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Edades y Etapas

Masturbación

La masturbación es un aspecto de la sexualidad infantil que los padres encuentran difícil de tratar de manera confortable y adecuada. Parte de la dificultad puede ser la necesidad de reconocer que los niños son seres sexuales. Los malentendidos y el sigilo acerca de la masturbación les añaden molestias a los padres e hijos.

Por definición, la masturbación es la autoestimulación de los genitales. Lo hacen los niños y las niñas y es un comportamiento normal. ¿Qué tan común es la masturbación en las diferentes etapas de la infancia? Hasta la edad de cinco o seis años, la masturbación es bastante común. Los niños pequeños sienten mucha curiosidad acerca de sus cuerpos y encuentran que la masturbación es placentera y reconfortante. Los jóvenes también tienen curiosidad acerca de las diferencias entre las niñas y los niños y por lo tanto en la edad preescolar y el kindergarten, en ocasiones pueden explorar el cuerpo de otros niños, incluyendo sus genitales.

A partir de los seis años de edad, la incidencia de la masturbación en público tiende a disminuir, en gran parte debido a que la conciencia social de los niños aumenta y las costumbres sociales cobran mayor importancia. La masturbación en privado continuará hasta cierto punto y sigue siendo normal. Cuando inicia el desarrollo en la pubertad, acompañado de un aumento de las hormonas, pensamientos y curiosidad sexual, la conciencia corporal y las tensiones sexuales aumentan. La masturbación es una parte común de la adolescencia normal. La mayoría de los adolescentes jóvenes descubren que la masturbación es sexualmente placentera y reconocen que la autoestimulación es una expresión de su propia sexualidad en desarrollo.

A pesar de que los mitos que rodean a la masturbación se han disipado científicamente, todavía persisten. Un niño que se masturba no está demasiado interesado en el sexo, ni es promiscuo ni tiene una desviación sexual. Tampoco se quedará ciego o loco, ni le saldrán granos o verrugas o quedará estéril. Sin embargo, muchas culturas todavía desalientan activamente la masturbación, en parte debido a las restricciones morales generales que a menudo se le cargan al comportamiento sexual.

Cuando los padres de niños en edad escolar descubren el juego o actividad masturbatoria de su hijo, algunos reaccionan con vergüenza, ira e incluso indignación moral, otros lo toman con calma y lo reconocen como un comportamiento normal en el desarrollo. Idealmente, este descubrimiento es una magnífica oportunidad para educar a los niños acerca de su propia sexualidad y sobre las diferencias entre las actividades públicas y privadas.

La masturbación excesiva o en público puede indicar un problema psicológico o personal más grave. Podría ser una señal de que el niño está estresado, está demasiado preocupado por los pensamientos sexuales, fantasías o impulsos, o no recibe la atención adecuada en el hogar. A veces, la masturbación es una forma de proporcionarse tranquilidad personal cuando se siente abrumado emocionalmente. La masturbación incluso podría ser una señal de abuso sexual; los niños que están siendo abusados sexualmente pueden llegar a preocuparse demasiado de su sexualidad, lo que sugiere la necesidad de una mayor investigación.

¿Qué debe hacer?

"Descubrí a mi hijo masturbándose, doctor. ¿Qué debo hacer?"

No es raro que los médicos oigan esta pregunta de padres preocupados. Sin embargo, la masturbación es una parte normal de la experiencia sexual de los humanos, y a los niños les resulta placentero. Suponiendo que no sea excesiva (no interfiere con las rutinas normales, las responsabilidades o los juegos), tal vez no deba eliminar del todo la masturbación.

Sin embargo, asegúrese de que su hijo comprenda que la masturbación, como muchas otras cosas, es una actividad privada, no pública. Si lo observa tocar sus genitales en un lugar público, puede decirle: "No es apropiado que te toques tu pene [o vagina] aquí. Se debe hacer solamente en la intimidad de tu habitación cuando nadie esté contigo". Al hablar de la masturbación con su hijo, no la etiquete como mala, sucia, perversa o pecaminosa. Esto creará un sentimiento de culpa y un sigilo que puede ser perjudicial para su desarrollo sexual.

Existen ciertas situaciones en las que los niños deben recibir una evaluación por un pediatra conductual, psiquiatra infantil o un psicólogo. Estas incluyen:

  • Masturbación frecuente, excesiva y a diario, tanto en casa como en público.
  • Masturbación pública que continúa incluso después de haber hablado de ello con su hijo.
  • La masturbación que ocurre junto con otros síntomas de dificultades de comportamiento o emocional, incluyendo el aislamiento social, la agresividad, la destructividad, la tristeza, el retraimiento, orinarse o ensuciarse en la cama (encopresis).
  • Pláticas inapropiadas de sexo u otras actividades sexuales.
Última actualización
11/21/2015
Fuente
Caring for Your School-Age Child: Ages 5 to 12 (Copyright © 2004 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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