Los servicios que ofrecen las visitas de alta calidad a los bebés y niños pequeños pueden mejorar las relaciones, la preparación para la escuela, reducir el maltrato a los niños y mejorar los resultados sanitarios para las madres y los bebés, y así mismo fomentar la autosuficiencia económica de la familia. Las visitas al hogar se refieren a la estrategia por la cual un profesional o paraprofesional presta servicios en una comunidad o en el ámbito de un hogar particular.
Por más de 150 años en los Estados Unidos, profesionales de enfermería de la salud pública, trabajadores sociales y defensores/promotores de la comunidad han visitado a las familias marginadas, particularmente en comunidades empobrecidas o de inmigrantes, para aliviar los sufrimientos/padecimientos relacionados con la pobreza y el aislamiento social, para mejorar las condiciones de vida y preparar a los niños para un futuro mejor. Una visita al hogar es una estrategia valiosa que puede proteger contra los efectos de la pobreza y las experiencias adversas en la infancia temprana que tienen consecuencias para la salud a largo plazo.
Una declaración de política actualizada de la American Academy of Pediatrics (AAP) en el número de septiembre del 2017 de Pediatrics titulada, "Visitas al hogar durante la infancia temprana" (en inglés) y publicada en línea el 28 de agosto, divide las recomendaciones para las visitas al hogar en tres niveles: pediatras de la comunidad, sistemas de salud e investigadores.
Las visitas al hogar pueden ser más eficaces cuando son integradas con el hogar médico centrado en la familia y con un sistema integral basado en la comunidad de atención a las familias con niños pequeños.
La AAP apoya la financiación federal constante de las iniciativas del estado para visitas al hogar, la expansión de programas basados en evidencia, la evaluación coordinada a nivel nacional para reafirmar las mejores prácticas y su rentabilidad.
