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Seguridad y Prevención

Múltiples vacunas al mismo tiempo: ¿qué es lo mejor?

Múltiples vacunas al mismo tiempo Múltiples vacunas al mismo tiempo

Un niño sano recibe muchas formas de apoyo: buena nutrición, actividad física, controles regulares con el pediatra y vacunas. Las vacunas son importantes porque preparan al sistema inmunitario de su hijo para evitar enfermedades serias que son prevenibles.

Pero, ¿por qué a veces los niños reciben varias vacunas durante una misma cita con el médico? y ¿por qué algunas inyecciones contienen varias vacunas?

Siga leyendo para entender cómo reacciona el cuerpo de su hijo cuando recibe múltiples vacunas al mismo tiempo. Aprenda por qué esta estrategia es una parte fundamental del sistema de apoyo que mantiene a su hijo sano, para que pueda concentrarse en crecer, desarrollarse y aprender.

Por qué el momento en que se ponen las vacunas es importante

Los niños nacen con sistemas inmunes listos para aprender a resistir los gérmenes que encontrarán en el ambiente en el que viven. Sin embargo, necesitan tiempo para desarrollarse completamente.

Las vacunas garantizan que los sistemas inmunitarios de bebés, niños pequeños y niños mayores aprendan a reconocer y resistir enfermedades como la polio, el sarampión y la tosferina lo más temprano posible. Esa es la razón por la que el ritmo de vacunación recomendado por la AAP es tan importante para mantener a los niños sanos.

Así como su hijo alcanza metas de desarrollo a medida que crece, su sistema inmunitario pasa por etapas a medida que se desarrolla y se vuelve más fuerte.

Los investigadores médicos han estudiado en profundidad cada parte del proceso de desarrollo del sistema inmunitario. Por eso sabemos que el sistema inmunitario aprende mejor cuando las vacunas se ponen en edades determinadas. Por ejemplo, el sistema inmunitario de un bebé está listo para aprender a resistir la hepatitis B desde la primera dosis de la vacuna. Sin embargo, necesita esperar por lo menos 6 semanas para aprender de la vacuna contra el tétanos (DTaP).

El ritmo de vacunación que la AAP recomienda

El calendario de vacunación recomendado por la AAP está diseñado para ayudarlo a asegurarse de que su hijo reciba cada vacuna en el momento adecuado, cuando su sistema inmunitario está listo para aprender mejor de cada una de esas vacunas.

El calendario ha sido establecido teniendo en cuenta dos consideraciones:

  • los momentos en los que el sistema inmunitario de los niños está listo para responder a cada vacuna, y

  • los momentos en los que los niños necesitan más protección frente a enfermedades contagiosas que pueden prevenirse.

La conveniencia también es un factor importante. Cuando varias vacunas se ponen a la vez, se necesitan menos visitas al consultorio del pediatra para mantener a los niños al día con sus vacunas. Es más fácil para las familias organizar el tiempo así.

Equipos de epidemiólogos, especialistas en el sistema inmunitario, pediatras y otros investigadores médicos actualizan el calendario con regularidad. Se reúnen cada año para compartir y revisar los más recientes y mejores avances científicos. Usan información de calidad para determinar cuáles son las mejores recomendaciones para padres sobre dosis y ritmo de vacunación. Esto garantiza que su pediatra, y todos los pediatras a lo largo y ancho de los Estados Unidos, le den consejos basados en la ciencia más reciente a su familia.

Combinar algunas vacunas en una sola inyección, o recibir varias vacunas en la misma visita al médico, ha sido estudiado cuidadosamente y evaluado por muchos años para asegurar que funcione bien para los niños.

¿Sabía qué...

...el sistema inmunitario de los niños puede con cientos o, incluso, miles de gérmenes al mismo tiempo? Lo hace todos los días mientras los niños se arrastran por el suelo, juegan y exploran su mundo. Introducir unos pocos gérmenes debilitados en el cuerpo a través de las vacunas le da una oportunidad importante al sistema inmunitario de su hijo. Puede practicar cómo protegerlo y aprender a mantenerlo a salvo de infecciones.

