Todos los años, la gripe causa un estimado de 54.000 a 430.000 hospitalizaciones y 49.000 muertes en los Estados Unidos, con los índices más altos de infección en la población infantil.
En el estudio, “Mortalidad pediátrica asociada con la gripe en los Estados Unidos, 2004-2012”, publicado en el número de noviembre de 2013 en Pediatrics (publicado en línea el 28 de octubre), los investigadores examinaron los registros de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los niños menores de 18 años con casos de gripe confirmados por los laboratorios.
Estos registros incluían información demográfica, condición médica, tratamiento prescrito, y datos de laboratorio. En el periodo entre octubre de 2004 y septiembre de 2012, se reportaron 830 muertes asociadas con la gripe pediátrica. Treinta y cinco por ciento de estos niños (edad promedio: 7 años) murieron antes de ser admitidos en el hospital. De los 794 niños con historial médico conocido, un 43 por ciento no tenían una afección médica de alto riesgo, un 33 por ciento sufrían de trastornos neurológicos, y un 2 por ciento de trastornos genéticos o anormalidades cromosómicas. Los niños sin afecciones médicas de alto riesgo tenían más probabilidad de morir antes, o en un plazo de tres días de ser admitidos al hospital, comparados con los niños con afecciones medicas de alto riesgo.
Ya que la gripe puede ser mortal para los niños con o sin factores de riesgo, los autores del estudio recomiendan que todos los niños sean vacunados anualmente contra la influenza. Además, a los niños que han sido hospitalizados se les deben administrar un tratamiento con antivirales tan pronto como sea posible.