Por: Sylvia Owusu-Ansah, MD, MPH, FAAP y Franziska Rosser, MD, MPH, FAAP
Muchos padres se preguntan si el COVID-19, que a menudo afecta los pulmones, representa una preocupación adicional si su hijo tiene asma. Estas son algunas preguntas comunes y maneras de ayudar a los niños con asma a mantenerse sanos durante la pandemia.
¿Tener asma expone a mi hijo a un mayor riesgo de enfermarse del COVID-19?
Todavía hay mucho que no sabemos sobre el COVID-19. Lo que estamos viendo es que las personas con enfermedades crónicas, en caso de contraer COVID-19, parecen tener más riesgo de sufrir una enfermedad más grave. No está claro si es este el caso con el asma.
¿Qué tan importante es que el asma de mi hijo esté bien controlada durante esta pandemia del COVID-19?
Siempre es importante que el asma esté bien controlada. Y es de particular importancia en la actual pandemia del COVID-19. Queremos evitar que los niños tengan necesidad de ir al departamento de emergencias siempre que sea posible. Tener asma mal controlada es un factor de riesgo de ataques de asma, por lo que el control es el objetivo. No obstante, si su hijo está teniendo una emergencia asmática, no dude en procurar obtener atención médica de inmediato. Los hospitales y las clínicas de atención urgente siguen abiertas y toman medidas adicionales para mantener la seguridad de los pacientes y los trabajadores de la salud.
¿Cómo sé si el asma de mi hijo está bien controlada?
Si no está seguro de que el asma de su hijo esté bien controlada, llame al pediatra o a otro profesional a cargo del tratamiento del asma del niño. El asma de su hijo está bien controlada cuando:
No tose más de 2 días por semana.
No se despierta por la noche debido a la tos más de una vez por mes (o no más de 2 despertadas por la noche en niños de 12 años o más).
No necesita más de 2 tratamientos de rescate por semana (esto no incluye el tratamiento previo al ejercicio).
No haber tomado más de 1 ronda de esteroides orales, como Prednisona, en los últimos 12 meses.
Puede participar plenamente en actividades regulares sin limitaciones respiratorias.
Este es un buen momento para revisar el plan de control y manejo del asma de su hijo con el médico. Muchos profesionales pueden controlar el asma de su hijo y hacer cambios en los planes de acción para el asma o en los medicamentos a través de consultas telefónicas o de telemedicina. Su pediatra y otros profesionales a cargo del tratamiento del asma querrán saber cualquier inquietud que tenga respecto al asma de su hijo; por eso, no dude en comunicarse con ellos.
¿Qué hago si mi hijo tiene un ataque de asma durante la pandemia?
En el caso de niños asmáticos, recomendamos a los padres y demás cuidadores asegurarse de contar con un plan de acción para el asma. Un plan de acción para el asma le dirá qué hacer cada día en cuanto a los cuidados del asma y qué hacer si su hijo tiene síntomas de asma. Es importante manejar los ataques de asma durante la pandemia de la misma manera que lo hace habitualmente. No se preocupe por usar esteroides orales, por ejemplo, si eso fuera parte del plan de acción de su hijo. Esto no aumentará el riesgo ni empeorará la enfermedad del COVID-19. Asegúrese de plantear al médico de su hijo todas las preguntas e inquietudes que tenga sobre el medicamento para el asma o el plan de acción para el asma de su hijo.
¿Cuándo debo obtener atención de emergencia para mi hijo con asma?
Vaya de inmediato a la sala de emergencia o llame al 911 si su hijo está teniendo síntomas como:
Falta de aliento (problemas para respirar), problemas para hablar con frases enteras (si fuera adecuado para su nivel de desarrollo) o caminar debido a su dificultad para respirar.
Movimiento de los músculos entre las costillas, en el abdomen (a veces llamados respiración abdominal) o del cuello.
Coloración morada o grisácea alrededor de la boca o las uñas.
Gruñidos, meneo de cabeza o ausencia de respuesta a los tratamientos con Albuterol.
Somnolencia o confusión.
El plan de acción de emergencia de su hijo puede darle más señas sobre cuándo obtener atención inmediata o de emergencia.
Es probable que algunos niños no necesiten atención de emergencia pero que sí necesiten un cambio en su plan de tratamiento o un control más estricto. Llame a su pediatra o al profesional que trata el asma del niño si presenta alguno de los siguientes síntomas:
Aumento de tos, dolor de pecho, dolor de espalda
Menos habilidad para realizar actividades habituales
Síntomas que no mejoran con Albuterol (pero, fuera de esto no está sufriendo o tiene molestias)
Necesidad de tratamientos con Albuterol con más frecuencia que cada 4 horas (pero, por lo demás, no está sufriendo)
No mejora tras 2 o 3 días de aumento de la dosis de Albuterol
Con el COVID-19, ¿cuál es la mejor forma para administrar medicamento ¿Un inhalador o nebulizaciones?
