En los infantes y los niños pequeños, el abuso físico es la causa del 12 al 20 por ciento de las fracturas.
En un informe clínico revisado, "Evaluación de niños con fracturas causadas por abuso físico”, publicada en el número de febrero de 2014 de Pediatrics (publicado en línea el 27 de enero), La American Academy of Pediatrics (AAP) describe avances recientes que ayudan a entender cuáles fracturas indican abuso, cómo ocurren las fracturas y las afecciones médicas que suelen debilitar los huesos de los niños haciéndolos propensos a las facturas.
Este informe actualiza al informe anterior publicado en el 2006. Según el informe, las fracturas costales en los bebés y los niños pequeños tienen una alta probabilidad de ser causadas por abuso, así como las lesiones metafisarias clásicas, un tipo de fractura de los huesos largos. Las fracturas múltiples, las fracturas en diferentes fases de curación y las fracturas complejas del cráneo tienen una probabilidad moderada de ser causadas por el abuso. Sin embargo, cualquier fractura puede ser causada por abuso y es importante que los médicos entiendan los mecanismos de las fracturas para determinar si una fractura es causada por abuso o por algo más. Las condiciones médicas preexistentes y la enfermedad ósea pueden hacer a los huesos de los niños más vulnerables a las facturas. Es importante que los pediatras soliciten una historia médica completa, un historial de la familia, médico y social, para determinar cómo se produjo la lesión. Los hermanos de los niños que han sido abusados físicamente también deben ser evaluados por maltrato.
Al evaluar a un niño que tiene una fractura, la AAP recomienda a los médicos que tomen notas detalladas del historial de la lesión y luego determinen si el mecanismo descrito y la gravedad y el tiempo en que ocurrió son consistentes con la lesión.
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