¡Sí! Si ha dejado de ir a las visitas con el médico durante la pandemia del COVID-19, ahora es un buen momento para hacer una cita con el pediatra y ponerse al día. Los niños y adolescentes necesitan sus visitas de control con el médico para cerciorarse de que su desarrollo va bien, para hablar sobre nutrición y comportamiento, y para obtener las vacunas que necesitan para mantenerse sanos.
Es seguro, necesario y su pediatra quiere atender a su niño. Los pediatras han notado una gran disminución en en las visitas de control de pacientes debido a la pandemia. Esto significa que muchos niños no han recibido vacunas, exámenes físicos, evaluaciones y otra atención necesaria.
¡Si su niño esta retrasado con sus visitas de control, por favor llame a su pediatra! Los consultorios de los pediatras están tomando medidas adicionales para proteger contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.
Por qué es tan importante llamar a su pediatra
Durante la pandemia, asegurarse de que su niño esté al día con sus vacunas es más importante que nunca. Su niño debe vacunarse contra la influenza, si todavía no lo ha hecho, para evitar la propagación de la influenza además de la pandemia del COVID-19. Es tan importante como usar tapabocas, lavarse las manos y mantenerse a una distancia de 2 metros (6 pies) para prevenir la propagación del COVID-19.
Mantenerse al día con las otras vacunas de la infancia es vital para mantener a su niño sano y prevenir los brotes de enfermedades peligrosas.
Además de las vacunas recomendadas, no olvide las siguientes razones por las que su niño debe ir al consultorio de su pediatra:
Visitas de control para los recién nacidos después del parto.
Preocupaciones de salud que tengan los adolescentes, tales como consultas sobre el periodo menstrual o evaluaciones para detectar depresión.
Para los exámenes de reconocimiento médico deportivo antes de volver a los deportes u otras actividades. Los atletas que han tenido COVID-19 también deben obtener orientación y autorización del pediatra antes de volver a jugar.
Para las evaluaciones auditivas y de la visión.
Para evaluaciones de rutina para detectar plomo.
Para supervisar crecimiento, la presión arterial y otros signos vitales.
Para confirmar resultados de pruebas de laboratorio como la de la anemia.
Para ver y comprobar los hitos/logros del desarrollo.
Para tratar infecciones o lesiones.
Qué hacer si su niño se enferma
Algunas veces es difícil saber qué tan enfermo está su niño. Tanto la influenza como el COVID-19 son contagiosos y se propagarán en el otoño y el invierno. Ambos virus tienen síntomas parecidos.
Su pediatra está disponible para contestar cualquier pregunta que tenga sobre la salud de su niño. Si le preocupan los síntomas de su niño, simplemente llame.
Para que las visitas sean seguras, algunos consultorios han designado áreas para los pacientes "enfermos" y los "sanos" o atienden a los recién nacidos en la mañana antes de recibir a otros pacientes. Llame con antelación para que su pediatra le pueda decir cuál es la mejor forma para venir al consultorio.
Visitas por video
Para otro tipo de consultas médicas, los pediatras podrían estar ofreciendo ahora visitas por video. Llame a la oficina de su pediatra para saber si las tiene disponible y si son apropiadas para las necesidades de su niño o adolescente.
Emergencias
Si usted cree que debe llamar al 911 (número de emergencia), confíe en sus instintos y llame. Si no, por lo general es buena idea consultar primero con su pediatra. Algunas veces los pediatras pueden ayudar por teléfono o pueden ayudar a coordinar cualquier otro tipo de atención médica que su niño necesite sin tener que ir al hospital.
Sobre todo, no deje de llamar a su pediatra ni se preocupe de ir a la clínica o al hospital debido al COVID-19. Para más información sobre qué hacer en caso de emergencia, consulte: Cuándo debe llamar a los servicios médicos de emergencia (SME)
Estamos aquí para servirle
Si su niño está enfermo o se ha lesionado o está teniendo dificultades emocionales, tome el teléfono y llame a su pediatra. Estamos trabajando arduamente para cerciorarnos de que podemos prestar atención a su niño mientras todos nos mantenemos seguros.
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