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Problemas de salud

Diagnóstico de cáncer en niños

​​Por: Vikramjit Kanwar, MD, FAAP

El cáncer infantil es poco frecuente y se diagnostica y trata con más facilidad que nunca. Con mejores pruebas para distinguir los tipos específicos de cáncer y los mejores tratamientos disponibles, más del 80 % de los niños y adolescentes con cáncer sobrevivirán.

Los signos y síntomas del cáncer suelen parecerse a los de otras enfermedades. Los pediatras preocupados por un posible cáncer derivarán a su hijo a un oncólogo pediátrico, un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de los cánceres infantiles. El especialista tendrá que obtener los antecedentes médicos, sociales y familiares completos, así como también realizar un examen físico. También puede solicitar diferentes pruebas para determinar los distintos tipos de cáncer.

¿Cuáles son algunas de las pruebas más comunes para diagnosticar el cáncer?

A continuación, se presentan algunas de las pruebas más comunes utilizadas para diagnosticar el cáncer en niños y adolescentes. No todas las pruebas mencionadas aquí son necesarias para diagnosticar todos los cánceres.

Los análisis de sangre ayudan a buscar cáncer en la sangre o a determinar el daño en los tejidos del cuerpo causado por el cáncer. Se obtiene una muestra de sangre introduciendo temporalmente una aguja estéril en una vena de la piel limpia. La muestra de sangre se envía a laboratorios especiales y los resultados pueden tardar varios minutos o hasta semanas en llegar. Algunos ejemplos de análisis de sangre comunes son:

  • El hemograma completo (Complete blood count, CBC) examina la cantidad de glóbulos rojos que transportan oxígeno al cuerpo, la cantidad y el tipo de glóbulos blancos que combaten las infecciones y la cantidad de plaquetas que ayudan a que la sangre se coagule. A veces, esta prueba mostrará células de leucemia, que son glóbulos blancos cancerosos y anormales que no combaten las infecciones.

  • El panel metabólico o químico completo muestra cuán bien están funcionando el hígado y el riñón y si hay sustancias químicas anormales procedentes de la descomposición de células cancerosas.

  • Los biomarcadores tumorales son sustancias especiales que ciertos tipos de cáncer secretan en el torrente sanguíneo. Los diferentes biomarcadores tumorales ayudan a determinar los diferentes tipos de cáncer y ayudan a determinar si el cáncer sigue existiendo durante o después del tratamiento.

  • Análisis de orina. Los análisis de orina ayudan a buscar daños en los riñones o la vejiga causados por células cancerosas o biomarcadores tumorales, sustancias especiales que ciertos cánceres secretan en la orina. Se obtiene una muestra de orina haciendo que el niño orine en un recipiente o bolsa de plástico especial. La muestra de orina se envía a laboratorios especiales y los resultados pueden tardar de minutos a días en llegar.

Los estudios de imagenología ayudan a buscar cáncer en los tejidos normales del cuerpo y alrededor de ellos. Se obtienen diferentes tipos de imágenes con diferentes máquinas que utilizan diferentes técnicas para observar diferentes partes del cuerpo. Se necesita un técnico especial para tomar la imagen del tejido canceroso en la parte del cuerpo afectada que se mantiene inmóvil durante un tiempo determinado. Los ejemplos de estudios de imagenología comunes incluyen:

  • Las radiografías usan radiación ionizante en una dirección, durante unos segundos, como una cámara, para tomar una imagen del tórax, el abdomen, la pelvis o los huesos.

  • La ultrasonografía o ecografía utiliza ondas sonoras con una varita colocada sobre la piel humectada, durante varios minutos, para tomar una imagen de la piel y los tejidos blandos del cuello, los senos, el abdomen o la pelvis.

  • Las exploraciones mediante tomografía computarizada o CT utilizan la radiación ionizante de una máquina ruidosa con forma de rosquilla que se mueve a lo largo de un niño que está acostado durante varios minutos, para obtener una imagen tridimensional de cualquier parte del cuerpo (cerebro, cabeza, cuello, tórax, abdomen, pelvis, columna, brazos o piernas). En ocasiones, se inyecta un tinte especial en el torrente sanguíneo antes de la exploración para distinguir mejor el tejido normal del tejido con cáncer.

