Los pediatras
han buscado formas para acomodar los diferentes acuerdos laborales de las
familias de sus pacientes cuando se trata del tratamiento de sus niños para
cuidados no urgentes. Uno de los desafíos que enfrentan las familias y los
pediatras es la necesidad de tener a alguien fuera del tutor legal del niño
para acompañarlos a las visitas no urgentes, tales como para controles
del niño sano o visitas por lesiones
o evaluaciones de enfermedades de menores. Podría ser un abuelo, tía, tío,
niñera o cualquier otros cuidador que traiga al niño para que lo vea el
pediatra. Para brindar tratamiento a los niños en estos casos, los
médicos deben tener conocimientos de las reglas o leyes sobre los apoderados
para el cuidado de salud en los estados donde residen.
El informe
clínico: "Consentimiento a apoderados del cuidado de salud para la
atención pediátrica no urgente" en el número de febrero de 2017 de Pediatrics
(publicada en línea el 23 de enero) es una revisión de un informe clínico
anterior de la American Academy of Pediatrics.
El informe
ofrece dirección a las prácticas de pediatría sobre cómo establecer reglas para
el consentimiento médico y para notificar a las familias sobre estas políticas.
La AAP recomienda que la práctica decida de forma uniforme con todos sus
médicos si van a brindar atención no urgente a los pacientes sin un tutor legal
presente.
Las familias
deben estar enteradas de las reglas de la práctica (consultorio) sobre la
materia, y el personal y los tutores deben colaborar para completar los
formularios de consentimiento para incluirlos en los registros médicos del
paciente. Crear una plantilla (forma) para que lo usen todos los pacientes y
así ayudar a estandarizar la información.
Cuando existan dudas
sobre el consentimiento informado en estas situaciones, los pediatras deben
usar su criterio para decidir si tratan al paciente, y la decisión debe ser
basada en lo que más le convenga al niño.