Los niños con el síndrome de Down tienen mayor riesgo de desarrollar compresión de la médula espinal, conocida como inestabilidad atlantoaxoidea. Este problema ocurre debido a una combinación de bajo tono (muscular), ligamentos sueltos (flojos) y cambios óseos. La médula espinal puede ser presionada por los huesos y causar daño neurológico (nervios). Los síntomas de las lesiones nerviosas pueden ocurrir en cualquier momento y no existe ningún examen ni radiografía que puedan decirnos quiénes corren riesgo.
Los padres deben observar con atención si sus niños sufren cambios en la forma como caminan, usan sus brazos o manos, inclinan la cabeza y si se quejan de dolor en el cuello o sufren cambios en el funcionamiento intestinal o vesical (vejiga) o cambios en general del funcionamiento (organismo) o cualquier aparición de una nueva debilidad.
Contacte a su médico de inmediato para hacerle una radiografía del cuello en posición neutral a su niño si observa:
- Cambios en la forma cómo él o ella caminan
- Cambios en la forma cómo usa sus brazos/manos
- Cambios en el funcionamiento intestinal o vesical (vejiga)
- Si su cabeza permanece inclinada
- Queja de dolor de cuello
- Inicio de una nueva debilidad
- Disminución del nivel de actividad o función
Si la prueba de radiografía no es normal o los síntomas persisten, el niño tiene que ser referido lo más pronto posible a un neurocirujano pediátrico o a un cirujano ortopédico pediátrico con experiencia en el tratamiento de la inestabilidad atlantoaxoidea.
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