La American Academy of Pediatrics considera que la lactancia materna es la fuente óptima de nutrición durante
el primer año de vida del bebé. Recomendamos amamantar exclusivamente cerca de
los seis primeros meses de vida de su bebé y empezar a añadir alimentos sólidos de forma gradual mientras continúa
amamantando por lo menos durante el primer año de vida del bebé. Después de
esto, se puede continuar amamantando por el tiempo que ambos, la mamá y el
bebé, lo deseen.
La lactancia debe comenzar tan pronto como sea posible
después del parto, generalmente en la primera hora. Los recién nacidos deben
ser amamantados cuando muestren signos de tener hambre: aproximadamente de ocho
a doce veces cada veinticuatro horas. El tiempo para cada sesión de
alimentación y la frecuencia con que se alimenta a un bebé varían
considerablemente para cada madre y su bebé.
Antes de irse a casa, es importante identificar las señales de que su bebé se está prendiendo y está tomando leche durante el amamantamiento. La cantidad de leche que obtendrá un bebé durante cada intento de amamantamiento es pequeña en el primer día (aproximadamente 1 cucharadita) y aumenta en el segundo y tercer día.
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