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Vida familiar

Lo que siente su hijo cuando usted se vuelve a casar

Volverse a casar puede tener muchos aspectos positivos; sin embargo, su hijo puede estar esperando cosas diferentes a las que usted espera. También se puede presentar ciertas dificultades cuando miembros de dos familias empiezan a vivir bajo el mismo techo.

Aquí enumeramos algunas de las preocupaciones más comunes del los niños en edad escolar:

Pérdida

  • A medida que sus padres comienzan a salir (en citas) con otra persona, establecen relaciones serias y finalmente deciden volver a casarse, los niños pueden recordar su familia de origen y la vida que alguna vez tuvieron con su madre y su padre. Ahora, sin embargo, con la perspectiva de este nuevo matrimonio, deben enfrentar la realidad de que sus padres nunca se van a reconciliar y nunca más volverán a tener la familia que tenían. Esto puede ser un motivo de gran tristeza.

  • Los niños que han construido una relación particularmente cercana con su propio padre o su propia madre durante un período en que el vivieron solo con uno de ellos deben aprender ahora a compartir a ese padre o esa madre no solamente con su nueva pareja, sino quizás con hermanastros. Puede ser de gran ayuda tratar de que se conozcan antes en algunas ocasiones.

  • Algunos niños pueden mostrar señales de mayor apego al padre o a la madre que se vuelve a casar. Por ejemplo, es posible que no quiera apartarse de él o ella en determinadas situaciones sociales; o podría expresar celos cuando su padre o madre presta atención a la nueva pareja y a sus hijos. Incluso podría llegar a verbalizar parte de su dolor y enojo ("No creo que él sea el tipo adecuado para ti mamá").

  • Algunos niños se preguntan: "¿Adónde pertenezco?" Cuando los niños ven que sus padres forman una nueva familia, por ejemplo, es posible que se sientan más como extraños que como parte de la nueva estructura familiar. Sin embargo, con el tiempo, la mayoría de los niños se adaptan a sus nuevas circunstancias familiares. A medida que conozcan mejor a sus padrastros o madrastras y a sus hermanastros, su nivel de aceptación también aumenta.

Sentimientos

  • Muchos niños piensan que si se llevan bien con su nuevo padrastro o nueva madrastra y le muestran afecto, están irrespetando a su propio progenitor. El nuevo padrastro o madrastra, hasta cierto punto los está reemplazando en su hogar. Quizás teman que si uno de sus padres se vuelve a casar y trae una nueva figura materna/paterna al hogar, van a perder el amor y la atención de su propio padre o madre.

  • Es posible que su hijo todavía se sienta incómodo por un tiempo mientras se adapta a dos padres o dos madres. Especialmente al principio, permítale que vea a su nueva pareja de la manera que le resulte más cómoda, quizás como un segundo padre o madre, o en ocasiones solo como el esposo de su mamá o la esposa de su papá. Es necesario que usted tranquilice las preocupaciones del niño; dígale algo así como "Tu padrastro no es tu papá y nadie reemplazará a tu papá".

  • Anticipe que su niño hará algunas comparaciones tanto positivas como negativas entre su verdadero padre o madre y su padrastro o madrastra. Podría decir cosas como "No eres tan bueno como mi papá o buena como mi mamá". Las comparaciones son normales durante este período de adaptación. Finalmente, el niño dejará de hacerlas. Sin embargo, algunos niños pueden tener dificultades y pueden necesitar ayudar de un profesional de la salud mental.

  • Si es posible, el padre y el padrastro, o la madre y la madrastra deben ponerse en contacto para para hablar y trabajar y lograr la aceptación y comodidad del pequeño. Esto puede comenzar con una simple llamada de teléfono para saludarse y compartir observaciones sobre el niño. Ambas partes podrían decidir almorzar juntas o reunirse de manera informal. Si bien estos dos adultos pueden encontrarse en otros ocasiones especiales, como cumpleaños y graduaciones, es posible que esas ocasiones no sean momentos oportunos para hablar demasiado. Entre más cómodas se sientan estas dos personas juntas, más tranquilo se sentirá el niño de que no tiene que elegir entre el amor de su padre o madre y la nueva relación con su padrastro/madrastra. Esto le demostrará al niño que los adultos están juntos y de su lado y que todos se preocupan y se interesan por él.

  • No espere que su hijo solucione sus conflictos de lealtad si usted no ha solucionado sus propias diferencias con su expareja. Por ejemplo, cuando los padres se vuelven a casar, con frecuencia vuelve a surgir el tema de la custodia de los hijos; si un padre que no tiene la custodia de su hijo se casa con una mujer con hijos, puede volver a presentarse ante la justicia y solicitar que su propio hijo viva ahora con él ("Tengo una esposa en casa y ahora puedo cuidar a mi hijo"). En medio de una batalla continua por la custodia, para el niño será mucho más difícil afrontar sus propios conflictos de lealtad.

Nuevas reglas

  • A medida que los niños pasan de estar en un hogar con un solo progenitor a uno que está habitado por un padrastro o una madrastra y quizás hermanastros, probablemente deberán enfrentar cambios en el funcionamiento de su familia. Se modificarán las rutinas y es posible que se impongan nuevas tareas.

  • Con más personas en el hogar, los problemas de privacidad pueden ser más importantes. A los niños quizás les resulte más difícil encontrar un espacio personal que puedan llamar propio.

  • En cierto sentido, toda la familia está en transición y todos, incluidos los niños, necesitan participar en la reorganización y adaptarse a la manera en que esta se realiza. La mayoría de los familiares se adapta, pero esto puede demorar algún tiempo.

Expectativas

  • Casi todas las parejas desean que sus matrimonios nuevos sean tan perfectos como sea posible. Con un poco de suerte, la experiencia que adquirieron antes les podrá servir para cumplir sus expectativas.

  • Dentro de las familias reconstituidas, es poco realista esperar que los niños respeten y amen a su nuevo padrastro o a su nueva madrastra inmediatamente. En el mundo real, las relaciones se alimentan más lentamente. Los niños necesitan tiempo para llegar a conocer a una madrastra o un padrastro en profundidad, y sentirse cómodos con ellos.

  • En general, los niños más pequeños crean buenos lazos afectivos con mayor facilidad. Los niños mayores, que tienen costumbres más arraigadas, pueden sentir, con razón, que su estilo de vida establecido es perturbado por este nuevo hombre o mujer que entra en sus vidas.

Información adicional:


 

Última actualización
2/27/2017
Fuente
Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health (Copyright © 2017 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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