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Vida familiar

Por qué evitar que los bebés y los niños pequeños vean la televisión

Por: Davil L. Hill, MD, FAAP

Los padres con frecuencia se asombran cuando les digo que los pediatras pensamos que no es buena idea que nos niños vean la televisión o usen aplicaciones de los móviles antes de los 18 meses de edad debido a que la mayoría de los niños pequeños ya lo ha hecho. Las encuestas revelan que 92,2 % de los niños de 1 año de edad ya han utilizado un dispositivo móvil, algunos empiezan tan pronto como a los 4 meses de edad.

Desarrollo temprano del cerebro

Escucho a muchos padres decir: "pero a mi bebé le gusta". Los bebés pueden mirar fijamente a los colores brillantes y al movimiento en la pantalla, pero sus cerebros no son capaces de discernir o darle significado a todas esas extrañas imágenes.  

Toma por lo menos 18 meses al cerebro del bebé poder desarrollarse al punto de entender que los símbolos de la pantalla representan o tienen un equivalente en el mundo real.

Los que los bebés y los niños pequeños necesitan más para aprender es la interacción con las personas que los rodean. Esto no quiere decir que no deban usar el video chat con un abuelo que vive lejos o con padres que esté prestando servicio militar, pero en lo que se refiere al aprendizaje diario, necesitan tocar las cosas, sacudirlas, tirarlas y lo que es más importante ver las caras y oir las voces de aquellos que más quieren. Las aplicaciones les pueden en enseñar a puntear, tocar y a pasar los dedos por la pantalla, pero los estudios de investigación nos dicen que estas destrezas no traducen al aprendizaje del mundo real. Ver: Hábitos saludables para el consumo mediático de los bebés y los niños en edad preescolar.

¿Dónde está el daño?

Así que es cierto, los bebés y los niños pequeños no obtienen nada de ver la TV, pero pareciera que les gusta, ¿dónde está el daño? Si un poco de TV es lo que le toma a usted poner la cena en la mesa, ¿no es mejor para ellos que morir de hambre? Sí, ver TV es mejor que morir de hambre, pero es peor que no ver TV. La buena evidencia sugiere que la pantalla que ven antes de los 18 meses tiene efectos negativos durables en el desarrollo del idioma, destrezas de la lectura y memoria a corto plazo del niño. También contribuye a problemas con el sueño y la atención.

 Si “usted es lo que come”, entonces el cerebro es lo que experimenta y el entretenimiento digital es como comida chatarra mental para bebés y niños pequeños.

El problema está no solamente con lo que hacen los niños pequeños mientras ven TV; está en lo que no hacen. Específicamente, los niños están programados para aprender interactuando con otras personas. La danza de las expresiones faciales, tono de voz y lenguaje del cuerpo entre un niño pequeño y los padres no solamente es hermoso, es tan complejo que los investigadores han registrado estas interacciones en vídeo y lo pasan lento solamente para ver todo lo que está sucediendo. Cada vez que una parte de esta interacción, niño o padre, está viendo TV, el intercambio se detiene.

Un niño pequeño aprende mucho más de golpear los sartenes en el piso mientras usted hace la cena que viendo una pantalla durante la misma tiempo, ya que de vez en cuando ustedes dos se pueden ver.

Solamente el tener la TV encendida como ruido de fondo, incluso si “nadie la está viendo”, es suficiente para retrasar el desarrollo del lenguaje. Normalmente un padre habla aproximadamente 940 palabras por hora cuando su niño pequeño está cerca. Con la televisión encendida, ¡ese número disminuye a 770! Menos palabras significa menos aprendizaje.

Los niños pequeños también aprenden a poner atención durante períodos más prolongad y los niños pequeños que ven TV tienen más probabilidades de tener problemas para prestar atención a los 7 años. La programación digital está en constante cambio, en interés constante y casi nunca fuerza a un niño a enfrentarse con algo más tedioso que un infomercial.

Después de los 2 años las cosas cambian, de alguna manera por lo menos. Durante los años preescolares, algunos niños aprenden algunas destrezas de la TV educativa. Los programas bien diseñados pueden enseñar a los niños literatura, matemática, ciencias, resolución de problemas y comportamiento prosocial. Los niños obtienen más de los programas interactivos como Dora la Exploradora y Plaza Sésamo cuando responden las preguntas de los personajes. La TV educativa marca la gran diferencia para los niños cuyos hogares son el menor estimulante intelectual.

Qué puede hacer

Naturalmente., los niños aprenden más cuando ven TV con un padre en lugar de cuando la ven solos. El contenido importa, y mucho. Todos los programas educan a los niños sobre algo, pero apéguese a los que están diseñados para enseñar cosas a los niños que realmente deben aprender.

Independientemente del contenido, limite el tiempo de TV de su hijo a 2 horas al día. Recuerde también que la TV continúa siendo TV ya sea que la vea en un televisor o en un teléfono móvil o una computadora.

Recuerde también que la televisión es televisión ya sea que la vea en un televisor o en una pantalla de un móvil o computador.

Información adicional:

Sobre el Dr. Hill:

https://www.healthychildren.org/SiteCollectionImages/Hill.jpgEl pediatra David Hill, MD, FAAP, es el vice presidente de la Clínica Pediátrica Cape Fear en Wilmington, NC y es profesor auxiliar de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte. Él ejerce en el Comité Ejecutivo de la Sociedad Pediátrica de Carolina del Norte y en el Consejo de Comunicación y Medios de la American Academy of Pediatrics. El Dr. Hill fue el recipiente del premio Benjamin Franklin de la Asociación de Editores Independientes en el 2013 por su libro "Dad to Dad: Parenting Like A Pro" (De padre a padre: Cómo criar a los hijos como un profesional). También ejerce como consultor sobre temas de la salud infantil en la radio local y nacional, la televisión y los medios de comunicación de la red. Vive en Wilmington, Carolina del Norte con su esposa, tres niños y dos hijastros.​

Autor
David L. Hill, MD, FAAP
Última actualización
10/28/2016
Fuente
American Academy of Pediatrics (Copyright © 2016)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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