Los programas comerciales para adelgazar generalmente no están diseñados pensando en los niños o en los adolescentes. Sin embargo, algunos nuevos programas tratan los problemas infantiles. Mientras evalúa un programa, repase la siguiente lista de verificación:
¿Cuenta con personal dotado de profesionales de la salud?
Los mejores programas incluyen uno o más dietistas registrados o nutricionistas calificados, fisiólogos del ejercicio, pediatras o médicos familiares, y psiquiatras o psicólogos.
¿Se enfoca el programa en los cambios de comportamiento?
Esto incluye cómo seleccionar alimentos saludables en las porciones apropiadas o cómo hacer más ejercicios mientras limita el comportamiento sedentario.
¿Incluye una evaluación médica?
Antes de inscribir a su hijo en un programa, el pediatra debe examinar su peso, su crecimiento y su salud. Además, un profesional de la salud debe supervisar el peso, el crecimiento y la salud en general del niño en horarios regulares durante el transcurso del programa.
¿Abarca el programa a toda la familia y no solo al niño con sobrepeso?
La mayoría de programas eficaces son para toda la familia, se enfocan en la alimentación y en el entorno de la actividad, no sólo en el niño afectado.
¿Es el programa apropiado para la edad y las destrezas de su hijo?
Un programa para niños de 8 a 12 años, por ejemplo, es diferente a los programas para niños de 13 a 18 años, en términos de responsabilidades para los niños y para los padres.
¿Viene incluido con un programa mantenimiento?
El apoyo e información de referidos son esenciales para reforzar el comportamiento y tratar a fondo los problemas que ocasionaron el sobrepeso.
Numerosos campamentos ofrecen programas para controlar el peso para los jóvenes. Una ventaja de estos lugares es que todos los que asisten al campamento tienen sobrepeso así que tienen menor temor de ser objeto de burlas o estigmatizados. Pero, al igual que otros programas para adelgazar, tienen un alto índice de relapsos. Si elige un programa de campamento, asegúrese de que el entorno familiar cambie para que el niño no regrese a casa de un campamento al mismo entorno poco saludable.