Por ejemplo, durante el chequeo médico de los 2 meses, la mayoría de los bebés reciben vacunas que los protegen contra seis o siete enfermedades diferentes. Esto significa que, a los 2 meses de edad, el sistema inmunitario de su bebé está listo para aprender de todas esas vacunas al mismo tiempo.

El cuerpo de su bebé aprende a protegerse con su apoyo

El sistema inmunitario de su bebé comienza a aprender desde el vientre a identificar y resistir gérmenes dañinos. Recibe células con memoria (anticuerpos) de su madre con información sobre algunos de los gérmenes que encontrará en el mundo. Sin embargo, esa protección es temporal.

Una vez que nacen, el sistema inmunitario de los bebés está listo para continuar aprendiendo, pero necesita tiempo. Las vacunas son aliados que los guían en ese proceso.

Los cuerpos responden a las vacunas creando nuevas células con memoria. Esas células guardan instrucciones para identificar y resistir gérmenes que pueden causar enfermedades.

Algunas vacunas incluyen varias dosis distribuidas a lo largo de meses o años, y han sido creadas para dar inmunidad de por vida (Hib, hepatitis A y varicela, entre otras). Otras vacunas necesitan dosis de refuerzo cada año porque existen algunos gérmenes que cambian a lo largo del tiempo (influenza o COVID). También hay vacunas que los niños reciben en combinación (MMR y DTaP).

La vacuna MMR o triple viral es una vacuna combinada contra las paperas, el sarampión y la rubéola. Los niños reciben 2 dosis. La primera dosis se administra cuando tienen entre 12 y 15 meses de edad, y la segunda dosis cuando tienen entre 4 y 6 años.

Cuando los niños reciben las dos dosis de la vacuna MMR en los momentos adecuados, sus sistemas inmunitarios aprenden a resistir tres enfermedades. La vacuna MMR es una de las más efectivas que se han desarrollado, por eso es muy probable que su niño no contraiga ninguna de esas enfermedades. Si ocurre que se infecta, los síntomas que tendrá serán leves.

¿Por qué es mejor no aplazar o reorganizar las vacunas?

Reorganizar el calendario de vacunación para que haya más tiempo entre dosis o vacunas solo retrasa el proceso de aprendizaje del sistema inmunitario. Hace que su niño sea vulnerable a tener una infección seria cuando en lugar de eso su cuerpo podría estar aprendiendo a desarrollar inmunidad frente a infecciones.

No hay manera de predecir qué niños se enfermarán seriamente cuando contraen alguna infección. Por eso el riesgo que se toma cuando se reorganiza el calendario es bastante alto.

Si su niño se expone a alguna enfermedad sin haber sido vacunado, podría enfermarse seriamente, ser hospitalizado o desarrollar lesiones o condiciones de salud que pueden acompañarlo durante años o incluso toda la vida.

Entre más joven sea un niño, más alto es el riesgo. Los bebés son el grupo de edad con más probabilidades de ser hospitalizado o morir de enfermedades que las vacunas pueden prevenir.

Justo a tiempo

Justo a tiempo

Por Anita Emly

Cuando tuve mi primer bebé, decidí no ponerle todas las vacunas recomendadas y aplazar aquellas que pensé que sí podía ponerle porque me parecían seguras. Me consideraba una persona razonablemente bien informada y pensé que hacer eso sería una forma de evitar posibles riesgos.

Cuando mi hija cumplió un año, todavía sin recibir algunas vacunas, empecé a sentir dudas sobre ponerle las vacunas que sí había pensado darle. Finalmente decidí no continuar con el proceso de vacunación, incluso usando el calendario con vacunas selectivas y aplazadas que había creado para ella.

