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Problemas de salud

Infecciones por citomegalovirus (CMV): todo lo que los padres deben saber

​Por Mary T. Caserta, MD, FAAP

El citomegalovirus (CMV) es un virus común que forma parte de la familia de los virus del herpes. Es responsable de la infección más común al nacer, conocida como "infección congénita", en los Estados Unidos.

¿Cómo afecta el CMV a los niños?

La infección por CMV es generalmente leve. La mayoría de los bebés recién nacidos con infección congénita por CMV no presentan síntomas y se mantienen saludables. No obstante, corren el riesgo de sufrir sordera permanente y problemas de desarrollo que comienzan en la infancia y la niñez. La infección por CMV también puede causar enfermedades graves en personas inmunocomprometidas.

Más de la mitad de los adultos están infectados a llegar a los 40 años. Una vez que una persona está infectada, el virus permanece en su cuerpo por el resto de su vida, generalmente en un estado de reposo o inactivo. Sin embargo, el virus puede reactivarse y detectarse en la saliva, la orina y otros fluidos corporales de esa persona. Si el virus se reactiva, podría causar enfermedades si el sistema inmunitario de la persona está débil debido a una enfermedad o medicamento.

Continúe leyendo para saber cómo reconocer los síntomas y proteger a su hijo y a otras personas de la infección por CMV.

Síntomas del citomegalovirus

En algunos casos, la infección por CMV podría causar problemas graves.

  • Los bebés que nacen con infección congénita por CMV podrían experimentar alteraciones en la audición o problemas de aprendizaje. Alrededor del 15% de los bebés recién nacidos con infección congénita por CMV podrían exhibir peso bajo al nacer, ictericia (color amarillo de la piel y los ojos), inflamación de los ganglios linfáticos, una cabeza pequeña en comparación con su cuerpo, agrandamiento del hígado o erupción cutánea. Además, podrían tener afecciones a lo largo de la vida, como sordera y otras necesidades de asistencia médica especial.

  • Los bebés con infección congénita por CMV que no exhiben signos de infección al nacer podrían desarrollar sordera u otras necesidades de atención médica especial en la infancia; sin embargo, esto ocurre con poca frecuencia.

  • Los adolescentes podrían tener síntomas similares a los de la mononucleosis infecciosa, como fiebre que dura más de unos pocos días, dolor de garganta, dolores corporales y fatiga.

  • Los niños con compromiso del sistema inmunitario podrían tener afecciones en los pulmones, el hígado, los riñones, la médula ósea o los intestinos. La infección también podría causar problemas a los niños que recibieron un trasplante de órganos.

¿Cómo se propaga el citomegalovirus?

La infección por CMV se propaga a través de los fluidos corporales como la saliva, las lágrimas, la orina y la sangre. Puede provocar infecciones en bebés y niños, ya sea en el hogar o en la guardería, cuando:

  • Se hacen cambios de pañales.

  • Se baña al bebé.

  • Durante el contacto cercano, como al besar, colocar el chupete en la boca o compartir alimentos con un bebé.

La infección también puede propagarse de una mujer embarazada al feto a través de la placenta. El CMV puede propagarse de una mujer embarazada a su bebé a través de los fluidos en el canal de parto durante el parto o también se puede propagar a los bebés a través de la leche materna.

Los niños que tienen la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o cuyo sistema inmunitario no funciona por otra razón (por ejemplo, debido a un tratamiento oncológico) corren un mayor riesgo de desarrollar problemas si están infectados.

¿Cómo se diagnostica y trata el citomegalovirus?

Para diagnosticar una infección por CMV, el pediatra u otro médico de atención médica podría ordenar pruebas de laboratorio de orina, saliva, sangre y otros fluidos corporales.

Se recomienda tratamiento médico para los bebés recién nacidos con CMV congénito que presentan síntomas de enfermedad. Los bebés recién nacidos con infección congénita por CMV podrían tener o desarrollar alteraciones en la audición u otros problemas de desarrollo a pesar del tratamiento.

Afortunadamente, la mayoría de los niños con CMV no necesitan tratamiento. Sin embargo, las infecciones graves en niños con compromiso del sistema inmunitario (como aquellos con infección por VIH o trasplante de órganos) pueden tratarse con un medicamento llamado ganciclovir o valganciclovir.

Recuerde

Muchos de nosotros no sabemos que tenemos una infección por CMV. Incluso si no presentamos síntomas, podemos propagar el virus a través de fluidos corporales como la orina y la saliva. Sin embargo, existen formas de ayudar a reducir el riesgo de propagar la infección a otras personas, entre las que se incluyen:

  • Lavarse las manos antes y después de alimentar o limpiar la nariz o cara de los bebés y niños pequeños, cambiar pañales o tocar objetos como chupetes que estuvieron en contacto con la saliva.

  • Mantener el chupete de un niño fuera de la boca de los padres, cuidadores u otros niños.

  • Asegurarse de que las tazas, los utensilios y los cepillos de dientes no se compartan con otras personas.

Los hábitos de higiene personal son la clave para reducir el riesgo de propagación del CMV y otras infecciones a los bebés y otras personas que corren el riesgo de contraer una enfermedad grave.

Acerca de la Dra. Caserta

Mary T. Caserta, MD, FAAP, es profesora de Pediatría en Enfermedades Infecciosas en University of Rochester Medical Center (URMC) en Nueva York. Sus primeras investigaciones se centraron en la investigación del virus del herpes humano. Recientemente, su investigación se ha centrado en las enfermedades respiratorias virales. Durante más de 10 años, también ha realizado ensayos clínicos, incluido el tratamiento de la infección congénita por CMV. La doctora Caserta es miembro de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América (Infectious Disease Society of America) y miembro de la Sociedad de Identificación Pediátrica (Pediatric ID Society). Además, es miembro del Comité de Enfermedades Infecciosas de la American Academy of Pediatrics.​

Última actualización
3/7/2023
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright @ 2023)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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