Los médicos recomiendan un enfoque de salud pública que incluya capacitación, investigación y colaboración con profesionales no médicos y defensores sociales.
Los niños son traficados para trabajos y explotación sexual en comunidades de todos los Estados Unidos, pero los devastadores efectos globales y sus efectos en la salud de los niños son con frecuencia difíciles de detectar y denunciar.
Para combatir estas violaciones básicas de los derechos humanos, la American Academy of Pediatrics (AAP) pide hacer un mayor enfásis en la salud que incorpore investigación rigorosa, capacitación médica, colaboración y difusión de mensajes en su declaración de política titulada, "Trata mundial de personas y la victimización de niños" (en inglés).
La declaración de política que será publicada en el número de diciembre de 2017 de Pediatrics (en línea el 27 de noviembre) recomienda que los trabajadores de salud reciban capacitación para reconocer los signos de una posible explotación en los niños y para colaborar con profesionales fuera del ámbito médico en su comunidad para ayudar a las víctimas.
"Males sociales tales como la pobreza, la violencia familiar y la indigencia son algunos de los factores que hacen vulnerables a los niños a la trata de personas", dijo Jordan Greenbaum, MD, uno de los autores de la política y miembro del Consejo sobre el Abuso y la Negligencia Infantil de la AAP. "Los niños víctimas de la trata internacional corren más riesgo y pueden mostrarse más reacios a comunicar estos abusos por temor.
No existen estimados fiables sobre cuántos niños son traficados para comercio de sexo o trabajos forzados, y las iniciativas para tener estas cifras se ven obstaculizadas a falta de un centro de datos centralizado o de conceptos homogéneos utilizados por las personas que recolectan esta información. De acuerdo con la ley federal de los Estados Unidos, el tráfico de niños para el comercio de sexo implica involucrar a una persona menor de 18 años en actos sexuales con fines de lucro, lo que puede incluir explotación por prostitución, pornografía y participación en salas o en lugares donde se lleven a cabo actos sexuales. La ley federal que protege contra la trata para trabajos forzados se define como la imposición, fraude o coerción a una persona para servidumbre involuntaria, servidumbre por deuda o esclavitud.
Las ciudades de Estados Unidos que cuentan con grupos operativos que trabajan en la trata de personas recolectaron información entre enero del 2008 y junio del 2010 y revelaron que el 94 % de las victimas del tráfico para comercio de sexo eran mujeres, y que 55 % de estas eran menores de 18 años. Otros estudios han demostrado que la mayoría de las personas víctimas del tráfico por trabajo forzado son hombre, pero se cree que estas cifras no representan la realidad.
"Como pediatras, tenemos la oportunidad de identificar a los niños que corren riesgo de ser explotados y conectarlos con los servicios básicos que necesitan", dijo Nia Bodrick MD, MPH, coautora de la declaración y miembro de la Sección de Salud del Niño Internacional de la AAP.
"Como defensores de los niños, debemos trabajar juntos para crear políticas y programas para prevenir la trata de personas y apoyar a los sobrevivientes".
El tráfico para trabajos forzados en los Estados Unidos puede estar ocurriendo en una amplia variedad de industrias, incluyendo servidumbre doméstica, construcción, servicios de consejería o limpieza, ventas a domicilio de revistas y otros negocios.
La AAP recomienda:
Dar capacitación a los profesionales de la salud para que pueden identificar los posibles signos de explotación y cómo interceder de forma adecuada.
Trabajar con profesionales fuera del ámbito médico en las comunidades para ayudar a las víctimas.
Brindar apoyo al estado y a las legislaciones nacionales e internacionales, así como a las políticas que promueven los derechos de los niños y apoyan los servicios para víctimas.
Promover la investigación rigorosa y basada en evidencia de la trata de niños.
Apoyar la elaboración de protocolos para que las clínicas y hospitales puedan identificar y responder a la trata de niños de todo tipo.
"En algunos casos, los padres o cuidadores son víctimas de la trata de personas", dijo el Dr. Greenbaum. "Nuestro objetivo es la prevención y poder ofrecer servicios médicos y de apoyo cultural apropiados con enfoque en la víctima".
Para más información consulte el informe clínico de la AAP titulado, "Tráfico para comercio y explotación sexual: las necesidades de salud de las víctimas" (en inglés) publicado en el 2015, queofrece una guía a los pediatras para reconocer el tráfico sexual de niños y para su tratamiento y prevención.
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