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Problemas de salud

Accidentes durante el día y problemas de control de vejiga: explicación de los trastornos de micción

Daytime Accidents & Bladder Control - HealthyChildren.org Daytime Accidents & Bladder Control - HealthyChildren.org

Por: Joseph McQuaid, MD, MPH, FAAP

¿Le resulta familiar? Su hijo ya aprendió a ir solo al baño, pero suele tener accidentes durante el día. Podría ser una afección común conocida como trastorno de micción, ¡y su hijo no es el único! Hasta un 20 % de los niños en edad escolar tienen al menos un síntoma de trastorno de micción, según algunos estudios.

El trastorno de micción no suele diagnosticarse hasta que el niño es mayor de 4 años y sigue teniendo accidentes durante el día por lo menos durante 6 meses después de haber completado el entrenamiento para ir al baño.

¿Qué es un trastorno de micción?

Se le llama trastorno de micción a un patrón de problemas para orinar que no es típico para la edad y la etapa del desarrollo de un niño. Entre otros términos médicos para la afección se incluyen trastorno de vejiga y trastorno de las vías urinarias bajas.

¿Qué es normal y qué no en el funcionamiento de la vejiga de un niño?

Un aparato urinario bajo sano tiene dos funciones: almacenar la orina y evacuar la orina (micción). En general, estas capacidades se adquieren con el tiempo.

Todos los bebés nacen incontinentes, lo que significa que no tienen control sobre el momento en que se vacían sus vejigas.

La mayoría de los niños comienzan a controlar sus vejigas durante el día cuando tienen alrededor de 4 años. Mantenerse seco durante la noche, lo que se llama continencia urinaria nocturna, suele suceder algunos meses después de tener control durante el día.     

Una vez que los niños aprenden a ir solos al baño, si la vejiga no contiene o elimina la orina como debiera, pueden aparecer síntomas como, por ejemplo:

  • Muy pocas o demasiadas idas al baño. La cantidad de veces que los niños deben vaciar la vejiga cada día dependerá de su edad y de la cantidad de líquidos que consuman. En general, todo el mundo debe orinar cada 2 o 3 horas. Pero podría haber un problema subyacente de retención de orina si un niño orinase demasiadas veces por día o demasiado poco.  

  • Urgencia. Una necesidad frecuente, repentina e inesperada de orinar puede ser indicación de una vejiga hiperactiva. Esta afección ocurre cuando los músculos de las vías urinarias se aprietan en el momento equivocado. Los niños con vejiga hiperactiva suelen tratar de "aguantar" (por lo general sin éxito) cruzando las piernas. La mayoría tiene accidentes frecuentes y algunos desarrollan infecciones urinarias (IU).

  • Goteo. Es probable que sufra goteos de orina durante el día (enuresis diurna). En ciertos casos podría ocurrir al reírse, estornudar o toser. O puede ocurrir por la noche, lo que se llama enuresis nocturna. Estos problemas podrían también señalar un posible problema con el almacenamiento de orina.

  • Problemas de flujo. Esto puede presentarse de distintas maneras, tales y como:

    • Vacilación: dificultad para iniciar el chorro de orina cuando el niño, por lo demás, está listo para orinar. Puede que el niño se pare frente al inodoro, o se siente en este durante varios segundos, o incluso minutos, antes de que comience a fluir el chorro.

    • Dificultad: es preciso un gran esfuerzo para comenzar y terminar de vaciar la vejiga.

    • Chorro débil o interrumpido: cuando el flujo de orina es débil, como un hilo, o tal vez comience y termine varias veces.

    • Dolor: es posible que un niño sienta dolor o molestias al orinar; esto se llama disuria.     

  • Estreñimiento frecuente con accidentes durante el día. Los estudios demuestran que casi TODOS los niños con trastornos de micción también sufren algún tipo de estreñimiento o trastorno intestinal. En muchos casos, en primer lugar, se atiende el estreñimiento ya que podría mejorar la de los síntomas de la vejiga.

Si cree que su hijo tiene alguno de estos problemas de vejiga o síntomas relacionados, llame al pediatra. Es probable que lo remitan a un urólogo pediátrico para un examen más exhaustivo.

¿Qué es lo que causa el trastorno de micción en los niños?

El trastorno de micción se debe a la incapacidad de almacenar la orina de forma apropiada y de vaciar la vejiga. Cuando los niños orina, la vejiga se contrae y el esfínter se relaja. Cuando este ciclo no sucede como debería, puede ocasionar que la vejiga no se vacíe de forma adecuada. Algunas veces se debe a causas neurológicas, pero con frecuencia es por causa funcionales que se adquieren.

  • Causas neurogénicas. Los niños con causas originadas en el sistema nervioso (neurogénicas) pueden tener afecciones desde el nacimiento (anomalías congénitas) que afecten la médula espinal o el cerebro, como por ejemplo, espina bífida o parálisis cerebral, o trastornos genéticos tales como síndrome de Williams. El trastorno de micción también puede ocurrir en casos de epilepsia, diabetes y lesión en la médula espinal.

  • Causas funcionales. En algunos niños con trastornos de micción no se presentan causas físicas específicas. Estas causas, a las que se le denominan "funcionales" o "no neurogénicas" del trastorno de micción pueden provenir del estrés, por ejemplo, o de los malos hábitos de uso independiente del baño. Algunos niños se entretienen tanto en sus actividades que olvidan o retrasan el momento de ir al baño. No beber líquidos suficientes para llenar la vejiga regularmente también puede contribuir al patrón de "aguantar" demasiado tiempo.  

