El trastorno del espectro autista (TEA) es una discapacidad del desarrollo que puede afectar las habilidades sociales, la comunicación y el comportamiento de un niño. Debido a que la mayoría de los niños con TEA se sientan, gatean y caminan a tiempo, es posible que no note
retrasos en las habilidades sociales y de comunicación durante el primer año de vida.
En retrospectiva, muchos padres pueden recordar diferencias tempranas en la interacción y la comunicación. Ver
¿Cuáles son los signos tempranos del autismo?
Los niños con TEA y sus familias pueden ser saludables y resilientes
Se necesita más investigación para comprender el curso del desarrollo de los niños a los que se les diagnostica TEA. Sin embargo, estudios recientes muestran que muchos niños con un diagnóstico de TEA están sanos y les va bien en la mitad de la niñez. Algunos niños, aunque no es algo muy común, pueden progresar tanto con intervención que es posible que ya no cumplan con los criterios para un diagnóstico de TEA.
¿Cuán frecuente es el TEA?
Aproximadamente 1 de cada 44 niños es diagnosticado con TEA cuando tienen 8 años, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
(CDC, por sus siglas en inglés). El TEA se diagnostica aproximadamente
4 veces más en varones que en niñas.
La cantidad de niños que se ha comunicado que tienen TEA ha aumentado desde comienzos de 1990. El aumento podría deberse a muchos factores.
Muchas familias están más informadas sobre el TEA.
Los pediatras están haciendo más
"pruebas de detección del TEA", según lo recomendado por la American Academy of Pediatrics. Los niños se identifican antes, lo cual es bueno.
Las escuelas son más conscientes y los niños están recibiendo servicios de educación especial más apropiados.
Ha habido muchos cambios en cómo se define y diagnostica el TEA.
Cambios en cómo se define y diagnostica el TEA
Los médicos utilizan un libro llamado
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5) [Manual de diagnóstico y estadística de trastornos mentales, quinta edición (DSM-5)] que ayuda a diagnosticar el TEA.
En el pasado, solamente se diagnosticaba a los niños con los síntomas de TEA más graves. Pero en 2013, los criterios de diagnóstico para el trastorno del espectro autista cambiaron. Esto se basó en la literatura de investigación y la experiencia clínica en los 19 años desde que se publicó el DSM-IV en 1994. Ahora, se está identificando y ayudando a los niños con síntomas más leves.
Varias afecciones solían considerarse trastornos del espectro autista en el DSM. Esas condiciones eran:
Con la publicación de la quinta edición del DSM en 2013, los términos enumerados anteriormente ya no se utilizan y estas afecciones ahora se agrupan en la categoría más amplia de trastorno del espectro autista o TEA. Muchas personas pueden identificarse a sí mismas con el síndrome de Asperger, pero los profesionales ya no deberían usar esta terminología al hacer un diagnóstico.
Los beneficios de la identificación temprana
Cada niño con TEA tiene necesidades diferentes. Cuanto antes se identifique el TEA, antes podrá comenzar un programa de
intervención temprana dirigido a los síntomas del niño.
La AAP recomienda que todos los niños se sometan a pruebas de detección del TEA en los controles de niño sano de los 18 y 24 meses. Las investigaciones muestran que comenzar un programa de intervención lo antes posible puede mejorar los resultados de muchos niños con TEA.
Además, los niños con TEA pueden tener otros problemas médicos que necesitan más evaluación y tratamiento. Estos pueden incluir convulsiones, problemas para dormir, problemas gastrointestinales (problemas de alimentación, dolor abdominal, estreñimiento, diarrea) y problemas de salud del comportamiento como ansiedad, TDAH, irritabilidad y agresión. Algunas de estas afecciones médicas pueden colocar a los niños con TEA en mayor riesgo de contraer enfermedades más graves y complicaciones por
COVID-19.
COVID-19 y TEA
El COVID-19 nos ha impactado a todos en todo el mundo de muchas maneras. Es posible que los padres se hayan preocupado por asegurarse de llevar a sus hijos al pediatra para consultas médicas de niño sano. Esto puede haber afectado la frecuencia y oportunidad de realizar las pruebas de detección del autismo y otros retrasos del desarrollo. La identificación temprana y el ingreso a los servicios de intervención temprana pueden haberse visto afectados como consecuencia.
Recuerde programar la visita de niño sano de su hijo con su pediatra si tiene alguna inquietud sobre el desarrollo o el comportamiento de su hijo. Hable con su pediatra sobre la posibilidad de realizar estas visitas
de forma virtual si esa es su preferencia.
Además, la escuela, los apoyos, las actividades y las rutinas también pueden haberse interrumpido debido a la pandemia. Debido al cierre de escuelas y la ausencia de interacción en persona, los maestros pueden ser menos capaces de reconocer las diferencias sociales y de comunicación en sus estudiantes, perdiéndose así otra oportunidad de identificación temprana.
El acceso a los servicios y terapias escolares ha sido más difícil para muchos. Además, el cierre de escuelas y el aprendizaje virtual representan un cambio para todos los niños, pero para los niños con TEA, este cambio de rutina puede ser muy difícil.
Durante este tiempo de cambio e incertidumbre, es aún más importante mantenerse conectado. Acérquese a organizaciones de apoyo de pares, como por ejemplo los
Family to Family Health Information Centers para obtener información local específica para niños con necesidades médicas especiales y discapacidades.
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