Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
 
Problemas de salud

Infecciones de oído en niños: qué deben saber los padres

Por: Noah Alter y Samuel Ostrower, MD, FAAP

Cuando los padres y cuidadores hablan de los problemas de salud que observan en sus hijos, las infecciones de oído suelen encabezar la lista. Quizá se deba a que casi 5 de cada 6 niños sufren una antes de cumplir los tres años y, para algunos, las dolorosas infecciones se convierten en un patrón continuo que provoca pérdida de sueño, falta de ánimo y más.

¿Por qué son tan frecuentes las infecciones de oído en los niños y cuál es la mejor forma de prevenirlas y tratarlas? Aquí encontrará respuestas a las preguntas que los pediatras escuchan con más frecuencia, junto con los resultados de investigaciones que ofrecen pautas útiles.

¿Qué causa las infecciones de oído?

Una infección de oído se produce cuando bacterias o virus infectan el pequeño espacio situado detrás del tímpano, conocido como oído medio. Esta zona normalmente está llena de aire y contiene tres huesos diminutos que nos ayudan a oír.

Infecciones del oído medio (otitis media)

Este tipo de infección del oído medio también se conoce como otitis media. Un pequeño conducto llamado trompa de Eustaquio conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz y la garganta.

Cuando la trompa de Eustaquio se obstruye, por lo general debido a un resfriado o a alergias, puede acumularse líquido en el oído medio. Esto crea un entorno perfecto para el crecimiento de bacterias o virus. Esta infección puede causar dolor de oído, fiebre y dificultad para oír.

Aunque la mayoría de las infecciones de oído desaparecen por sí solas, algunas requieren medicamentos, tales como antibióticos, para tratar la infección. La infección del oído medio (otitis media) es diferente de la infección del conducto auditivo (otitis externa), también llamada oído de nadador (también conocido como otitis de piscina o pileta).

¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene una infección de oído?

Muchos adultos suponen que si un niño se jala o tira de la oreja se debe a que tiene una infección de oído. Sin embargo, muchos bebés y niños pequeños lo hacen para tranquilizarse o simplemente para jugar con las orejas. Estos son otros síntomas de la infección de oído que debe observar en su hijo:

  • Dolor de oído. Puede tratarse de un dolor agudo o de un dolor sordo y punzante. Las molestias pueden aparecer y desaparecer o permanecer constantes. Es habitual que el dolor empeore por la noche.

  • Problemas auditivos. Su hijo puede quejarse de que tiene el oído tapado o de que no oye muy bien. Es posible que los bebés y los infantes no respondan como lo suelen hacer cuando se les habla. Algunos niños con pérdida auditiva prolongada relacionada con infecciones de oído pueden presentar retrasos en el desarrollo del habla y del lenguaje.

  • Fiebre. La temperatura corporal de su hijo puede ser superior a 98.6°F o 37°C, que suele considerarse normal.

  • Supuración del oído. A veces, puede salir pus o líquido del oído de su hijo, lo que puede ser signo de una infección que puede haber roto el tímpano.

  • Dolor de cabeza: su hijo puede quejarse de presión o dolor en la cabeza o en los oídos.

Tenga la seguridad de que, si su hijo no oye bien ahora, el problema desaparecerá cuando desaparezca la infección. Por lo general, no existe peligro de que su audición sufra daños permanentes, pero esto no significa que deba postergar la llamada a su pediatra. Las infecciones de oído pueden causar graves molestias y pérdida de sueño, por lo que es importante que su hijo sea examinado de inmediato.

¿Por qué los niños padecen más infecciones de oído que los adultos?

Los niños son más susceptibles a las infecciones de oído porque:

  • Su sistema inmunitario aún está en desarrollo, por lo que les resulta más difícil combatir cualquier infección.

  • La trompa de Eustaquio que conecta el oído medio de un niño con la parte posterior de la garganta es más corta, estrecha y horizontal que la de un adulto. Esto dificulta la expulsión del líquido del oído, lo que puede provocar la acumulación de líquido y la proliferación de bacterias.