Otro aspecto importante para la atención y el control del asma es saber cuál es la mejor forma de tomar los medicamentos para el asma. Ahora es un momento ideal para que todos los asmáticos se aseguren de estar usando sus medicamentos correctamente.
El uso de un nebulizador para los tratamientos con Albuterol podría aumentar la cantidad de virus en el aire si la persona tuviera COVID-19. Esto podría propagar el virus a otras personas con más facilidad, ya que el virus puede permanecer en las gotas del aire durante varias horas. Es importante que los asmáticos hablen con los profesionales a cargo de su tratamiento sobre el método de aplicación que es mejor para ellos.
Se ha informado sobre la escasez de inhaladores de Albuterol en algunos lugares, y algunos seguros han dejado de cubrir los espaciadores. Es probable que el mejor tratamiento sea diferente según dónde se encuentre y las necesidades particulares de cada persona. Pregunte a su pediatra o al profesional a cargo del tratamiento del asma qué es lo que recomiendan para su hijo.
¿Cómo puedo evitar que mi hijo tenga un ataque de asma durante la pandemia?
Ayude a su hijo a seguir su plan de manejo del asma y a tomar sus medicamentos de control según lo indicado. Sepa cuándo intensificar los cuidados y cuándo llamar al pediatra o al profesional a cargo del tratamiento del asma. Además, hay otras medidas que puede tomar:
Deje de fumar. Las personas asmáticas deben evitar los desencadenantes del asma, como por ejemplo el humo de tabaco. Si un padre, una madre o un cuidador fuma o usa cigarrillos electrónicos, es importante que lo haga afuera de la casa. Fumar en otra habitación no evita que el humo pase de un sitio a otro. El 1-800-Déjelo-Ya (1-885-335-3569) es un número gratuito para todo el país que ayuda a las personas a dejar de fumar. Muchos estados ofrecen insumos gratuitos, como los parches de sustitución de nicotina. ¡Ahora es un momento ideal para intentar dejar de fumar!
Evite los desencadenantes de alergia. Intente reducir la exposición a desencadenantes conocidos de alergia, que también pueden agravar el asma. Por ejemplo, si un niño asmático es alérgico al polen de los árboles, trate de mantener cerradas las ventanas para reducir la exposición. La limpieza es importante para ayudar a reducir los alérgenos, junto con los gérmenes del COVID-19, pero puede ser complicada para los padres de niños asmáticos. Si su hijo es sensible a determinados productos de limpieza, úselos cuando el niño no esté en la habitación, encienda un ventilador, abra una ventana o intente cambiarlos por productos menos irritantes.
Reduzca el estrés. El estrés puede ser otro desencadenante del asma, y ciertamente estamos en una época estresante. Tome el tiempo necesario para relajarse en familia y tenga en cuenta los consejos de crianza positiva para ayudar a su hijo a sobrellevar la situación y fomentar resiliencia. Salgan a caminar (respetando el distanciamiento físico) y manténganse activos: esto puede ayudar a reducir el estrés.
¿Qué otras precauciones pueden tomar las familias con niños asmáticos durante la pandemia del COVID-19?
Las personas asmáticas deben cuidar más especialmente su salud en general. Esto incluye cumplir con el distanciamiento social respecto a personas ajenas a su núcleo familiar, aislarse de las personas con síntomas y evitar los desencadenantes del asma. Es buena idea que las personas asmáticas se aseguren de tener los medicamentos para el asma en casa y que llamen para reponer sus inhaladores cuando falte poco para que se terminen. Muchas farmacias entregan medicamentos por correo sin costo adicional.
Tener un plan y comunicarse con el profesional que trata su asma puede darle más información, y menos motivos para entrar en pánico, en estos tiempos estresantes. Estamos todos de acuerdo en que la preparación supera al pánico siempre cuando se trata de mantener seguros y sanos a nuestros seres queridos.
Información adicional:
Sobre la Dra. Owusu-Ansah
Sylvia Owusu-Ansah, MD, MPH, FAAP, integra La Sección de Medicina de
Emergencia de la American Academy of Pediatrics (AAP). Es profesora adjunta de
Pediatría del Departamento de Medicina de Emergencia de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Pittsburgh. Además, trabaja como directora del Servicio de
Medicina de Emergencia (EMS)/Prehospital del UPMC del Hospital Infantil de Pittsburgh.
Sobre la Dra. Rosser
Franziska Rosser MD, MPH, FAAP, es profesora adjunta de Pediatría de la
División de Medicina Neumológica de la Facultad de Medicina de la Universidad
de Pittsburgh y en el UPMC Hospital Infantil de Pittsburgh. Integra la Sección
de Control del Tabaco de la AAP.