  • Las exploraciones mediante resonancia magnética o MRI utilizan campos magnéticos de una máquina ruidosa con forma de tubo en la que el niño permanece inmóvil durante varios minutos, para obtener una imagen tridimensional de cualquier parte del cuerpo (cerebro, cabeza, cuello, tórax, abdomen, pelvis, columna, brazos o piernas). Se inyecta un tinte especial antes de la exploración mediante MRI para distinguir mejor el tejido normal del tejido con cáncer.

  • Las exploraciones mediante tomografía por emisión de positrones o PET requieren la inyección de un tinte especial levemente radioactivo en el torrente sanguíneo que se dirige a las células que se dividen de manera muy activa (incluidos los cánceres). La radiación ionizante se detecta mediante una ruidosa máquina de exploración con forma de rosquilla que se mueve a lo largo de un niño que permanece acostado e inmóvil durante varios minutos. Esto se puede combinar con una exploración mediante CT para crear una imagen tridimensional de todo el cuerpo que permite distinguir mejor el cáncer del tejido normal.

  • Las gammagrafías óseas implican la inyección en el torrente sanguíneo de una sustancia radioactiva temporal que tiene partículas cargadas y que solo se dirige al hueso inflamado, dañado o anormal, que es detectada por una máquina de exploración especial que toma una imagen del cuerpo y ayuda a distinguir mejor el hueso normal del cáncer.

  • Las exploraciones mediante metayodobencilguanidina o MIBG requieren una inyección en el torrente sanguíneo de una sustancia radioactiva temporal, que solo es captada por algunos cánceres que afectan al tejido nervioso, tales como el feocromocitoma y el neuroblastoma. Esto se detecta mediante un resonador especial que crea una imagen del cuerpo, lo que permite distinguir el cáncer del tejido normal.

Los estudios de muestreo de tumores pueden incluir:

  • Biopsia de tumor. Después de que a un niño se le administra anestesia o sedación, lo que provoca un sueño temporal y alivia cualquier dolor, un cirujano opera la parte del cuerpo del niño donde se encuentra el tumor. Después de extraer el tejido canceroso, el cirujano cierra la herida con puntos especiales llamados suturas, se aplica un apósito de gasa y se despierta al niño. A veces, se pueden tomar muestras del tejido canceroso con una aguja. Si hay cáncer en un ganglio linfático, una de los cientos de glándulas que proporcionan líquido para combatir infecciones en todo el cuerpo, también se puede extirpar el ganglio anormal con cirugía o se pueden tomar muestras con una aguja.

La muestra de tejido canceroso o la muestra de ganglio linfático se envía a un patólogo, un médico que examina el tejido microscópicamente para determinar el tipo específico de cáncer. Se pueden realizar otras pruebas que incluyen una citometría de flujo para buscar marcadores de proteínas anormales en la superficie de las células cancerosas, o pruebas genéticas especiales para buscar biomarcadores tumorales y mutaciones en el ADN que determinan el subtipo de cáncer.

  • Las pruebas de aspiración y biopsia de médula ósea permiten detectar cáncer en la médula, la parte central del hueso donde se producen los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Se administra anestesia al niño y se inserta temporalmente una aguja estéril en el hueso pélvico posterior para extraer una pequeña muestra de la médula ósea líquida. Además, también se extrae una pequeña porción de médula ósea sólida (aproximadamente del tamaño de una cuerda de una pulgada de largo). Después de que se retira la aguja, se aplica un apósito de gasa en el lugar de punción de la piel. El área puede sentirse adolorida durante uno o dos días.

Las muestras de médula ósea se envían para pruebas especiales de microscopio en busca de células cancerosas; pruebas citogenéticas en busca de cromosomas anormales que se encuentren en las células cancerosas; citometría de flujo en busca de marcadores de proteínas anormales en la superficie de las células cancerosas; o pruebas genéticas especiales con reacción en cadena de la polimerasa (polymerase chain reaction, PCR) e hibridación in situ fluorescente (fluorescence in situ hybridization, FISH) en busca de ADN anormal en las células cancerosas.