Un año después, quedé embarazada de nuevo. Mi esposo y yo no sabíamos cómo tomar una decisión en este caso. No sabíamos si ibamos a vacunar o no al bebé. Decidí revisar detalladamente toda la información sobre vacunas que pude encontrar.

Lo primero que me hizo cuestionar lo que pensaba sobre las vacunas fue darme cuenta de que existen muchos estudios sobre la vacuna contra la tosferina y otras que se reciben durante el embarazo.

Luego aprendí sobre el trabajo intenso que toma la creación del calendario de vacunación, y sobre la manera en que la seguridad de las vacunas es monitoreada en muchos países al rededor del mundo (enlace en inglés).

También me di cuenta de que todos estos países, con sistemas de salud y gobiernos diferentes, incluyendo naciones que rara vez pueden ponerse de acuerdo en algo, han llegado a un consenso sobre la importancia de la vacunación (enlace en inglés).

Al mismo tiempo en que yo estaba descubriendo todo esto, una amiga se enfermó de influenza. Se enfermó tanto que tuvo que ser hospitalizada. No se había puesto la vacuna contra esa enfermedad. En menos de tres semanas, pasó de tener influenza a tener neumonía, y luego a sufrir una sepsis y entrar en coma. Mi amiga murió. Tenía 28 años.

En la época en la que esa tragedia ocurrió, yo me sentía asustada de ponerme vacunas mientras estaba embarazada. Sin embargo, ese miedo no era nada comparado con ver a una mujer vivaz y joven sucumbir a una enfermedad que se hubiera podido prevenir con una vacuna. Me puse la vacuna contra la influenza dos días después de la muerte de mi amiga, y la vacuna Tdap en mi chequeo prenatal la semana siguiente.

Todo esto me hizo recordar lo mal que lo pasó mi hija cuando se enfermó de influenza a los 2 años. Tuvo una fiebre de 106 °F (41 °C). Más tarde me enteré de que cerca del 80 % de muertes pediátricas causadas por la influenza durante una de las temporadas de esa enfermedad habían sido muertes de niños no vacunados. Sentí el peso de darme cuenta lo mucho que puse en peligro a mi hija cuando decidí no vacunarla contra la influenza.

Esta experiencia me convenció de poner al día a mi hija con sus vacunas. Las está recibiendo junto a su hermano pequeño, a quien estamos vacunando en el ritmo y con las dosis recomendadas por los pediatras.

Mi hija tiene 4 años ahora y mi hijo acaba de cumplir 1. Ambos están felices, sanos y creciendo cada día más. Siento paz al saber que vacunarlos fue una de las mejores cosas que pude hacer por ellos.

Posibles efectos secundarios después de una vacuna

A veces, después de recibir una o más vacunas, los niños pueden tener inflamación, enrojecimiento o sentir dolor en el lugar donde recibieron la inyección. Algunos pueden tener fiebre leve. Esto es normal. De hecho, es una señal de que el sistema inmunitario de su hijo está construyendo su capacidad de respuesta contra enfermedades.

Antes de que su hijo reciba una vacuna, dígale a su médico si ha tenido alguna reacción alérgica a los ingredientes de cualquier otra vacuna en el pasado. Si su hijo tiene algún síntoma que le preocupa después de que reciba una vacuna, no dude en llamar a su médico.

Hay dos agencias del gobierno de Estados Unidos que monitorean las reacciones a las vacunas y su seguridad. Una de ellas es el Sistema de Registro de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés). Reporte reacciones negativas serias a las vacunas con VAERS para que los investigadores médicos puedan identificar tendencias.

Recuerde

Si no está al día con las vacunas de su hijo, es un buen momento para solucionarlo. Aprenda más aquí. No dude en hablar con el pediatra de su hijo sobre vacunación infantil si tiene alguna pregunta.

Más información


Última actualización
10/30/2025
Fuente
American Academy of Pediatrics Committee on Infectious Diseases (Copyright © 2025)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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