Las asociaciones son esenciales para mantener a los niños sanos a nivel local, estatal y nacional.
Los pediatras desempeñan un rol fundamental para hacerle frente a los temas de salud pública más urgentes y crecientes de nuestros tiempos, desde su trabajo para prevenir enfermedades infantiles y la obesidad, hasta la atención a los recién nacidos afectados por el virus del Zika y el uso indebido de los opioides.
Ellos promueven leyes que mejoran la seguridad de los niños y alertan a las autoridades sobre posibles epidemias o —como en el caso de Flint, Michigan— podrían hasta ayudar a identificar un problema con el suministro de agua de una comunidad cuando los niños llegan a sus consultorios con niveles altos de toxicidad causada por plomo.
Los pediatras no pueden hacer este trabajo solos. La colaboración con profesionales de la salud pública y las instituciones es esencial. Para destacar estas asociaciones, la American Academy of Pediatrics ha publicado una declaración de política titulada, "Los pediatras y la salud pública: cómo optimizar la salud y el bienestar de los niños de la nación" (en inglés) publicada en el número de febrero de 2018 de Pediatrics.
En la declaración, publicada en línea el 22 de enero, la AAP recomienda un enfoque basado en la población que identifique oportunidades para que los pediatras y los profesionales de la salud pública trabajen juntos para mejorar la salud de los niños en sus comunidades y bajar los costos de la salud.
"Los pediatras y los asociados de la salud pública se encuentran en una posición ideal para promover las causas de los niños más allá de las visitas a sus consultorios", dijo Alice A. Kuo, MD, PhD, FAAP y autora principal de la declaración de política. "Las dos profesionales pueden trabajar juntos para promover la prevención, mejorar la presetanción de servicios de salud y para promover condiciones más saludables en sus comunidades".
La declaración de política señala recientes escenarios de salud infantil con ejemplos de colaboración entre pediátras y profesionales de la salud pública, en casos tales como la crisis de la contaminación del agua en Flint y el brote del virus del Zika que fue ligado con los casos de microcefalía en los bebés. Además, el brote de sarampión en Disneylandia que tuvo lugar entre el 24 de diciembre del 2014 y febrero del 2015 incitó a centenares de pediatras de California a presionar por legislación que en última estancia requiriera que los niños fueran vacunados al comienzo del año escolar.
"Los pediatras son una voz respetada y fiable para encontrar soluciones a los problemas de salud que afectan a los niños", dijo Pauline A. Thomas, MD, FAAP y coautora de la declaración. Esta labor de abogacía es necesaria a nivel local, estatal y federal, no sólo para presionar para obtener financiación adecuada para la salud y la infraestructura para la salud pública, sino también para educar a los demás sobre los recursos sociales, económicos, educativos y del medioambiente que cada niño necesita para un desarrollo saludable".
La AAP formula recomendaciones específicas para pediatras individuales sobre cómo asociarse con los profesionales de salud pública. A continuación, presentamos algunas de estas recomendaciones:
Estar informados sobre los requerimientos para divulgar los brotes de enfermedad y casos de reacciones adversas a las vacunas.
Usar recursos y recomendaciones proporcionadas por las agencias de salud pública, incluyendo el acceso a los datos de salud pública para identificar necesidades sanitarias de las poblaciones.
Servir como asesores en las entidades de salud pública y capacitar a otros dentro de sus propias instituciones sobre los currículos de salud de la población.
Compartir datos e información con otras agencias.
Asociarse a proyectos de prevención y de promoción de temas de salud.
Trabajar con las secciones de la AAP para entablar relaciones con departamentos de salud a nivel local y estatal.
"Sabemos que al asociarnos con nuestros colegas de la salud pública estamos ayudando a crear las condiciones necesarias para que los niños tengan una infancia saludable y que permanezcan saludables cuando sean adultos", dijo el Dr. Kuo.