Justo a tiempo del inicio de la temporada de la tos y los resfriados del invierno, la American Academy of Pediatrics (AAP) ha actualizado sus recomendaciones sobre las mejores formas para prevenir la propagación de los gérmenes durante las visitas al médico.
La declaración de política titulada, "Prevención de infecciones y el control del ámbito ambulatorio para la pediatría" (en inglés) publicado en el número de noviembre del 2017 de Pediatrics y publicado en línea el 23 de octubre, reconoce que la mayoría de los pacientes son tratados en instalaciones para servicio ambulatorio o consultorios médicos, así que el control de infecciones en estos lugares debe ser tan estricto como el de los hospitales.
La AAP recomienda la inmunización anual obligatoria contra la influenza para todo el personal, y llevar un registro de la inmunidad o inmunización contra las infecciones prevenibles por vacunación, tales como la tosferina (pertussis), sarampión, paperas, rubéola, varicela y hepatitis B.
En la declaración de política, la AAP enfatiza la importancia de seguir el protocolo respiratorio (formas adecuadas para estornudar y toser) y la higiene de las manos, y recomienda que las salas de espera estén equipadas con dispensadores de gel antiséptico a base de alcohol y de máscaras protectoras.
Los pediatras también deben colocar información visible en las instalaciones que recuerde a las personas que se deben cubrir la nariz y la boca con la parte interior del codo y no con las manos cuando tengan que toser o estornudar, y que deben saber cómo desechar los pañuelos de forma apropiada. Entre otras recomendaciones, el informe sugiere no tener en la sala de espera juguetes de felpa tales como los animales de peluche que son difíciles de limpiar y pueden acumular gérmenes. En lugar de esto, le deben recomendar a los padres de familia que traigan sus propios juguetes.
Las nuevas recomendaciones señalan que hay que tener precauciones especiales con los pacientes que sufren de fibrosis quística, debido a que son vulnerables a infecciones bacterianas resistentes a los medicamentos. Estos pacientes de alto riesgo no deben compartir el mismo espacio en la sala de espera con los demás pacientes, sino que deben ser conducidos directamente a la sala de examen.
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