Me encantan muchas cosas de ser un pediatra. Escuchar a los niños compartir historias creativas sobre amigos reales e imaginarios, por ejemplo, hace a los días únicos y entretenidos. Las conversaciones con mis pacientes más pequeños suelen incluir comentarios como "¡Mira cuánto has crecido desde tu última visita!" o "¡No sabía que tenías un nuevo dinosaurio como mascota!".
Los niños aman compartir detalles sobre sus amigos imaginarios. Sin embargo, es entendible que los padres a veces estén preocupados acerca de cuán "normal" es esta amistad imaginaria y si puede haber alguna señal de problemas relacionados con la salud mental.
Quédese tranquilo porque la mayoría de las amistades imaginarias durante la infancia se consideran normales. De hecho, pueden ayudar a los niños a practicar la interacción con los demás y su entorno. Pero estar atento a algunas señales de alerta también puede ayudar a identificar cuándo puede ser el momento de hablar con su pediatra sobre este tema.
Desarrollo socioemocional en niños
Los niños aprenden a interactuar con el mundo que los rodea poco después de nacer.
En los bebés, esto puede empezar haciendo contacto visual con uno de sus padres mientras se los alimenta. Pueden quedarse callados cuando se les habla o, en algún momento, devolver la sonrisa con una propia. Empiezan a construir el mundo que les rodea, y aprenden cómo los diferentes comportamientos les ayudan a interactuar con ese mundo.
Alrededor de los 2 años, a los niños les gusta jugar con otros niños. Les gusta recrear las actividades que ven hacer a los adultos, como hablar en el teléfono o pasar la aspiradora. Su imaginación florece: esto se muestra a veces con el interés de jugar a disfrazarse y representar interacciones sociales cotidianas con muñecos y títeres.
Hacia los 3 años, los niños vinculan su imaginación con las aptitudes cooperativas de juego. A menudo crean historias ricas en detalles y que involucran a compañeros de juego, familiares, mascotas y amigos imaginarios.
A los 4 o 5 años, la imaginación y creatividad crecientes de un niño pueden desdibujar las líneas entre el mundo real e inventado. A esa edad, hasta los dibujos animados e historias pueden producir pesadillas, porque todo les "parece real".
A medida que los niños maduran y ganan más aptitudes sociales, van abandonando lentamente el mundo imaginario que les proveyó bienestar y familiaridad, para aprender sobre el mundo real.
¿Por qué los niños tienen amigos imaginarios?
Tener amigos imaginarios no significa que su hijo se siente solo o no tiene amigos "reales". Los niños utilizan a veces a las amistades imaginarias como un refugio seguro para probar sus aptitudes sociales, dinámicas de grupo y estrategias de comunicación. A menudo los ayuda a ver su mundo desde diferentes perspectivas y ganar empatía. Al crear un amigo imaginario, los niños tienen que entender la perspectiva de otros en el escenario en el que están desenvolviéndose.
Las amistades imaginarias deben ser reconfortantes y controlables. Los niños pueden hacerlas que "se vayan" una vez que han terminado "de jugar".
¿Cuándo debo preocuparme por los amigos imaginarios de mi hijo?
En general, las amistades imaginarias son una parte normal del desarrollo social y desaparecen con el tiempo. Es importante que le comunique cualquier preocupación que tenga a su pediatra, en particular si:
Tiene otras preocupaciones sobre el desarrollo de su hijo, especialmente relacionadas con el habla, patrones de comunicación e interaccione sociales.
Los amigos imaginarios nunca "se van" y están "siempre hablando".
Los amigos imaginarios están amenazando a su hijo o lo alientan a usar la violencia contra sí mismo u otros.
Nota cambios repentinos en las interacciones sociales de su hijo, prácticas de higiene personal, patrones de habla o habilidad de concentración.
Hay un historial familiar de enfermedades metales, especialmente en parientes cercanos.
Recuerde
Los niños pequeños viven vidas imaginarias muy ricas y son muy generosos en compartirlas con usted. Disfrute este periodo especial en su desarrollo, pero no dude en hablar con el doctor de su hijo cuando tenga preocupaciones sobre su salud metal o física.
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