Los vínculos entre el trastorno de micción y los trastornos neuropsiquiátricos: lo que los padres deben saber

En un estudio reciente, se demostró que el 60 % de los pacientes atendidos por trastornos de micción tenían al menos un trastorno psicosocial, además de haber sufrido estresantes experiencias adversas en la infancia (EAI). En otros estudios se ha demostrado que los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, TDAH, tienen índices significativamente superiores de incontinencia, estreñimiento, urgencia, micción infrecuente, enuresis nocturna y disuria en comparación con los que no tienen TDAH.  

Estos vínculos son importantes para que los padres tengan en cuenta cuando los niños desarrollan, y posiblemente, enfrentan problemas de salud mental, diagnósticos neurológicos y tratamientos..La enfermedad mental aumenta el riesgo.

Las enfermedades mentales aumentan el riesgo de sufrir problemas intestinales y de vejiga, sobre todo en los niños. Una afección de salud mental podría interferir en la capacidad de un niño para llegar a tiempo al baño debido a un razonamiento desordenado, a una confusión o a una distracción.  

Algunos medicamentos que se usan para tratar afecciones tales como la ansiedad o los trastornos obsesivos compulsivos (TOC) pueden afectar la vejiga y el intestino, haciendo que el niño sea menos consciente de que necesita ir al baño. Si su hijo estuviera tomando determinados medicamentos y empieza a tener accidentes durante el día, es posible que el trastorno de micción sea un efecto secundario.

Asegúrese de hablar con los médicos de su hijo sobre cualquier conducta nueva que haya observado tras comenzar con un nuevo medicamento y lleve un registro de la frecuencia con la que ocurren estas conductas

¿Cómo se diagnostica el trastorno de micción?

Es probable que su pediatra lo remita a un urólogo pediátrico para un examen. El médico puede:

  • Preguntar sobre los hábitos de micción y la función intestinal de su hijo. A menudo, un diario de micción (un registro diario de cuánto y con qué frecuencia orina su hijo) es un buen primer paso.

  • Obtener los antecedentes familiares y sociales. Ayuda a saber si los miembros de la familia tienen o tuvieron problemas similares porque, a veces, los problemas de vejiga pueden ser hereditarios. También es útil entender más sobre el entorno escolar del niño y sus horarios. Las fuentes de estrés o los cambios de rutina pueden contribuir a los problemas urinarios, tales como una experiencia adversa en la infancia o un trauma.

  • Solicitar pruebas. Estas pueden incluir pruebas de imagen médica como una radiografía abdominal, ecografías de riñón y vejiga o resonancias magnéticas (RM) de la columna. En ciertos casos, puede ser útil usar radiografías para observar distintas partes del ciclo de evacuación con un cistouretrograma de evacuación (CUGE). Una prueba de uroflujometría puede ayudar a determinar problemas con el flujo de orina haciendo que el niño use un baño especial con instrumentos de medición.

¿Cómo se trata el trastorno de micción en los niños?

Como el trastorno de micción suele estar vinculado con las infecciones urinarias y el reflujo vesiculoureteral, lo ideal es tratar la afección sin demora. El tratamiento específico que el médico recomiende dependerá de la causa del trastorno de micción de su hijo.

Si bien en ciertos casos la cirugía podría ayudar, puede haber muchas otras opciones de tratamiento que resulten eficaces, en particular en los casos de niños con causas funcionales de trastorno de micción.

Opciones de tratamiento no quirúrgicas para niños con trastornos de micción:

  • Evitar y tratar el estreñimiento. Esto se logra cerciorándose de que los niños consuman suficiente fibra con su alimentación, que beban suficiente agua y otras bebidas saludables; tomar un laxante recetado, en ciertos casos, podría mejorar el estreñimiento y el trastorno de micción al mismo tiempo. 

  • Entrenamiento conductual para la incontinencia urinaria. En ciertos casos, el mejor tratamiento es repasar lo básico del proceso de entrenamiento para usar el baño. En casos de incontinencia urinaria diurna, asegúrese de que el niño orine cada 2 a 3 horas durante el día, por ejemplo; podría ser útil llevar un registro de la ingesta de líquidos. Para niños con problemas de incontinencia urinaria nocturna, las alarmas para la cama suelen ayudar a despertarlos a tiempo para vaciar la vejiga.

  • Fortalecimiento del suelo pélvico. Los ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico también pueden ayudar con el trastorno de micción. Algunos tipos de fisioterapia para el suelo pélvico para niños usan biorretroalimentación en forma de juegos de video.

  • Medicamentos. Existen algunos medicamentos que podrían recomendarse para ayudar a aliviar las contracciones de una vejiga hiperactiva y abordar determinados tipos de incontinencia.

4 cosas que se deben recordar:

  1. El trastorno de micción es un problema común que enfrentan muchos niños y muchos padres. Usted no está solo en esto.

  2. Los urólogos pediátricos tratan estas afecciones todo el tiempo y hay muchas opciones excelentes a disposición para ayudar a que su hijo logre una función saludable de la vejiga.

  3. No permita que los problemas de autoestima, vergüenza, aislamiento, mal rendimiento escolar, agresividad y demás cambios conductuales afecten a su hijo ni a su familia.

  4. Hay ayuda a su disposición. El primer paso que debe dar es hablar con el pediatra sobre cualquiera de los síntomas. 

Información adicional:

Sobre el Dr. McQuaid:

McQuaidJoseph McQuaid, MD, MPH es profesor auxiliar de Urología en la Universidad de Massachusetts y se especializa en todos los aspectos de la atención de la urología pediátrica. Culminó su capacitación quirúrgica en el Hospital General de Massachusetts y su beca posdoctoral en urología pediátrica en el Hospital Infantil de Boston.  Dentro de la American Academy of Pediatrics, es miembro de la Sección de Urología (SOU).


Última actualización
8/15/2019
Fuente
AAP Section on Urology (Copyright @ 2019 American Academy of Pediatrics)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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