesiones relacionadas con un trampolín si no están incluidas en la póliza básica.