Una vez que su hijo entra en la adolescencia, la seguridad en el agua se torna un desafío aún mayor. Aunque los adolescentes hayan completado un
programa de natación y se sientan confiados en el agua, a muchos les gusta ir con sus amigos a la piscina o a la
playa, sin su supervisión.
Si bien el riesgo de ahogamiento en la infancia disminuye después de los 4 años, en realidad, vuelve a aumentar durante la adolescencia. Esto es un hecho, incluso entre quienes nadan bien.
¿Por qué aumenta el riesgo de ahogamiento en los adolescentes?
Es probable que el riesgo de ahogamiento entre adolescentes aumente por varios motivos, entre otros:
Los adolescentes tienden más a sobrevalorar sus habilidades y a subestimar las situaciones peligrosas. Si bien por lo general carecen de experiencia, los adolescentes tienden a sentirse invencibles. A esa edad, la
parte del cerebro que controla la toma de decisiones complejas y el control de los impulsos todavía está en desarrollo y por eso es más probable que los adolescentes asuman riesgos. Además, por lo general los adolescentes se sienten juzgados por sus pares y es probable que quieran seguirles el ritmo o impresionarlos, aunque no tengan las habilidades de natación y la experiencia suficientes.
Los peligros de beber y ahogarse. Los riesgos de
abuso de sustancias son un factor importante durante la adolescencia. Por ejemplo, para cuando llegan al 12.º grado, alrededor de dos tercios de los estudiantes ya probaron el alcohol. Las investigaciones muestran que el
alcohol es uno de los principales factores en los casos de ahogamientos: beber alcohol cuando se está nadando o navegando es una de las causas fundamentales del 30 % al 70 % de las muertes durante actividades acuáticas recreativas entre adolescentes en EE. UU.
El riesgo de ahogamiento entre adolescentes aumenta en lagos, ríos y otros cuerpos de agua naturales
Mientras que los niños más pequeños en EE. UU. tienen más probabilidades de ahogarse en piscinas, los adolescentes tienen más probabilidades de ahogarse en lagos, ríos,
océanos, estanques, y otros
cuerpos de agua naturales.
Cómo mantener seguro a su hijo cuando esté en el agua o cerca:
La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda a las familias usar distintas formas combinadas de protección contra el ahogamiento.
Estos son algunos de los aspectos importantes a tener en cuenta cuando los niños ingresan en la adolescencia:
Asegúrese de que todos sepan nadar. Si su familia aún no ha podido aprender habilidades básicas de natación y supervivencia en el agua, todavía está a tiempo. Muchas organizaciones ofrecen
clases de natación específicamente dirigidas a adolescentes y adultos. Incluso es posible que su hijo adolescente disfrute tanto de estas clases que siga con entrenamiento de guardavidas, reforzando así sus habilidades de seguridad en el agua (y, como ventaja adicional, se preparan para un posible trabajo de verano).
Siga supervisando: así salvará vidas. Recuerde que saber nadar no hace que ningún niño, de ninguna edad, sea "a prueba de ahogamientos". Incluso entre los niños más grandes y los adolescentes, la mayoría de los ahogamientos ocurren cuando no hay supervisión de adultos. Asegúrese de que su adolescente sepa que solo debe nadar donde haya guardavidas de turno y que nunca nade solo. Ínstelo a emplear un sistema de amigos cercanos, incluso cuando nade con grandes grupos de amigos.
Enseñe a su adolescente a sumergir primero los pies en el agua cuando ingrese por primera vez. Es importante saber de antemano cuál es la profundidad del agua. Además, sumergir primero los pies los ayuda a saber si hay peligros debajo del agua, como rocas grandes que no se pueden ver desde la superficie. Asegúrese de que busquen (y respeten) los carteles que indiquen "No zambullirse". Zambullirse en aguas peligrosas puede traer como consecuencia
lesiones de columna graves y, a veces, permanentes.
Elija con cuidado los lugares de agua natural para nadar. Los adolescentes deben entender que nadar en un río o en el océano puede ser muy diferente a nadar en una piscina. Antes de entrar en aguas naturales como el océano o los lagos, enseñe a su hijo a:
limitarse a las áreas aptas para nadar designadas, donde haya guardavidas
evitar playas con olas grandes, resaca fuerte o
corrientes superficiales fuertes
mantenerse alejado de áreas donde hay embarcaciones y gente pescando
Usar siempre salvavidas al navegar. Los adolescentes siempre deben usar
chalecos salvavidas aprobados por la Guardia Costera de los EE. UU. siempre que se encuentren en botes o barcos, motos de agua u otro tipo de embarcaciones. Los adultos también deben usar el suyo al navegar, para dar buen ejemplo y estar listos para ayudar en casos de emergencia. Asegúrese de que su adolescente sepa que no debe confiar nunca en tubos y balsas inflables como salvavidas.
Mantenerse sobrio cuando esté en el agua. Hable con su hijo adolescente sobre cuánto más peligroso es estar en el agua si se consumen
bebidas alcohólicas y
drogas. El consumo de alcohol durante la navegación aumenta el riesgo de ahogamiento entre los pasajeros y los conductores de la embarcación. Explique que el alcohol interfiere en las habilidades para nadar, el equilibro, la coordinación y el buen criterio, y que puede aumentar el riesgo de hipotermia en el agua. Los adultos también deben evitar consumir bebidas alcohólicas cuando estén supervisando niños, o antes de nadar, navegar o hacer esquí acuático.
Ser consciente de los peligros del agua en climas fríos. Recuerde a su adolescente que no camine ni ande en motos de nieve sobre hielo fino o que se esté descongelando.
Todo el mundo debe saber cómo responder ante una emergencia de ahogamiento. Todo el mundo, incluyendo a padres, cuidadores y niños mayores, deben aprender RCP y técnicas de rescate seguro para responder cuando hay problemas en el agua. También deben saber cómo obtener ayuda. Anime a la escuela preparatoria de su hijo a ofrecer capacitación en RCP en las clases de salud.
Recuerde:
Cada año, cientos de adolescentes, incluidos algunos que son buenos nadadores, se ahogan en EE. UU. Pero estas tragedias se pueden evitar. Hable con su pediatra durante los exámenes anuales de control médico de su hijo adolescente sobre la seguridad en el agua.
Más información