  • Las pruebas de punción lumbar permiten detectar el cáncer en el líquido cefalorraquídeo, el líquido especial alrededor del cerebro y la médula espinal que mantiene sano al sistema nervioso central. Se administra anestesia el niño y se inserta temporalmente una aguja estéril en la piel, entre los 2 huesos de la parte baja de la espalda o vértebras lumbares en la columna vertebral por donde fluye el líquido cefalorraquídeo. El líquido cefalorraquídeo gotea de la aguja a unos recipientes especiales. Después de que se retira la aguja, se aplica un apósito de gasa en el lugar de punción de la piel. Para evitar un dolor de cabeza, el niño permanece acostado durante al menos 30 minutos después.

El líquido cefalorraquídeo se envía para pruebas microscópicas especiales en busca de células cancerosas. También se puede enviar para realizar pruebas químicas especiales en busca de biomarcadores tumorales o pruebas de citometría de flujo en busca de proteínas anormales en la superficie de las células cancerosas.

¿Qué pruebas se utilizan para cada tipo de cáncer?

Hay cuatro categorías básicas de cánceres que tienen muchos subtipos de cánceres dentro de cada categoría. Los diferentes subtipos de cánceres requieren diferentes pruebas especializadas.

La leucemia es el crecimiento de glóbulos blancos anormales en la médula ósea (núcleo blando de los huesos) y en el torrente sanguíneo. Las pruebas comunes que se usan para diagnosticar la leucemia incluyen:

  • Análisis de sangre, como por ejemplo hemograma completo y panel metabólico completo

  • Aspiración y biopsia de médula ósea y punción lumbar

El linfoma es el crecimiento de glóbulos blancos anormales en los ganglios linfáticos. Las pruebas comunes que se usan para diagnosticar el linfoma incluyen:

  • Análisis de sangre, como por ejemplo hemograma completo y panel metabólico completo

  • Estudios de imagenología, tales como radiografías, exploraciones mediante CT, exploraciones mediante MRI o exploraciones mediante PET

  • Biopsia de tumor, como por ejemplo biopsia de ganglio linfático, aspiración y biopsia de médula ósea y punción lumbar

Los tumores cerebrales y de la columna vertebral son el crecimiento de tejido nervioso anormal o tejido de soporte nervioso anormal en el cerebro o en la médula espinal, también conocido como sistema nervioso central (SNC). Las pruebas comunes que se usan para diagnosticar los tumores del SNC incluyen:

  • Estudios de imagenología, tales como exploraciones mediante CT, exploraciones mediante MRI y, a veces, gammagrafía ósea

  • Biopsia de tumor realizada por un neurocirujano (cirujano especialista del cerebro)

  • Punción lumbar

Los tumores sólidos son crecimientos cancerosos de tejidos anormales que no se encuentran en la médula ósea, ni en los ganglios linfáticos, ni en el cerebro o en la médula espinal. Algunos ejemplos de diferentes tumores sólidos incluyen el neuroblastoma (cáncer de la glándula suprarrenal), tumor de Wilms (cáncer de riñón), rabdomiosarcoma (cáncer de músculo), osteosarcoma (cáncer de hueso), sarcoma de Ewing (cáncer de hueso), hepatoblastoma (cáncer de hígado) y tumor de células germinales (cáncer de ovarios o testículos).

  • Análisis de sangre, como por ejemplo hemograma completo, panel metabólico completo y biomarcadores tumorales

  • Análisis de orina para detectar biomarcadores tumorales

  • Estudios de imagenología, tales como radiografías, exploraciones mediante CT, exploraciones mediante MRI, exploraciones mediante PET, gammagrafía ósea o exploración mediante MIBG

  • Biopsia de tumor, como por ejemplo biopsia de tejido canceroso, biopsia de ganglio linfático y aspiración y biopsia de médula ósea

Información adicional

​Sobre el Dr. Kanwar​​​

Vikramjit Kanwar, MD, FAAP, es miembro correspondiente de laVikramjit Kanwar, MD, FAAP, es miembro correspondiente de la Sección de Hematología y Oncología de la American Academy of Pediatrics. Ex Jefe de la División de Hematología-Oncología Pediátrica en Albany Medical Center y Profesor Adjunto de Pediatría en Albany Medical College New York, el Dr. Kanwar ha estado involucrado activamente con el Grupo de Oncología Infantil.

Última actualización
6/8/2021
Fuente
American Academy of Pediatrics Section on Hematology/Oncology (Copyright © 2021)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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