La fiebre maculosa de las Montañas Rocosas es una infección bacteriana descubierta en las montañas del oeste de los Estados Unidos. Así es como la enfermedad recibió su nombre, aunque ocurre en todo el país, en especial en los estados del Atlántico medio y del sur.
¿Quiénes corren riesgo?
La enfermedad afecta con más frecuencia a niños y adolescentes menores de 15 años. Los que pasan mucho tiempo al aire libre o tienen mascotas que puedan ser portadoras de garrapatas infestadas corren más riesgo. La mayoría de los casos de fiebre maculosa de las Montañas Rocosas ocurren entre abril y septiembre, cuando las garrapatas están más activas o cuando el clima está cálido.
¿Cómo se contagia la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas?
Por lo general, los niños contraen fiebre maculosa de las Montañas Rocosas por picaduras de garrapatas infestadas con una bacteria llamada Rickettsia rickettsii. Entre las garrapatas que propagan esta bacteria con más frecuencia se incluyen la garrapata americana del perro, la garrapata de la madera de las Montañas Rocosas y la garrapata café del perro.
Signos y síntomas:
Los síntomas de la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas suelen aparecer aproximadamente 1 semana después de la picadura de garrapata, pero esto puede pasar desde 2 días hasta 2 semanas.
Síntomas similares a los de la gripe (influenza). Los niños infestados con fiebre maculosa de las Montañas Rocosas en primer lugar tienen síntomas comunes a muchas otras enfermedades infecciosas, con síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, dolor muscular, dolores de cabeza intensos, vómitos, náuseas y pérdida de apetito.
Sarpullido. También suele aparecer un sarpullido alrededor del sexto día de la enfermedad. Este sarpullido tiende a aparecer primero en las muñecas y en los tobillos del niño, pero en pocas horas podría propagarse al torso. También podría propagarse a las palmas de las manos y las plantas de los pies. A menudo comienza como manchas rojas o puntitos rojos planos, pero podrían cambiar y volverse abultados o morados.
Otros síntomas. Entre otros síntomas se pueden incluir el dolor en las articulaciones, dolor de estómago y diarrea. En casos graves, puede que baje mucho la presión arterial y eso haga que el niño se muestre confundido. A medida que se propaga la infección podrían resultar afectados varios órganos, incluido el cerebro.
Cuándo llamar al pediatra:
Si su hijo estuvo expuesto a garrapatas o si lo picó una garrapata y presenta alguno de estos síntomas, llame de inmediato al pediatra. El médico revisará al niño y le hará pruebas para confirmar el diagnóstico de fiebre maculosa de las Montañas Rocosas.
¿Cómo se trata la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas?
Si el pediatra cree que su hijo tiene fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, le recetará antibióticos enseguida. El tratamiento con este medicamento suele prolongarse de 7 a 10 días o hasta que el niño haya dejado de tener fiebre por lo menos durante 3 días. Asegúrese de que su hijo tome el medicamento durante todo el tiempo que se lo hayan indicado para asegurarse de que la infección reciba un tratamiento completo.
¿Cuál es el pronóstico?
Con un tratamiento temprano, casi todos los niños se recuperan totalmente. En casos excepcionales, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas el niño puede enfermarse mucho y es potencialmente mortal. De no tratarse podrían ocurrir daños en los vasos sanguíneos, en los nervios y en órganos, tales como el corazón, los pulmones y los riñones. Entre otras complicaciones posibles pueden presentarse la pérdida de audición o visión y gangrena en los dedos de las manos y los pies que, en casos graves, puede derivar en una amputación.
Prevención:
Evite el contacto. La mejor manera de prevenir la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas es evitar el contacto directo con los lugares preferidos por las garrapatas, como zonas boscosas y con muchos arbustos, con pastos altos y lechos de hojas. Manténgase en espacios limpios y camine por las aceras y cerca del medio de los senderos. Haga que su hijo se ponga una camisa de mangas largas, pantalones largos y sombrero; lo ideal es que sean de colores claros para que las garrapatas sean más fáciles de detectar. Evite usar sandalias en zonas infestadas de garrapatas.
Repelentes. Los productos que contienen repelentes de insectos registrados en la Agencia de Protección Ambiental se pueden usar sobre la piel, pero preste atención que tengan concentraciones aptas para toda la familia y siga siempre las instrucciones. El DEET, en concentraciones de no más del 30 % para niños, suele considerarse la mejor defensa contra las garrapatas. Otros repelentes que podrían ser eficaces son la picaridina, el aceite de soja y el aceite de eucalipto limón (aunque no se debe usar aceite de eucalipto limón en niños menores de 3 años). No use ningún repelente de insectos en bebés menores de 2 meses.
Higiene. Cuando su hijo entre a la casa, lávele la piel expuesta al repelente de insectos con agua y jabón. Un baño o una ducha también pueden ayudar a desprender las garrapatas sueltas, ya que tardan de 4 a 6 horas en quedar prendidas con firmeza a la piel.
Revisión para encontrar garrapatas. Revise regularmente la ropa y el cuerpo de su hijo en busca de garrapatas, inclusive el cuero cabelludo y el cabello mismo. No olvide revisar también a las mascotas. Las garrapatas también pueden entrar a la casa en el pelo de un perro. Luego de volver al interior de la casa, revise la piel de su hijo para ver si tiene garrapatas: a menudo se esconden detrás de las orejas o sobre la línea de nacimiento del pelo. Si cree que su hijo estuvo en contacto con garrapatas, revíselo todos los días. Si se encuentra en una zona donde se sabe que hay garrapatas, revíselo dos veces al día hasta asegurarse de que no tenga ninguna garrapata prendida.
Extracción de garrapatas. Si encuentra una garrapata en la piel de su hijo, entre más pronto se la quite, menos probable será que propague la infección que pudiera portar. Pero es importante que la extraiga con cuidado.
Recuerde...
La fiebre maculosa de las Montañas Rocosas es relativamente rara, pero puede ser grave si no se trata pronto. En particular si vive en una zona con infestación de garrapatas, tome medidas para prevenirla, conozca los síntomas y llame al pediatra de inmediato si algo le preocupa.
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