Por: S. Elizabeth Williams, MD, MPH, FAAP
Si su hijo tiene mejillas de color rojo brillante, pero no ha estado jugando al aire libre en el frío, puede tener la quinta enfermedad. Esta enfermedad común de la infancia obtuvo su nombre porque era la quinta enfermedad en una lista histórica de seis enfermedades de sarpullido de la piel comunes en los niños. La causa un virus llamado parvovirus B19, que también se conoce como Erythema infectiosum.
Por lo general, la enfermedad no es grave. Los síntomas de la quinta enfermedad pueden incluir un sarpullido leve, fiebre, goteo nasal, dolor muscular y dolor de cabeza. Los brotes en los niños de edad escolar son comunes al final del invierno y al comienzo de la primavera.
¿Cómo sé si mi hijo tiene la quinta enfermedad?
La quinta enfermedad comienza como muchas otras infecciones virales, de modo que puede ser difícil saber con seguridad si su hijo la tiene. Su médico observará el sarpullido y es posible que realice análisis de sangre para detectar anticuerpos para el virus.
El sarpullido es la mejor pista. Un sarpullido rojo brillante que aparece primero como lo que se conoce como el sarpullido de “mejilla abofeteada". A veces, algunos días después aparece un sarpullido que tiene la apariencia de encaje. El segundo sarpullido frecuentemente comienza en el tronco y se esparce hacia los brazos, las piernas e, incluso, las plantas de los pies. Puede picar, pero normalmente desaparece después de aproximadamente una semana. Incluso después de que el niño mejore, el sarpullido puede volver a aparecer semanas o meses más tarde cuando este se acalore (durante el ejercicio, el baño, etc.).
¿Cómo se propaga la quinta enfermedad?
La quinta enfermedad se propaga de una persona a otra a través de gotitas (gotículas) respiratorias. Los síntomas usualmente aparecen de 4 a 14 días después de la exposición al virus, y el sarpullido similar a una mejilla abofeteada aparecerá aproximadamente de 4 a 21 días después de que su hijo se infecte.
Un niño es más contagioso antes de la aparición del sarpullido y no es contagioso después de la aparición del sarpullido. Una vez que una persona haya tenido la quinta enfermedad, habitualmente no puede contraerla de nuevo.
Una buena higiene de las manos es la mejor manera de prevenir la propagación de la quinta enfermedad en las escuelas, las guarderías y en el hogar. Recuerde a los niños que deben desechar los pañuelos de papel usados y asegúrese de que las superficies y los objetos que los niños tocan se limpien y desinfecten con regularidad.
¿Cuándo puede volver mi hijo a la escuela o a la guardería?
Si observa un sarpullido, su hijo ya no es contagioso. La quinta enfermedad normalmente es leve y desaparece con un poco de descanso y recuperación en la casa. Su médico puede sugerir que tome acetaminofén para la fiebre, las molestias o el dolor.
¿Alguna vez el virus causa problemas graves?
Sí. El virus puede afectar la manera en la que el cuerpo produce glóbulos rojos, que son las células que transportan oxígeno por todo el cuerpo. Esto presenta un riesgo grave para los niños que tienen un trastorno sanguíneo o un sistema inmunitario débil si se contagian con el virus.
El virus también puede hacer que los recuentos de glóbulos rojos disminuyan tanto que sea necesario realizar una transfusión de sangre. Los niños con cáncer, como leucemia, infección por VIH y ciertos tipos de anemia (recuentos bajos de glóbulos rojos), por ejemplo, debido a la anemia drepanocítica, con frecuencia deben ir al hospital si contraen la quinta enfermedad. Si su hijo padece alguna de estas afecciones, consulte con su médico ante la primera señal del sarpullido.
¿Qué ocurre si contraigo la quinta enfermedad mientras estoy embarazada?
La mayoría de las veces, la quinta enfermedad no causa problemas para las mujeres embarazadas ni sus bebés. En casos muy poco comunes, pueden ocurrir problemas graves si el virus se transmite y hace que sea difícil para el feto produzca glóbulos rojos. Esto puede provocar una anemia grave que causa hydrops fetalis, una acumulación de fluido que puede provocar insuficiencia cardíaca o la muerte.
Es posible que las mujeres embarazadas que tengan la quinta enfermedad deban realizarse las siguientes pruebas:
Ecografía para ver si el bebé tiene problemas.
Amniocentesis, un procedimiento para obtener líquido amniótico del útero.
Cordocentesis, un procedimiento para controlar la sangre en el cordón umbilical y averiguar cuán grave es la anemia del bebé. Por lo general, la anemia no es grave.
Si a usted o a su hijo los diagnostican con la quinta enfermedad, debe informárselo a todas las mujeres embarazadas que conozca que puedan haber estado expuestas.
¿La quinta enfermedad puede confundirse con otro sarpullido?
Existen muchas otras enfermedades de sarpullido en la piel, pero no todas tienen la misma apariencia. Algunas, como el sarampión, la rubéola (el
sarampión alemán) y la
varicela, son fáciles de prevenir si su hijo está al día con sus vacunas.
Los virus también son responsables de los sarpullidos comunes de la infancia, como la enfermedad de las manos, los pies y la boca, la roséola e, incluso, el herpes labial.
¿Cuándo debo llamar al médico de mi hijo?
Si cree que es posible que su hijo tenga la quinta enfermedad, puede llamar a su pediatra para hacerle preguntas. Llame de inmediato si los síntomas de su hijo parecen empeorar en lugar de mejorar, si observa hinchazón de las articulaciones, si su hijo tiene anemia crónica o si su hijo luce muy pálido.
Sobre la Dra. Williams
S. Elizabeth Williams, MD, MPH, FAAP, una pediatra certificada, es profesora auxiliar de pediatría general en el Hospital Infantil Monroe Carrell en Nashville, Tenn. Dentro de la American Academy of Pediatrics, la Dra. Williams participa en el Comité de Educación para la Sociedad de Enfermedades Infecciosas en Pediatría. Sus intereses de investigación incluyen la resistencia a las vacunas, la seguridad de las vacunas y la educación médica. La Dra. Williams está casada con un pediatra hospitalista y tiene 3 hijos.