Los efectos del hostigamiento perduran mucho después de haber ocurrido y pueden acarrear problemas de salud y afectar el bienestar futuro de los niños.
Un estudio en la edición de marzo de 2014 de Pediatrics, "Victimización por parte de compañeros en el quinto grado y el estado de salud en el décimo grado", (publicado en línea el 17 de febrero) encuestó a 4.297 niños en el transcurso de tres grados (quinto, séptimo y décimo grado).
Los autores descubrieron que cualquier forma de hostigamiento a cualquier edad estaba asociada con la mala salud mental y física y el aumento de los síntomas depresivos y la baja autoestima. Pero los niños que fueron hostigados en el pasado y continúan siéndolo en el presente mostraron puntajes más bajos en pruebas de salud. Los investigadores descubrieron que los acontecimientos recientes pueden tener más importancia que los del pasado, y que las consecuencias para la salud se agravan con el tiempo y pueden permanecer mucho tiempo después de haber sido interrumpido el hostigamiento.
Los autores concluyen que este estudio da énfasis a la importancia de la intervención temprana para acabar con el hostigamiento y para ser conscientes de la necesidad de intervenir de nuevo, incluso si el hostigamiento no es continúo y para tratar sus efectos persistentes.
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