¿Qué otros factores pueden causar infecciones de oído o empeorarlas?

Su hijo puede desarrollar una infección de oído cuando:

  • Tiene un resfriado, gripe o síntomas de alergia que causan congestión y estornudos, lo que provoca la acumulación de líquido en el oído.

  • Se expone diariamente a gérmenes que causan resfriados, gripe y otras enfermedades respiratorias, por ejemplo, en la escuela o en la guardería.

  • Toma del biberón, sobre todo cuando está acostado para dormir la siesta o por la noche.

  • Pasa tiempo con personas que fuman o en ambientes en los que ha habido fumadores. Se ha demostrado que el humo de segunda y tercera mano aumenta el riesgo de que los niños padezcan infecciones de oído y otros problemas de salud tales como bronquitis, neumonía, susceptibilidad a los resfriados e incluso caries.

¿Cómo se diagnostican las infecciones de oído infantiles?

El diagnóstico y la planificación del tratamiento de las infecciones de oído incluyen 3 pasos recomendados:

  1. Su pediatra determinará si existe una infección mediante el control de su temperatura y el uso de un endoscopio para observar el interior del oído. Si el tímpano está enrojecido y abultado, puede tratarse de una infección. Si el conducto auditivo externo está inflamado pero el tímpano parece normal, la causa podría ser el oído de nadador.

  2. Usted y su pediatra hablarán de los factores de riesgo de las infecciones de oído y de cómo reducirlos. Esto puede ayudar a prevenir infecciones crónicas que afectan el bienestar de su hijo.

  3. Si su hijo tiene una infección, usted y su pediatra vigilarán los síntomas de su hijo para asegurarse de que se recupere sin dolor.

¿Mi hijo necesitará antibióticos?

En lo que respecta al tratamiento seguro de las infecciones de oído de los niños, los estudios demuestran que menos es más. Aunque su médico quiera proporcionarle un alivio rápido, es posible que también quiera esperar de 48 a 72 horas antes de recetarle antibióticos para una posible infección. Este es el motivo.

  • Alrededor del 80 % de las infecciones de oído infantiles desaparecen por sí solas y sin medicamentos.

  • El uso frecuente de antibióticos puede provocar resistencia a estos, lo que a su vez puede dificultar que el sistema inmunitario de su hijo combata futuras infecciones de todo tipo (incluidas las que ponen en peligro la vida).

¿Cuáles son las mejores opciones para tratar las infecciones de oído?

En muchos casos, el mejor tratamiento consiste en no utilizar antibióticos. En este caso, su pediatra puede sugerirle:

  • Los analgésicos de venta libre, tales como el acetaminofeno o el ibuprofeno, pueden ayudar a reducir el dolor y la fiebre asociados con las infecciones de oído. (Debido a los riesgos de sufrir síndrome de Reye, una enfermedad poco frecuente pero grave que se observa en niños menores de 15 meses, NUNCA le dé aspirina a su bebé o infante. Para conocer las pautas sobre qué analgésicos de venta libre son seguros para los niños y qué cantidad administrar, consulte este útil artículo).

  • Una espera con observación para asegurarse de que la infección desaparezca al cabo de unos días o una semana.

El médico de su hijo puede decidir que los antibióticos son una mejor opción si:

  1. Su hijo tiene menos de 2 años (lo que significa que es más susceptible a sufrir complicaciones por una infección de oído)

  2. La infección es grave o su hijo sufre dolor intenso o fiebre

  3. Los síntomas han durado varios días y parecen empeorar

  4. Su hijo tiene un sistema inmunitario debilitado u otra afección médica que lo hace más susceptible a sufrir complicaciones

Si me recetan antibióticos, ¿qué debo saber?

En caso de infecciones más graves o generalizadas, se pueden recetar antibióticos orales.

Siga estos pasos para proteger la salud de su hijo cuando tome antibióticos:

  • Asegúrese de que terminen todos sus medicamentos. Omitir las últimas dosis de un antibiótico puede dar lugar a la reaparición de la infección, lo que, en última instancia, puede dificultar aún más su eliminación.

