La AAP publicará
un informe clínico actualizado en el número de abril del 2017 de Pediatrics
que refleja los más recientes descubrimientos científicos sobre cómo las
experiencias traumáticas pueden alterar la salud y el desarrollo de un niño
pequeño, y que cómo se propone ayudar a reconocer y responder a los síntomas del
maltrato de una forma positiva y curativa.
El informe,
“Consideraciones clínicas relacionadas con las manifestaciones del
comportamiento del maltrato del niño" (publicada en línea el 20 de marzo)
subraya la investigación neurobiológica que sugiere que el maltrato temprano en
la vida de un niño puede alterar la respuesta fisiológica y psicológica a
situaciones de estrés (tensas) y ocasionar problemas de salud mental y del comportamiento
que pueden continuar muchos años después de que el trauma o negligencia
hayan cesado.
Les aconseja a
los pediatras que asesoren a los padres y tutores y a ayuden a entender mejor
que las respuestas negativas al estrés pueden ser algo más que simples desafíos
o mal comportamiento premeditado. Los padres también pueden ser
orientados sobre cómo prepararse ante los desencadenantes del entorno y evitar
reforzar la reacción negativa del niño con sus acciones, dice el informe.
Las respuestas con rabia o agresión, tales como el castigo corporal, por
ejemplo, pueden agravar más la reacción emocional del niño y carecen de
seguridad psicológica.
Para problemas
persistentes y graves del comportamiento derivados de un trauma y maltrato, la AAP
recomienda a los pediatras a que ayuden a los encargados del cuidado de los
niños a tener acceso a tratamientos terapéuticos basados en evidencia para
ayudar a los niños a retornar al desarrollo normal.