Casi la mitad delos niños en los Estados Unidos viven en la pobreza o al bordo de esta la cual está ligada a perjuicios médicos —la AAP lanza una nueva iniciativa contra la pobreza
La pobreza se ha identifcado como uno de los riesgo más generalizados y persistentes que enfrenta la niñez, la American Academy of Pediatrics (AAP) publica hoy nuevas recomendaciones que urgen a los médicos a preguntar durante las
visitas de control del niño sano si las familias tienen dificultadas para cubrir los gatos básicos para vivir.
La nueva declaración de política en el número de abril del 2016 de
Pediatrics, "La pobreza y la salud infantil en los Estados Unidos" junto con el informe técnico (ambos publicados en línea el 9 de marzo), describe las forma generalizada que la pobreza afecta la salud y el desarrollo de los niños. La AAP exhorta a los pediatras a comprometerse a ayudar a los niños (1 de cada 5) que viven en la pobreza a tener acceso a los recursos que necesitan para prosperar. Una simple pregunta, "Tiene dificultades para ganar lo suficiente para sobrevivir al final de cada mes?" puede ayudar a identifica a las familias que se podrían beneficiar de los servicios que ofrece la comunidad.
"Los pediatras están dedicados a prevenir las enfermedades de los niños y a intervenir temprano cuando hay un problema", dijo James Duffee, MD, MPH, FAAP, uno de los autores de la declaración de política. "Debido a que la pobreza tiene estrechas influencias en la salud y el desarrollo de los niños, los pediatras están haciendo preguntas relacionadas al estrés que causa la pobreza para poder conectar a las familias con los servicios que ofrecen sus comunidades".
Los estudios de investigación demuestran que vivir en la pobreza extrema y generalizada puede causar graves problemas de salud a lo largo de la vida, tales como mortalidad infantil,
retrasos del lenguaje, índices más altos de
asma y
obesidad y aumento en el riesgo de lesiones. Un creciente cuerpo de investigación conecta a la pobreza con el estrés tóxico que puede alterar la expresión genética y la función del cerebro y contribuye a trastornos crónicos del sistema cardiovascular, inmunitario y a enfermedades psiquiátricas, así como a dificultades del comportamiento.
"Sabemos que las problemas de salud relacionadas con la pobreza pueden tener un impacto considerable ," dijo Juan M. Pascoe, MD, MPH, FAAP, el autor principal del informe técnico. "Pero también sabemos que existen intervenciones eficaces para ayudar a contrarrestar estos efectos, como promover relaciones familias estrechas, que logran cambios positivos al sistema de respuesta al estrés del cuerpo y la arquitectura del cerebro en desarrollo".
Aunque se ha logrado mucho progreso para reducir la pobreza infantil, los índices permanecen obstinadamente altos. De acuerdo con datos del censo del 2014 en EE.UU., 1 de cada 5 niños en Estados Unidos (15,5 millones) menores de 18 viven en la pobreza. Cuando los hogares designados como pobres, cercanos a la pobreza o de bajos recursos se incluyen en estos datos, el número de niños que viven en la pobreza aumenta un 43% (más de 31,5 millones).
Mientras que los centros urbanos y las zonas rurales continuando teniendo índices altos de pobreza, el incremento más rápido de la pobreza desde la recesión del 2008 se presenta en los barrios localizados en las afueras de las grandes ciudades (suburbios como se les conoce en los EE.UU.). Los pediatras en cada comunidad deben entender los riesgos para la salud que trae la pobreza y cómo conectar a las familias con una red local de programas de apoyo.
"La pobreza está en todas partes. La pobreza afecta a los niños de diferentes orígenes en todas las comunidades," dijo el presidente de la AAP, Benard P. de AAP. Dreyer, MD, FAAP. "Los pediatras quieren mejorar la salud y el bienestar de cada uno de los niños y ayudar a las familia a lidiar con los problemas relacionados con la pobreza es esencial para lograr este objetivo. Afortunadamente, contamos con soluciones realistas que sabemos que funcionan. Ese es un problema que puede solucionarse, y se trata de algo que tenemos a nuestro alcance ".
La AAP hace un llamado para apoyar y expandir los programas a nivel nacional y estatal de seguridad social y contra la pobreza, la atención médica, educación temprana para niños, viviendas a bajo costo, programas de visitas al hogar y programas de apoyo claves para la nutrición, como WIC, SNAP y los
programas de almuerzos escolares. La AAP también reconoce los programas especiales que pediatras de todos el país han adoptado en sus prácticas para ayudar a las familias de bajos recursos y a las familias pobres a tener acceso a los recursos disponibles y a la capacitación que necesitan para salir de la pobreza y urge a los pediatras de cada comunidad a tomar medidas simples en su propias prácticas. La AAP está ofreciendo información y herramientas a las prácticas pediátricas para que pueden empezar.
Las siguientes son algunas de las recomendaciones de la American Academy of Pediatrics:
- Realizar evaluaciones para detectar factores de riesgo para la salud relacionados con la pobreza durante las visitas de control del niño sano haciendo preguntas básicas sobre temas como los alimentos, la vivienda y la calefacción y referir a las familias que lo necesitan a los servicios de ayuda que ofrece la comunidad.
- Identificar y aprovechar los factores protectores existentes dentro de las familias, tales como solidaridad, humor, redes de apoyo, competencias y creencias espirituales y culturales. Los programas integrados dentro del hogar médico han demostrado poder ayudar a los padres a
fomentar resiliencia en sus niños.
- Abogar por políticas públicas que brindan apoyo a todos los niños y que mitigan los efectos de la pobreza en los niños, tales como las iniciativas que mejoran el acceso a los servicios de salud.
"Hace cincuenta años, los E.E.U.U. se unieron para eliminar la pobreza en los ancianos", dijo el Dr. Dreyer. "Es hora de hacer lo mismo por los niños".