  • Considere agregar probióticos para proteger el microbioma intestinal de su hijo de los posibles efectos de los antibióticos. A continuación, se explica cómo actúan los probióticos para mantener sanos los sistemas digestivo e inmunitario de su hijo.

  • Preste atención a los efectos secundarios. Alrededor de 1 de cada 5 niños sufre náuseas, diarrea, dolor de estómago, erupciones cutáneas o reacciones alérgicas cuando toma antibióticos. Hable con su pediatra si observa estos síntomas en su hijo. Asegúrese de informar al equipo médico de su hijo si sabe que es alérgico a un medicamento específico o si ha tenido una reacción negativa a los antibióticos en el pasado.

Mi hijo tiene infecciones crónicas de oído. ¿Sirven los tubos en los oídos?

Ciertos niños (aquellos con infecciones de oído recurrentes graves, problemas de audición y/o retraso en el habla después de múltiples infecciones de oído, múltiples alergias a antibióticos y otras complicaciones de infecciones de oído) pueden beneficiarse de los tubos para los oídos. Estos pequeños tubos, insertados quirúrgicamente a través del tímpano, facilitan el drenaje de líquidos del oído.

Sin embargo, los pediatras y otros expertos en salud pueden recomendar las sondas con menos frecuencia, ya que los estudios han demostrado que el tratamiento estándar (incluido el uso cuidadoso de antibióticos) funciona igualmente bien.

Si tiene dudas sobre este tratamiento para su hijo, consulte a su pediatra para obtener más información.

¿Qué más debo saber sobre el tratamiento y la prevención de las infecciones de oído infantiles?

  • Su hijo no puede contraer una infección de oído de otras personas. Las infecciones de oído no son contagiosas, lo que significa que, en cuanto se sientan lo suficientemente bien, los niños pueden volver a la guardería o la escuela mientras se recuperan de una infección de oído. Pero tenga en cuenta que muchas infecciones de oído empiezan con resfriados, gripe o VRS, que pueden ser el resultado de virus transmitidos por otras personas. Lavarse las manos, comer saludablemente y adoptar otras medidas que refuercen la inmunidad frente a las infecciones reducirán el riesgo de que su hijo sufra infecciones crónicas de oído.

  • La lactancia materna protege a su hijo de las infecciones de oído (y de otro tipo), ya que refuerza su sistema inmunitario desde el principio. Obtenga más información sobre la lactancia materna y la salud a largo plazo de su hijo aquí.

  • Las vacunas ayudan a prevenir las infecciones de oído. El seguimiento de las pautas de vacunación puede reducir el riesgo de que su hijo sufra afecciones que pueden provocar infecciones de oído, como neumonía y meningitis. La vacuna antigripal también puede ayudar a prevenir las infecciones de oído infantiles.

¿Tiene más preguntas? Hable con su pediatra

Como las infecciones de oído son tan frecuentes en los niños, el médico de su hijo tiene amplia experiencia en su diagnóstico y tratamiento. Cuando le preocupen los posibles signos de una infección o tenga dudas sobre cómo cuidar a su hijo, hable con su pediatra.

Más información

Acerca del Dr. Alter

Noah E. Alter es estudiante de medicina de tercer año en la Kiran C. Patel College of Allopathic Medicine. Sus intereses de investigación actuales incluyen el implante coclear, la cirugía endocrina y la cirugía plástica y reconstructiva facial.

Acerca del Dr. Ostrower

Samuel T. Ostrower, MD, FAAP, FACS, es jefe de Otorrinolaringología Pediátrica-Cirugía de Cabeza y Cuello y director médico del Cochlear Implant Center del Joe DiMaggio Children's Hospital de Hollywood, Florida. Es miembro de la Sección de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello de la American Academy of Pediatrics (AAP) y de la delegación de Florida de la AAP.


Última actualización
11/2/2023
Fuente
American Academy of Pediatrics Section on Otolaryngology (Copyright © 2023)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
Síganos