La vacuna contra la influenza (gripe) se le debe aplicar a todas las personas desde los 6 meses en adelante, ya que es la mejor forma de protección para la próxima temporada, de acuerdo con la American Academy of Pediatrics. La vacuna anual contra la influenza reduce considerablemente el riesgo de que los niños sufran una gripe severa e incluso la muerte.
Durante la temporada del 2016-2017, más de 100 niños estadounidenses murieron por causa de la gripe, y miles más fueron hospitalizados debido a complicaciones graves derivadas del virus. Históricamente, más del 80 % de los niños que mueren debido a la influenza (gripe) no estaban vacunados.
En su declaración de política titulada, "Recomendaciones para la prevención y el control de la influenza en los niños, 20172018" (en inglés), la AAP recomienda a los pediatras ofrecer la vacuna a todos los niños desde los 6 meses de edad en adelante, tan pronto como la vacuna esté disponible, para terminar de vacunar y ofrecer protección a todos los niños antes de que la temporada de la influenza comience. La declaración será publicada en el número de octubre del 2017 de Pediatrics (publicada en línea el 4 de septiembre del 2017).
"Vacunarse contra la influenza tan pronto como la vacuna esté disponible en su comunidad debe ser una de las prioridades de los padres, junto con los otros deberes y rutinas del regreso a las clases", dijo Flor Munoz, MD, FAAP, coautora del informe. "Sabemos que la gripe no debe ser tomada a la ligera". Todas las personas en el hogar, incluyendo a las mujeres embarazadas, abuelos y proveedores del cuidado infantil, deben ser vacunados para prevenir su propagación".
La Academia recomienda:
Que los niños reciban las vacunas contra la influenza a finales de octubre, ¡si es posible! Los niños que necesitan dos dosis (aquellos entre 6 meses de edad a 8 años de edad que no han sido completamente vacunados) deben recibir la primera vacuna al principio de la temporada para obtener máxima protección.
Por segundo año consecutivo, la Academia apoya la recomendación de los CDC de no usar la vacuna intranasal (aerosol) atenuada viva contra la influenza, ya que no ha obtenido buenos resultados contra los virus de la influenza A (H1N1) pdm en recientes temporadas de gripe.
Se debe hacer un esfuerzo especial para vacunar a todos los niños mayores de 6 meses de edad que tienen enfermedades que incrementan el riesgo de sufrir complicaciones debido a la influenza. Esto incluye a los bebés prematuros y a aquellos con enfermedades crónicas, tales como el asma y otras enfermedades crónicas de los pulmones, enfermedades del corazón, diabetes y otros problemas metabólicos y sistemas inmunitarios debilitados, entre otras.
Se le debe aplicar la vacuna contra la influenza a todas las mujeres embarazadas, que estén pensando quedar embarazadas o que se encuentren en el periodo posparto o que estén amamantando durante la temporada de la gripe.
Todo el personal sanitario, así como los trabajadores de centros para el cuidado infantil deben recibir la vacuna anual contra la influenza debido a que con frecuencia están a cargo del cuidado de individuos que tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con la influenza.
"La vacunación es la mejor medida preventiva disponible que tenemos contra la influenza". dijo Henry Bernstein, MD, MHCM, FAAP, coautor de las recomendaciones. "Sin embargo, hay mucho campo para mejorar, ya que los índices de vacunación han sido insuficientes para los niños y los adultos durante las 7 temporadas pasadas".
La vacuna contra la influenza se administra por medio de una inyección en el músculo y está inactivada (muerta) y no contiene el virus vivo de la influenza y no causa la gripe o influenza. La vacuna viene en la forma trivalente o cuadrivalente, que protegen contra tres cepas (2 A y 1 B) o contra cuatro cepas (2 A y 2 B) del virus. Aunque las dos fórmulas contra el virus de la influenza A (H1N1) difieren de las vacunas de la temporada 2016-2017, la vacuna contra la influenza cepa A (H3N2) y la vacuna contra la influenza cepa B son las mismas.
Además, los medicamentos antivíricos son importantes para controlar la influenza, pero no son un sustituto de la vacuna contra la influenza (gripe). Los pediatras deben identificar pronto a los niños de los que se sospecha tienen influenza para iniciar de forma oportuna el tratamiento antivírico, cuando es indicado, para reducir la morbilidad y la mortalidad.
"Un juicio clínico es un factor importante sobre las decisiones para el tratamiento de los niños que se presentan con enfermedades parecidas a la influenza", dijo el Dr. Brenstein. "Se ven los mejores resultados cuando el tratamiento empieza dentro de las primeras 48 horas del inicio de los síntomas".